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23 de diciembre de 2020

¿Se vienen las lluvias?

La danza de la fortuna se acordó de la Argentina. A disfrutar entonces de la lluvia de inversiones. La experiencia nos ha hecho desconfiados. “Dime quién festeja y te diré quiénes vamos a pagar la Fiesta”.

Cosas de la financierización

En escena varios mega proyectos. Supuestamente, emprendimientos productivos o infraestructurales. Pero a no engañarnos. En la realidad, son simples jugadas financieras. Un signo de estos tiempos. Sobreabundan los dólares buscando dónde matar dos pájaros de un tiro. Bancos y buitres aspiran a sacarle un cuerito más a la vaca. Mejorando a como sea la limitada rentabilidad actual de tan solo prestar plata.

 

Un mega aserradero

ACONTimber (grupo austríaco) propone una inversión de alrededor de U$S 80 millones para instalar un bruto aserradero en Gobernador Virasoro (Corrientes). Reclamaron y obtuvieron fuertes beneficios. En los primeros 15 años no van a poner un centavo en impuestos provinciales. Más aún, la Provincia carga con el tendido eléctrico hasta la Planta y la fibra óptica para su conexionado a Internet.

Aseguran la “sustentabilidad” ambiental. Y comprometen desarrollos educativos y comunitarios. Prometen incorporar 240 operarios. Del dicho al hecho… Todas las iniciativas depredatorias parecen calcadas. En la recordada película “Luna de Avellaneda”, la liquidación del club barrial estaba exculpada por el derrame de trabajo que generaría. La reiterada crueldad de aprovecharse del hambre de laburo. Para equipar el aserradero importarán hasta la última de las máquinas. Para “compensar”, tienen previsto exportar toda su producción. Importan todo, exportan todo.

Arrancarán con una capacidad para procesar 500.000 Toneladas de madera. Al año pasarían a tratar el doble. ¿Qué estarían llevándose? Bosque, tierra, agua. Ni más ni menos que Ambiente. ¿Qué nos dejarían? Un buco. Probablemente la quiebra de los aserraderos PyMEs de Corrientes, Chaco, Misiones. ¡Flor de negocio!

 

Una reverenda chanchada

Alberto Fernández almorzó con un grupo vegano. A los postres posó junto a un cartel/denuncia del acuerdo de las mega granjas porcinas. Pese al gesto, Presidencia y Cancillería aclaran que las tratativas con China siguen su derrotero.

Felipe Solá y el Ministro de Comercio chino firmaron en julio el Acuerdo para la instalación de 25 complejos para la cría de ganado porcino, planta frigorífica, instalaciones periféricas e infraestructura. Para, en la primera etapa, exportar a China cerca de un millón de Toneladas/año de carne.

Tal tonelaje surgiría de la faena de 10 millones de animales/año. Esto representa aumentar el rodeo actual en una vez y media. Un incremento a lograrse en plazos ínfimos. En las 25 factorías dispondrán de 320.000 “ponedoras”. En los 2.000 criaderos existentes la cantidad de madres araña las 240.000.

Ni que decir del poder de fuego económico-financiero del proyecto chino respecto de los productores locales. Otro tanto en relación con su capacidad para imponer regulaciones preferenciales en una actividad que arrasa con el Ambiente.

Para propagandizar estas bombas contaminantes, argumentan nuestra gran extensión territorial. Las mega granjas se instalarían lejos de las poblaciones. Hasta los propios impulsores admiten que esta actividad deja irrecuperable su entorno.

Cada granja tendría un gasto diario de agua de 1.500.000 de litros. Equivalente al consumo de 10.000 pobladores/día.

Desde hace un año enfrentamos al coronavirus. Pandemia originada en los animales. Los chanchos están apestados en medio planeta. Nuestra Argentina es uno de los pocos países libre de enfermedad porcina. ¿Hasta cuándo resistiríamos la contaminación de nuestro rodeo? ¿Y qué de los peligros de una zoonosis a punto de partida de dicho contagio?

 

Nuevas mega minas

La canadiense Lundin aprobó una inversión de U$S 3.000 millones para explotar una mina de cobre y oro en plena cordillera sanjuanina. Su dueño, Adam Lundin, reconoce que la mina Josemaría es “uno de los pocos proyectos de cobre y oro fácilmente desarrollables en el mundo de hoy”. Lo cual no le impidió reclamar y conseguir exención en retenciones y bonificaciones varias. Tanto en impuestos federales como provinciales.
Adam agregó: el estudio “ha eliminado materialmente el riesgo del proyecto y prevé un resultado económico atractivo”. Tanta locuacidad es inhabitual en personajes duchos en eso de ocultar los resultados de su rapiña.

Infaltable el informe de impacto ambiental. Un prerrequisito que jamás ha limitado nada. Que rara vez se controla y nunca se cumple. La extracción del metal no utilizaría cianuro (¿será cierto?). De cualquier modo, las aguas percoladas estarán saturadas en sustancias malsanas.

Calculan un gasto de agua de 550 litros/segundo. Unos 48.000 m3/día. El consumo domiciliario del Gran San Juan (600.000 habitantes) supera apenas 3 veces el de esta mina…

La mega minería jamás mira para atrás. Exprime los yacimientos y, cuando agota el recurso, SE VA. Los pasivos ambientales no son su problema. Diques de cola, liquidación de fauna y flora, contaminación de ríos y napas. Sus efectos llegan inevitablemente a áreas de influencia no necesariamente cercana.

Es aleccionador advertir cómo dejaron Bajo de la Alumbrera. El antes y después en dos fotos inapelables: la grandiosidad del cerro virgen y la profundidad de un cráter insondable. ¡Se llevaron la montaña!

