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03 de octubre de 2010

La Corriente Clasista y Combativa continúa frente a la Agencia Nacional de Empleo que depende del Ministerio de Trabajo de la Nación.

Se unen desocupados y comerciantes en Rosario

Todos somos piqueteros

La CCC reclama por el incumplimiento de los acuerdos sobre la construcción de 20.000 viviendas populares, y la actualización de los planes de $ 150 a $ 500 en contraprestación con empleo social.
El viernes por la tarde se resolvió levantar el corte hasta el lunes 3; para poder discutir en los barrios, tras lograr el compromiso del municipio de una reunión con el futuro ministro de Promoción Social, el socialista Pablo Farías (días después de que asuma el gobierno de Binner), y ayuda para las fiestas.
Durante esta semana hubo un giro importante en torno al conflicto, que fortaleció la protesta de la CCC cuando algunos vecinos y comerciantes se sumaron al piquete y cortaron sorpresivamente la calle el jueves 29 al mediodía en repudio por la falta de atención por parte de los estados nacional, provincial y municipal.
Eduardo Delmonte, dirigente de la CCC dijo: “El Estado no puede estar ausente en las necesidades alimentarias, en un país que produce alimentos para 300.000.000 de personas. Vemos que no hay política; por el contrario, se está pintando que se está saliendo de la crisis, pero en números reales hay 2.000.000 de pobres, y en Rosario hay 100.000 familias pobres, según la Iglesia Católica, y hay 100 asentamientos de villas. No nos podemos ir sin tener ayuda económica mínima para las fiestas, y ayuda económica permanente para las 850 familias que son las que están vinculadas a la organización que no tienen nada de nada, que están acá y la están pasando muy mal. En eso hemos sido comprendidos. Pudimos tratar bien la contradicción con los comerciantes en una situación muy difícil que se resolvió hora por hora”.

Derecho de protesta
Comerciantes y piqueteros juntos, pidieron ser escuchados y reeditaron otra de las postales del Argentinazo: con un par de containers de basura cortaron el tránsito en su totalidad, por lo que se generó un caos vehicular en pleno centro de la ciudad, ante la mirada atónita de la policía y la sorpresa de los funcionarios burgueses. Aquellos mismos funcionarios corruptos y mentirosos que prometieron reuniones que nunca se hicieron y frazadas que todavía no llegaron, quedaron al descubierto como los verdaderos enemigos del pueblo.
En relación con ello, Delmonte ironizó: “estarán esperando que haga más calor”, en clara referencia a la desidia y el desprecio de Obeid y Kirchner sobre los acuerdos logrados después de los 17 días de acampe en la Plaza San Martín durante el invierno.
Delmonte también aclaró que “nos daremos el tiempo para discutir en los barrios el tema de la reunión para el 14 con la provincia, donde nos confirmaron que habrá también un representante del Ministerio de Trabajo de la Nación; y con la Municipalidad discutiremos el tema de la ayuda en las fiestas”.
En cuanto al apoyo que obtuvieron de los comerciantes, Delmonte señaló que “la actitud de ellos por sumarse al corte fue buena. Coinciden con nosotros en que nos tienen que recibir. Después hay distintos grados de solidaridad; algunos más activos, otros estuvieron ahí porque quieren resolver su problema. Pero lo interesante es que han puesto el foco dónde está el conflicto”.
Con relación a los cambios que produjo la CCC, por lo menos desde el punto de vista de la mirada sobre la protesta social, hay que destacar la actuación de la jueza de Faltas Nº 2, Dra. Liliana Puccio, quien monitorea la higiene y la seguridad del lugar y que considera que “no hay dolo en los cortes de calles en el marco de una protesta, porque se trata de un derecho constitucional ejercido por la Corriente Clasista y Combativa”. (La Capital, 1/12).
Los desocupados y Pueblos Originarios en Lucha que mantuvieron el corte y acampe durante dos semanas de intenso calor, lluvia, críticas y aprietes, nunca aflojaron en la lucha. Así lograron ser escuchados por el gobierno municipal y transformar la bronca de los vecinos y comerciantes en apoyo; y así demostraron que es posible reagrupar fuerzas contra los hambreadores del pueblo. Se mantienen carpas, sin corte.