Llegó el verano, y con él los cortes de energía eléctrica. Miles de usuarios de Capital Federal y Gran Buenos Aires quedaron varios días, hasta 7 en algunos casos, sin luz en sus hogares. Que la Argentina no es la misma después del 2001, también se vio reflejado en las decenas de cortes de calles, avenidas, puentes, etc., con que los vecinos indignados expresaban su bronca contra las empresas Edenor y Edesur, y contra el gobierno nacional.
Llegó el verano, y con él los cortes de energía eléctrica. Miles de usuarios de Capital Federal y Gran Buenos Aires quedaron varios días, hasta 7 en algunos casos, sin luz en sus hogares. Que la Argentina no es la misma después del 2001, también se vio reflejado en las decenas de cortes de calles, avenidas, puentes, etc., con que los vecinos indignados expresaban su bronca contra las empresas Edenor y Edesur, y contra el gobierno nacional.
La magnitud de la protesta fue cuidadosamente ocultada, desde ya por el gobierno, pero también por sus mediáticos opositores como el grupo Clarín, ya que el paisaje se asemejaba mucho al de un diciembre de hace nueve años atrás. Por cada corte que aparecía en TV, decenas más se desarrollaban como reguero de pólvora a los pocos minutos de producido un apagón, con los ya clásicos fuegos, alimentados no sólo por las cubiertas, sino por la basura que se veían obligados a tirar tanto vecinos como comerciantes, al descomponerse la comida en las heladeras.
En muchas localidades se armaron manifestaciones frente a los locales de las empresas, como la que se desarrolló en Avellaneda cortando la Av. Mitre frente a Edesur por varias horas.
Las explicaciones del ministro De Vido rozan lo patético, más teniendo en cuenta que él mismo sufrió un apagón durante su casamiento. Eso sí, está claro que este gobierno no desperdicia oportunidad para hacer negocios, como se vio en el trato diferencial con las distintas empresas: mientras a Edesur le aplicó una multa de varios millones de pesos, y varios plumíferos K salieron a hablar de sacarle la concesión, con Edenor “están estudiando” si la van a sancionar. ¿Será porque en esta empresa hay gente “del palo K”?
Lo concreto es que, más allá de los rimbombantes anuncios de nuevas obras hechos por este gobierno, que solemos ver repetirse hasta el cansancio en las pantallas de los canales oficiales, y oficialistas, se continúa en este caso con la mejor tradición menemista de que las empresas de servicios privatizadas, a los únicos que sirven es a sus dueños.
Estas empresas no invierten un peso de los miles de millones que aporta el gobierno nacional en subsidios, despidieron y tercerizaron a miles de trabajadores, y mantienen en lo esencial las mismas redes eléctricas de los tiempos de Segba.
Lo nuestro pasa por organizar la bronca, y desnudar la esencia antipopular de la política de este gobierno en el área energética.