Las protestas antigubernamentales en Perú se reiniciaron el 19 de julio. Entre diciembre y marzo pasado se habían realizado con un saldo de casi 70 personas fallecidas y 1.400 heridos en enfrentamientos directos con las fuerzas de seguridad.
Además del bloqueo de carreteras, el pueblo peruano realizó manifestaciones pacíficas que recorrieron varias ciudades para expresar su rechazo al actual gobierno y forzar la dimisión de la actual presidenta.
La mayor protesta se realizó en Lima, donde cerca de unas 21.000 personas, según cifras oficiales, se concentraron en el centro de la ciudad y recorrieron las calles. Durante la noche hubo enfrentamientos con la Policía Nacional en el centro de la capital y en la plaza de armas de Huancavelica. Las acciones se llevaron a cabo en 64 provincias con movilizaciones y bloqueos, mientras que las marchas y concentraciones se produjeron en 59 provincias del país. También se vieron carteles con la leyenda «¡Fuera Dina, asesina!» y otros pidiendo la liberación y restitución del presidente destituido Pedro Castillo.
Como dijimos en la nota anterior (ver hoy 1970), las protestas fueron convocadas por diversas organizaciones sociales, sindicales y políticas contra el gobierno golpista y represor de Dina Boluarte.
La marcha comenzó a concentrarse con miles de personas en las plazas Dos de Mayo y San Martín, en el centro histórico de la capital. Sindicatos de trabajadores congregados en la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) llegaron portando banderas blanquirrojas y pancartas contra la mandataria.
Asimismo, delegaciones de diversas universidades, grupos de jóvenes, activistas de derechos humanos y diversas organizaciones llegaron a los puntos de concentración antes de iniciar la marcha por las calles del centro de Lima.
A las 14 hs se realizaron manifestaciones en el Metro de Hacienda y los jubilados se convocaron a la misma hora en la entrada de San Juan de Lugarincho.
La movilización se desarrolló en medio de un fuerte operativo policial. Diversas organizaciones enviaron observadores por las violaciones a los derechos humanos que vienen siendo denunciadas.
La crisis política en Perú se refleja también en los últimos sondeos, que revelan que tanto el gobierno golpista como el Congreso tienen un rechazo por encima del 80% entre la población.
Después de realizada la Tercera Toma de Lima, el 21 de julio, representantes de los pueblos aymaras de la zona informaron que el paso por el puente internacional entre Perú y Bolivia permanecerá bloqueado durante los próximos días y que seguirán luchando contra Dina Boluarte “aunque les cueste la vida”.
Esto es un reinicio de las protestas. “Nosotros vamos a seguir firmes exigiendo la salida de la señora Dina Boluarte, ella misma nos provocó diciéndonos cuántos muertos más queremos», refirieron algunos. Los aimaras piden justicia por los 18 fallecidos en Juliaca durante la represión de las Fuerzas Armadas el 9 de enero. Tienen reclamos que comprenden al Ministerio Público y el Poder Judicial para que se investiguen las muertes.
Por otra parte, el gobierno compró a finales de mayo armamento para reforzar al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. La operación se ejecutó de forma directa y sin licitación “bajo el supuesto de una situación de emergencia” en la capital ante la previsión de la multitudinaria protesta antigubernamental. El material incluye más de 1.500 armas de diferentes modelos -fusiles, escopetas y pistolas- así como más de 3.000 granadas lacrimógenas y bombas de humo.
Para aumentar las acusaciones y mentiras, Juan Carlos Liendo, exjefe de la DINI, afirmó que Puno se convierte en la segunda capital de Sendero Luminoso.
El Congreso, controlado por la derecha, rechazó a inicios de 2023 dos proyectos de Boluarte para adelantar las elecciones a 2024. Luego, ambos acordaron tácitamente permanecer en sus cargos hasta el fin de sus mandatos, en julio de 2026. En enero pasado, la Fiscalía abrió una investigación a Boluarte por los delitos de “genocidio, homicidio calificado y lesiones graves”. Sin embargo, la mandataria tiene inmunidad hasta el final de su mandato.
Pero la lucha no cesa: las organizaciones que conforman el Comando Nacional Unitario de Lucha (CNUL) y la CGTP vamos a tener una reunión de evaluación para ver las acciones que vamos a desarrollar. “Ya estamos proponiendo, en algunos casos, que se programe una nueva jornada nacional de protestas para los días 27, 28 y 29 de julio”, afirmaron.
Hoy N° 1971 26/07/2023