Noticias

19 de junio de 2020

Vicentin: la intervención del Estado es oportuna y necesaria

Si corremos ideología y prejuicios todo es más claro

"Si nos apartamos de grietas y prejuicios, lo de Vicentin puede ser una oportunidad no solo para cobrar nuestras deudas y mantener los puestos de trabajo, sino también para pensar un país Soberano". Pablo Paillole – Director de Federación Agraria Argentina

En estos días, más allá de las acusaciones cruzadas que existieron entre los directivos de Vicentin y algunos funcionarios del gobierno, lo concreto es que hoy Vicentin está en concurso preventivo con una deuda acreditada de $99.345 millones de pesos, gran parte de ella con las entidades financieras, al Banco Nación le debe $18.000 millones de pesos, más de $9.000 millones a la AFIP y $21.000 millones a productores agropecuarios, acopios y cooperativas. En el mes de marzo se convocó a los productores a firmar un acuerdo que imponía que para cobrar debían aceptar una rebaja de sus créditos del 50 por ciento. Un número importante ante el temor de no cobrar nada aceptó la propuesta, le dieron los cheques y los mismos  fueron rebotados.

Muchas cosas se dicen de la empresa Vicentin, desde triangulación para evasión impositiva hasta la complicidad con autoridades del Banco Nación para obtención de créditos millonarios días antes de declararse en estres financiero, violando disposiciones internas del Banco. Es la JUSTICIA la que debe determinar la veracidad de cada uno de los delitos que se los acusa. Nosotros como entidad de los pequeños y medianos productores tenemos que gestionar para que cada unos de los productores, acopio y cooperativas puedan cobrar lo que se les debe, es por ello que consideramos necesaria y  oportuna la intervención del Estado, no se los puede abandonar a los productores para que deambulen en los pasillos de los Tribunales por haber cometido el delito de producir. Más del 85 % de los concursos preventivos terminan en la quiebra. Cuando sacamos un crédito hipotecario y no podemos pagar por lo general se te quedan con el campo o con la casa  o con el terreno, nadie sale a decir que el campo fue fruto del trabajo de tus abuelos y que están violando tu derecho de propiedad. ¿Por qué lo tiene que hacer el Estado con Vicentin?,  donde además de los problemas económicos hay que agregarle los problemas judiciales. Sería lamentable que las organizaciones que representan a los pequeños productores le digan al Estado que no se meta, que deje todo como está y nos dejen en el desamparo lidiando con el poder económico, político y  judicial de estas empresas, si  el Estado no concreta  la intervención  y se vuelve para atrás ¿cuál es la esperanza de cobro?,  ¿cuál es la posibilidad de que nuestras cooperativas puedan ser parte en la exportación de nuestros productos?, ¿cuál es la esperanza de terminar con el chantaje de la devaluación para liquidar los dólares ?, ¿cuál es la esperanza de transparentar el mercado de granos?

 

Si nos apartamos del grietas y prejuicios, lo de Vicentin puede ser una oportunidad no solo para cobrar nuestras deudas y mantener los puestos de trabajo, sino también  para pensar un país Soberano, donde el esfuerzo de muchos no se lo lleven un puñado de vivos que cuando el negocio  y la fiesta  se les complican a ellos la terminamos pagando nosotros.

 

Escribe Pablo Paillole – Director de Federación Agraria Argentina