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19 de julio de 2022

Hora Política Hoy N° 1922

Seguimos en las calles peleando la unidad de las luchas

Se agrava la situación que vive la clase obrera y el pueblo y cada vez son más los que van cayendo en la pobreza extrema, sin comida, sin techo, sin salud, ni educación. Frente a esa realidad seguimos en las calles y vamos por más unidad de las luchas para resolver el hambre, por tierra, techo y trabajo, por reabrir paritarias y en defensa de la soberanía y las libertades democráticas.

1. La inflación agudiza las emergencias

La inflación de junio fue 5,3%, volvió a subir, por lo que se calcula que en julio puede llegar a 8% y a fin de año llegaría al 90%.

Las jubilaciones y pensiones mínimas y todas las asignaciones sociales están por debajo de la línea de indigencia. No llegan ni a la mitad de la canasta de pobreza, que es de $99.676.

Son necesarias medidas de emergencia que compensen el poder de compra perdido en estos meses y llegar a todos con un bono de emergencia tipo IFE (Ingreso Familiar de Emergencia).

La resolución de la ministra de Economía de congelar los puestos en el Estado amenaza con el despido a miles de trabajadores que llevan años y años como contratados.

Con la suba del dólar se remarcan los precios, o desaparece la mercadería de las góndolas especulando con mayores aumentos.

Las paritarias cerraron con acuerdos de revisión. Abrirlas si la inflación superaba los acuerdos. Ya es necesaria la reapertura de todas las paritarias porque los salarios siguen corriendo por detrás de la inflación.

Se anunció el aumento con segmentación de las tarifas de energía, con el objetivo de bajar los subsidios como impone el acuerdo con el FMI.

Mientras tanto se siguen llenando los bolsillos los monopolios extranjeros que rapiñan el petróleo explotándolo a costos bajos (en pesos argentinos) y vendiéndolo a precio internacional (en dólares), imponiéndonos ese precio para el mercado interno.

Este mes vencen bonos por $500.000 millones de pesos. Es una bicicleta que se va refinanciando y acumulando deuda con enormes ganancias para los bancos, con el riesgo que implica para la economía.

Un puñado de terratenientes, monopolios exportadores de granos, monopolios mineros, petroleros y bancos, se la siguen llevando en pala por el aumento de los precios internacionales de los cereales, el petróleo y los minerales estratégicos como el litio.

Juntos por el Cambio, apoyado principalmente por estos sectores, es el que monta provocaciones, arma causas judiciales y miente en sus poderosos grupos mediáticos.

 

2. Los planes del macrismo y sus socios

La Cámara Federal porteña sobreseyó a Macri en la causa del espionaje a familiares del submarino ARA San Juan. Dos de los jueces que la integran llegaron al lugar de camaristas acomodados por Macri durante su gobierno. Y otro fue denunciado porque se reunía con Macri en la Casa de Gobierno y en Olivos.

Así es esta “justicia” al servicio de una u otra rosca de las clases dominantes que disputan la hegemonía de este Estado oligárquico-imperialista. La de los jueces amigos que sentencian que espiar y hacer inteligencia sobre los familiares de los tripulantes del submarino desaparecido no es un delito. Sí justifican perseguir a las familias que se organizan y luchan para conseguir algo para comer. Esa persecución no es delito.

El objetivo del macrismo y sus socios es recuperar el gobierno, sea antes, si una nueva crisis política se los permite, o con las elecciones de 2023. En el seno de Juntos por el Cambio hay una gran disputa interna. Quién va a ser el candidato a presidente, a gobernador de la Provincia de Buenos Aires y de CABA.

Macri, Patricia Bullrich, Rodríguez Larreta por el PRO, y Manes y Morales por el radicalismo son los que disputan la candidatura presidencial.

Si bien expresan distintos sectores de poder, tienen puntos centrales en común. El primero es que deben completar en 90 días las reformas laborales, previsionales, fiscales y represivas que les allanen el camino en su política de ajuste y entrega. También están de acuerdo en dirimir sus diferencias por adentro de la coalición Juntos por el Cambio.

Para este sector reaccionario no puede volver a suceder lo que pasó en el gobierno de Macri, donde el protagonismo de las masas en las luchas obreras y populares enfrentó sus planes en las calles y creó las condiciones para derrotarlo en las urnas en 2019. Y saben que en ese proceso jugaron un papel clave las organizaciones sociales como la CCC, el Movimiento Evita, Somos y otras, que desde la primera marcha de “los Cayetanos” en 2016, estuvieron a la cabeza de la lucha popular.

Para Macri y sus socios las organizaciones sociales son un enemigo a aplastar. Esa es la tarea que su rosca judicial le asignó a la jueza Alicia Vence para sacar del fondo de un cajón causas fraguadas en 2019 y realizar 23 allanamientos en la CABA y el Gran Buenos Aires, sobre compañeras/os que luchan contra el hambre. El gobernador de Jujuy Gerardo Morales (radical), realizó el mismo trabajo sucio allanando 16 viviendas de organizaciones sociales en esa provincia.

