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03 de octubre de 2010

Secuestro de una militante

Hoy 1275 / noveno ataque contra Pelota de Trapo

La semana pasada, otra de las integrantes de la Fundación Pelota de Trapo, que encabeza el coordinador del Movimiento Chicos del Pueblo, Alberto Morlachetti, sufrió un nuevo ataque.
La compañera fue raptada por desconocidos cuando salía de su casa en Rafael Calzada. Esto se suma a demás secuestros y torturas padecidos por distintos integrantes de esta organización durante el último año y medio.
La mujer, de 35 años, había salido temprano de su casa para ir, como todos los días, a colaborar en el mantenimiento de uno de los hogares de la Fundación.
Después de caminar 200 metros, fue interceptada y cargada en una camioneta negra. Durante cuatro horas sufrió amenazas de muerte y otras intimidaciones para con la organización. “Te vamos a matar, se van a dejar de joder de una vez”, fue una de las advertencias que escuchó la joven, de quien no trascendió el nombre por motivos de seguridad.
Luego la liberaron, sin señales de violencia física, en las cercanías del Hospital Finochietto de Avellaneda, donde a pesar de su crisis nerviosa logró comunicarse desde un teléfono público para que la fueran a buscar.
Morlachetti y el resto de sus compañeros recibieron dos señales preocupantes durante el período en el cual estuvo desaparecida.
Desde el propio teléfono de la víctima, enviaron dos mensajes de texto. “La tenemos nosotros”, aseguró el primero. Dos horas después, llegó el más intimidatorio: “Esta vez termina en el hospital; la próxima no sabemos”.
Para los integrantes de Pelota de Trapo, que junto con el Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo impulsan la campaña “El hambre es un crimen”, este tipo de mensajes mafiosos no son una novedad. Forman parte de un paisaje tenebroso con el que intentan lidiar desde abril del año pasado.
Hasta diciembre de 2008 soportaron ocho ataques, todos en territorio bonaerense.
El Consejo Ejecutivo del Suteba Quilmes, entre otras organizaciones, repudió el secuestro y se puso a disposición de la Fundación para la defensa de las condiciones de vida de los niños, “ya que abrazamos la docencia con la clara convicción de que la niñez y la adolescencia son el futuro de nuestra patria”.