Los recursos mineros no son renovables. En algún momento se agotan. La participación nacional en la gran minería es marginal. Yanquis, australianos, canadienses, suizos, chinos disputan esta maratón. Poseemos la 2da reserva mundial de litio. ¿Aceptaremos que las concesionarias se las lleven sin el menor retrabajo?

 

En la vía

La noticia: “China invertirá 4.700 millones de dólares en trenes de 13 provincias”. Gato por liebre. Debiera leerse: China nos carga con una deuda de 4.700 millones de dólares, para que les compremos trenes. Que vaya a saber cuánto valen.

El negocio incluye la Participación Pública Privada (PPP) de PowerChina para conectar por ferrocarril Bahía Blanca con Vaca Muerta. El proyecto demandaría U$S 800 millones. La mayor parte de la traza está construida. Harán falta mejoras y mantenimiento de lo existente. Y el tendido del tramo hasta Añelo (cabecera de Vaca Muerta). Algún Banco chino apalancará la inversión. Para el concesionario queda limpito un formidable negocio. La llave del acarreo desde el yacimiento al océano de los producidos en gas y petróleo. Y desde la costa el transporte de todos los insumos requeridos. Entre otros, las arenas de fractura que proviene de canteras muy alejadas. O que incluso, se importan. Cada pozo (hay más de 2.000) requiere al menos 3.000 toneladas de arena. Hasta ahora es transportada en camión. Los pobres petroleros lloran por los costos. Una variable de ajuste siempre viva es la superexplotación. La otra es abaratar la logística.

Imposible desconocer las implicancias estratégicas de controlar el transporte de y a Vaca Muerta. Un cuello de botella inevitable para propios y ajenos. Propios: SINOPEC, asociada a YPF en la explotación del shale. Y CNOC, como socia en Pan American. Ajenos: el resto de la cofradía. Todo esto en una Provincia donde China detenta importantes intereses. Ni más ni menos que una Base administrada por sus FFAA.

 

Común denominador

Madera, carne, minerales, vías… Un común denominador enlaza proyectos tan discímiles. El extractivismo. Que nos retrotrae a cuando exportábamos cueros e importábamos cinturones.

La primarización no ocurre por defecto. Está sistemáticamente empujada por todas las potencias imperialistas (todas, sin excepciones), para aprisionarnos en SU división internacional del trabajo. Uno de los pilares de la dependencia. Limitándonos a ser meros proveedores de materias primas e importadores de todo lo demás. Así nos condenan al atraso perpetuo.

Deuda eterna – soja, carne, petróleo, cobre – dólares para pagar la deuda – mayor endeudamiento… Un tremendo círculo vicioso. La maldición del mensú. ¡Cuanto más se deslomaba, más debía!  Por este camino, jamás saldremos de la postración, la pérdida de recursos y el empobrecimiento.

Los imperialismos, cada uno por la suya, no solo limitan. También operan para destruir los instrumentos de independencia económica existentes. La Argentina dispuso de un importante parque fabril. La desindustrialización… Un ataque al corazón de la Nación necesaria.

 

El Federalismo y la cuestión nacional

La cuestión nacional y sus pilares. El Federalismo es uno de ellos. Grandes regiones del país han sido postergadas por el Puerto. Dicho en otras palabras, por la subordinación política y económica a los intereses del imperialismo de turno. Por lo tanto, ¡defendamos el Federalismo!

Otras insoslayables tareas nacionales: la defensa de los recursos naturales (ninguno infinito), la protección del Medio Ambiente, la erradicación de la pobreza, el industrialismo, el Compre Nacional, la denuncia del negocio de la Deuda, la integración infraestructural del país, relaciones con la Región y el mundo.

En la implementación de estos principios, son inevitables las contradicciones. La mayoría de ellas no son antagónicas. Cuando se trataran de conflictos antagónicos, ninguna parte puede anteponer su provecho al del conjunto.

El menemismo impulsó la provincialización del petróleo y los minerales. Con malicia se delegó las negociaciones en Provincias feudalizadas. Flojitas a la hora de defendernos de los pulpos internacionales. Esto no es para nada federalismo.

  • Los austríacos negociaron el aserradero con Valdés (Corrientes). Quizá a éste le importe poco la deforestación. Y menos que éstas golpearan á otras provincias madereras.
  • El acuerdo por las granjas porcinas es de país a país. Pero, por si acaso, China ya negocia con Capitanich la instalación de algunas de éstas en el Chaco. Y en igual sentido con La Pampa y Córdoba.
  • Las grandes mineras a cielo abierto son por definición, San Juan tiene un largo historial de desaprensión en la materia. En Catamarca y Chubut, la lucha popular logró frenar varias explotaciones. La pueblada mendocina impidió modificaciones a la legislación vigente que autorizaban el uso de cianuros en minería.
  • Wall Street inició la cotización del agua a futuro. Se viene repitiendo: las guerras del siglo XXI serán por el dominio del agua dulce. La Argentina es un país pródigo en ríos y acuíferos. ¿Cómo se la pueden llevar los imperialistas? Transformada en soja, pinos, chanchos, minerales, fracking. ¡A levantar la guardia y resistirlo!
  • El juego de las potencias imperialistas es ganar un negocio. Y hacérselo perder a su contrincante. No solo respecto del aprovisionamiento de insumos y la obtención de mercados… Van sembrando el planeta de banderitas. Así es la base de Neuquén. Y así sería el tren a Añelo.

 

A protegernos que llueven las inversiones…

 

Escribe Sebastián Ramírez