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02 de octubre de 2010

Luego de 14 paros y el rechazo a una conciliación obligatoria, y pese a las amenazas y presiones del gobierno "K" de Urribarri, el reclamo docente crece en masividad y fuerza. Urge un plan de lucha nacional.

“Se terminaron los tiempos para este gobierno”

Hoy 1232 / La lucha docente en Entre Rios

El duro combate de los trabajadores de la educación entrerrianos para conseguir un salario básico de $ 1.359 (casi el doble del actual), en camino a un salario acorde a la canasta familiar real, ha entrado en una nueva etapa.
El rechazo a la conciliación obligatoria dictada por el Juzgado Laboral N° 3 –que ordena al gremio docente mayoritario (Agmer) suspender los paros decididos–; ratificando los paros, es histórica y sienta precedente. La decisión del Congreso de Agmer, reunido el miércoles pasado en Santa Elena, fue tomada con pleno conocimiento de que este rechazo era esperado y reclamado por las bases. Y no fue un error: el 85% de adhesión a los tres paros declarados "ilegales" por funcionarios del gobierno provincial, demostraron el convencimiento que hay de la necesidad de mantenerse firmes para poder triunfar.

En la calle
Sigue entonces y se profundiza la lucha. El mismo miércoles del Congreso, y aún contra la voluntad de muchos dirigentes "celestes", hubo asambleas y movilizaciones en diferentes puntos de la provincia. En Paraná, la asamblea del jueves convocada por Agmer se transformó rápidamente en una movilización, ya que la cantidad de compañeros que se hicieron presentes no entraba en la seccional ni aún ocupando el salón principal y los pasillos. El viernes, la movilización provincial terminó siendo la más grande marcha docente de la que muchos tienen memoria: más de 6.000 trabajadores de la educación realizaron una movilización llena de bronca, ruido, entusiasmo y color; con carteles por escuela, por localidad, disfraces, y todo lo que sirviera para hacer ruido. Pusieron el cuerpo a la decisión histórica de no aceptar que una jueza los obligue a agachar la cabeza sin exigirle nada al gobierno que paga el 50% del salario en negro. Los docentes sentaron un precedente, reivindicando el derecho de los trabajadores a luchar por sus reivindicaciones.
En el acto central, el Sec. de Organización de Agmer (Com. Dir. Central), César Baudino, reivindicó la justicia de la lucha docente y preguntó: "¿De qué responsabilidad fiscal habla el gobierno nacional construyendo un tren bala para un puñado de argentinos (…), estatizando la deuda de un privado mientras nuestros compañeros viajan a dedo?". Luego, el secretario General del gremio, Sergio Elizar, destacó que "se terminaron los tiempos para este gobierno, provincial y nacional, para dar respuestas a los trabajadores y el pueblo (…) no es judicializando la protesta como van a resolver el conflicto".
Asimismo, fue reiterado el reclamo hacia Ctera de un plan de lucha nacional, que unifique y fortalezca las peleas que 11 provincias están desarrollando. Se recibieron adhesiones de Amsafe Rosario, de las direcciones de Suteba no oficialistas, de Federación Agraria, de la CCC y de la Multisectorial por Entre Ríos, el federalismo y su pueblo.

Por la educación pública
Esta lucha es por salarios y condiciones laborales, por la escuela pública y por los pibes. En el marco de esta pelea (cuyo tramo más duro comenzó con los paros del 10 y 11 de julio), los docentes se mantuvieron constantemente en estado de alerta y movilización, principalmente en los departamentos conducidos por la Rojo y Negro. En Paraná, por ejemplo, se logró el compromiso de apertura de la nueva escuela en el barrio Bajada Grande, donde los estudiantes sostenían un acampe exigiendo que ya no se dictaran más clases en el "galpón" en el que estudiaban desde hace 15 años. Se acompañó esta lucha marchando varios kilómetros, desde la Seccional Paraná de Agmer hasta la escuela, logrando una confluencia entre los docentes, estudiantes y padres, que va a ser necesaria en este proceso de profundización del conflicto.
Pese a las presiones del gobierno a los directivos para que confeccionen y pasen las listas de los docentes que están de paro para descontarles los días del sueldo, pese a las amenazas del gobierno (que incluyen la de quitar la personería gremial a Agmer), pese a sus intentos por enfrentar a los maestros con el resto de la sociedad (poniendo a un exprecandidato a intendente del PJ al frente de un pequeño grupo de "padres autoconvocados" en contra de la lucha docente); la lucha docente sigue y crece, en fuerza y convicción, con bronca y entusiasmo, apostando a la pelea y a la unidad para defender la escuela y la educación pública.