Intentan paralizar la lucha del pueblo y a las organizaciones sociales que vienen de protagonizar en las calles una gran jornada de lucha el 14 de julio en plaza Congreso y se preparan para este 21 en una gran jornada nacional. Clarín, La Nación y otros medios saturan sus diarios y programas demonizando a las organizaciones sociales.

Entendemos que se equivocan los sectores que piensan que hay que salir de las calles porque esto crea “inestabilidad” y pasan a poner el centro en las disputas por las candidaturas dentro del Frente de Todos y las elecciones de 2023. En primer lugar porque va a contramano de resolver las necesidades urgentes de nuestro pueblo, y si no se avanza en esas conquistas será difícil la unidad frente al macrismo.

No acordamos con el planteo de la vicepresidenta Cristina Kirchner atacando las organizaciones sociales, ya que divide la lucha popular y esto favorece los planes macristas.

La pelea para derrotar al macrismo va unida a seguir en las calles y confluir en la lucha por las emergencias populares, la soberanía nacional y las libertades democráticas.

Es imposible avanzar en resolver las emergencias que viven la clase obrera y el pueblo argentino si no se tocan los intereses de este puñado de oligarcas, si no se rompe el acuerdo con el FMI y los acuerdos antinacionales con todos los imperialismos.

 

3. La crisis mundial y la disputa imperialista

En el mundo van quedando en evidencia todas las lacras del sistema imperialista: crece el peligro de guerra mundial, hay crisis económica con crecimiento de la inflación. Y sigue la crisis sanitaria, con la amenaza de la posibilidad de nuevas variantes del coronavirus por la falta de vacunas en países pobres.

El imperialismo ruso continúa con sus bombardeos criminales en Ucrania, ya afirmado en el sur y en el este, busca terminar de conquistar la provincia de Donest y avanzar hacia el oeste.

Esta semana Rusia cortó “por mantenimiento” el gasoducto Nord Stream que provee gas a Alemania, en principio hasta el próximo jueves 21. El argumento de Moscú es la falta de una turbina que está en reparación en Canadá y que no le fue devuelta por las sanciones. El temor a que Rusia no restablezca el flujo de gas no afecta solo a Alemania, sino que desde allí se abastece también Italia, Austria y otras naciones europeas. La falta de energía paralizaría gran parte de la industria europea.

Estados Unidos y Francia tuvieron la peor inflación en tres décadas. China, que se proclamaba “la locomotora del mundo” con crecimientos de más del 10% anual, creció solo 0,4% entre abril y junio de este año.

El diario más importante de Estados Unidos, The New York Times. Señala: “Un curso de acción que casi con certeza traerá desempleo, golpeará a los mercados financieros y complicará a los países pobres que atraviesan una crisis de su deuda”. Y el mundo se ve amenazado por “una estanflación como en la década de 1970”.

La “estanflación” es una crisis económica, sumada a una gran inflación y el aumento de la desocupación. El diario yanqui deja en claro que “complicará a los países pobres que atraviesan una crisis de su deuda”. Es decir, que los países imperialistas nos tirarán sus crisis a los países dependientes como la Argentina.

 

4. Nuestro faro es la rebelión de los pueblos

Crece la rebelión de los pueblos en el mundo frente a esta situación. El pueblo ucraniano enfrenta heroicamente al invasor imperialista ruso con las armas en la mano. Somos solidarios con su lucha y seguimos reclamando: ¡Fuera el imperialismo ruso de Ucrania! ¡Fuera Estados Unidos y la OTAN!

Un reguero de luchas populares con grandes puebladas recorre América Latina, enfrentado y derrotando momentáneamente a los gobiernos de la derecha más recalcitrante en Argentina, Bolivia, Chile, Perú, Colombia, y lo enfrentan en los demás países de la región, como lo reflejó la pueblada de Ecuador, la lucha contra Bolsonaro en Brasil y la lucha del pueblo paraguayo.

En Europa crecen las luchas como la inmensa huelga ferroviaria de Inglaterra, y también entran en crisis política sus gobiernos, teniendo que renunciar el primer ministro inglés Boris Johnson, o en Italia, donde renunció su primer ministro Mario Draghi.

Hay rebeliones populares como la de Si Lanka, una isla muy cerca de la India, con 23 millones de habitantes. Es un país en cesación de pagos, y con una inflación en alza del 60%. Su deuda es de 51.000 millones de dólares, en gran parte por negocios turbios con China, y escasean el combustible, la comida y los remedios. El sábado 9 de julio, cientos de miles de manifestantes desbordaron la represión policial y se concentraron en el centro de Colombo, capital de la isla, tomando el Palacio de Gobierno. Las fuerzas armadas quedaron neutralizadas. El presidente se fugó y nombró jefe de gobierno a su primer ministro, que fue rechazado por los manifestantes. Las últimas informaciones hablan de un posible llamado a elecciones.

Habrá que ver cuál es el futuro de Sri Lanka, no conocemos suficientemente. Pero es un hecho que las imágenes de esas masas pobres tomando por asalto la casa presidencial mostraron al mundo qué puede suceder cuando un pueblo harto de tanto sufrimiento se une masivamente para convertirse en protagonista de la política barriendo una dictadura corrupta.

