Por la mañana, en el Boulevard Pedro A. Candioti se realizó una ceremonia religioso-espiritual, de la que participaron representantes de las distintas naciones y pueblos. La misma estuvo dirigida por integrantes de la comunidad mocoví.
Por la mañana, en el Boulevard Pedro A. Candioti se realizó una ceremonia religioso-espiritual, de la que participaron representantes de las distintas naciones y pueblos. La misma estuvo dirigida por integrantes de la comunidad mocoví.
Tras la ceremonia, en la Escuela Manuel Belgrano se procedió a la apertura del Encuentro. Mocovíes de las distintas comunidades de Santa Fe (San Javier, Colonia Dolores, Colonia Francesa, Rosario, Firmat, Cachaquí, Venado Tuerto, entre otros), junto a la comunidad mocoví de Berisso, provincia de Buenos Aires, dieron la bienvenida a las delegaciones. Los anfitriones hicieron referencia a la historia de la nación mocoví, a su resistencia a la explotación colonial primero y oligárquica después, y su presente de lucha en la recuperación de la tierra y la cultura.
Luego saludaron representantes de las delegaciones venidas de todo el país. Subieron al escenario guaraníes y wichis de Salta; mapuches y tehuelches de Chubut; mapuches de Río Negro; aimara-quechua de Buenos Aires; ranculches de La Pampa; qom de Chaco y de Rosario; guaraníes de La Plata; collas y guaraníes de Jujuy; comechingones de Córdoba, huarpes de San Juan; diaguitas de Tucumán; mapuches de Neuquen; quechuas de Bolivia integrantes de la CCC de Soldati.
En sus idiomas y lenguas, y en castellano, se mezclaron breves y emocionados saludos destacando la alegría por poder encontrarse para debatir la realidad de los originarios, con intervenciones que relataron sus luchas y necesidades. Todos los saludos hicieron hincapié en que este Encuentro debía servir para avanzar en la unidad “para mostrarle a la presidenta y a todos los gobiernos que estamos unidos defendiendo lo nuestro”. “Lo nuestro” es, además de tierra y territorio, un conjunto de necesidades en lo que hace a la salud, la educación, la vivienda, el trabajo y el respeto a las culturas originarias, como quedó explicitado en los saludos.
A lo largo de las intervenciones, apareció con crudeza el agravamiento de las condiciones de vida de las comunidades, tanto del campo como de la ciudad, la alegría por las luchas y el dolor y la bronca por tantos originarios asesinados en los últimos tiempos, como dijo Margarita Peñaililo, “en Roberto López y Mártires López los nombramos a todos”.
Luego del almuerzo, comenzaron a trabajar los talleres de Identidad, cultura, salud, educación y producción; Personería jurídica, tierra y territorio; Jóvenes originarios; Mujer originaria. El sábado al cierre de los talleres estaba prevista una marcha por la ciudad de San Javier.