Muestra también, que los negocios con el imperialismo chino no “salvaron” a la isla, sino que fueron parte del saqueo que destruyó el país.

Como viene ocurriendo en América Latina, en Sri Lanka, y otros lugares del mundo, las grandes masas populares en movimiento vienen luchando, se rebelan frente a la opresión y la dependencia. Esas luchas son hoy el faro que alumbran el camino de los pueblos, y a su vez reafirman la necesidad de construir fuerzas revolucionarias que sean vanguardia de esas masas rebeldes y puedan conducir sus grandes luchas hacia su liberación.

 

5. La unidad en las calles

Después del ataque judicial y policial a la CCC y a otras organizaciones, se realizó una conferencia de prensa el jueves 7 de julio en el Congreso. Allí decenas de organizaciones sociales, políticas, de derechos humanos, sindicales, etc. se unieron para repudiar el ataque y la persecución judicial.

El presidente Alberto Fernández se reunió con las organizaciones, rechazó la persecución judicial de la dirigencia política y social, y expresó su solidaridad. Valoramos ese pronunciamiento.

El jueves 14 se realizó una movilización de los Cayetanos mostrando la producción de sus emprendimientos en Plaza Congreso. Los discursos del acto de cierre van marcando que es posible la confluencia, esto sumado a las reuniones realizadas por los distintos movimientos de desocupados para dar una respuesta común en las calles, rechazando la persecución y reclamando respuesta a las urgentes necesidades de los sectores más castigados por la crisis.

Son necesarias medidas para que ese puñado de oligarcas que se la siguen llevando en pala ponga plata para resolver las emergencias, y al seguirse los dictados del acuerdo con el FMI, la situación de las masas se agrava y la derecha reaccionaria se envalentona.

La clase obrera y el pueblo argentino viven una situación difícil. Se agravan sus emergencias en la alimentación, vivienda, salud, educación, tierra y condiciones para producirla, violencia sobre las mujeres, la emergencia en adicciones, en seguridad, etc. Y no hay familia de los sectores populares de nuestro país que no esté afectada por estas emergencias.

Existen condiciones objetivas para unir a la mayoría del pueblo argentino en la lucha por conquistar respuestas para resolverlas.

Son las masas, con su protagonismo, las que vienen impulsando la unidad de las luchas para avanzar en las conquistas necesarias para resolver las emergencias, para reabrir las paritarias, para defender nuestra soberanía, para defender nuestras libertades democráticas.

Hay mejores condiciones para avanzar en la confluencia y nos preparamos para que el 7 de Agosto sea una jornada histórica en la pelea por tierra, techo y trabajo para todos los que habitan nuestro suelo.

 

6. Encabezar las luchas sembrando revolución

Los sectores de las clases dominantes, del macrismo y otros, tienen en común que buscan sacar a las masas de las calles y dividirlas para dirimir entre ellos quién tiene la sartén por el mango.

En estos momentos tratan de “curarse en salud”, golpeando a las organizaciones como la CCC y otras, que están a la vanguardia de la lucha popular. No tenemos que subestimarlos, son fuerzas poderosas.

En estos momentos es un deber de nuestro Partido prepararnos y preparar a las masas para enfrentar sus golpes y seguir la pelea.

En las grandes luchas del último período sectores importantes de la clase obrera y el pueblo han avanzado en su protagonismo y no quieren delegar.

El PCR y su JCR hemos estado a la cabeza de muchas de esas luchas, hemos aprendido de ellas y fuimos arraigando en importantes sectores obreros, campesinos y populares.

Nuestro Partido ha pasado a ser más conocido, se ha prestigiado y ha crecido.

En cada una de esas luchas hemos impulsado que el golpe principal vaya al sector más reaccionario de las clases dominantes que expresa el macrismo. Y con razón, con ventaja y sin sobrepasarnos le dijimos y le decimos al gobierno así no. Como lo hemos hecho en las calles de todo el país con los 200 cortes contra el acuerdo con el FMI.

Las masas buscan avanzar en sus conquistas y en su organización a través de cuerpos de delegados y otros organismos de masa que les permitan decidir.

Organizar las fuerzas de las masas es una política. La política contraría es la que carece del punto de vista de las masas, que no se apoya en ellas ni las organiza.

Hoy la fortaleza del movimiento de desocupados y precarizados de la CCC, potenciado en la unidad de los Cayetanos; el triunfo del clasismo en las elecciones de Mondelez Pacheco, el extraordinario avance de la organizaciones del campesinado pobre que se expresó en el 5to Congreso Nacional de la FNC, y ahora el avance del clasismo en las elecciones de delegados del Astillero Río Santiago, son expresiones avanzadas de sectores de las masas que quieren ir por más.

En cada una de esas luchas peleamos acumular fuerzas para la revolución.

En esa pelea es un hecho importante el extraordinario acto nacional por el 50° aniversario de la Juventud Comunista Revolucionaria, que rebalsó el estadio de Ferro este sábado 16.

Escriben Jacinto Roldán y Ricardo Fierro

Foto: Acto 50° años de la JCR