Siguen las asambleas de los productores en todo el país y crece la bronca en las bases agrarias frente a las demoras y maltratos del gobierno que en una semana más de negociaciones solo acordó discutir el tema de las carnes, con un nuevo compromiso de reabrir las exportaciones de la cuota Hilton y de las vacas viejas termoprocesadas, siempre sujeto a la arbitrariedad del secretario Moreno.
Entretanto la vida económica en los pueblos del interior se altera cada vez más por los cortes en la cadena de pagos y la menor actividad del comercio y las industrias vinculadas a la producción agropecuaria.
El gobierno kirchnerista no solo se ha negado a colocar en la agenda la discusión sobre el aumento en las retenciones a la soja y el girasol, que fueron el detonante de la rebelión agraria, sino que en una verdadera actitud provocativa, de manera unilateral, volvió a anunciar que devolvería a los productores de menos de 500 toneladas lo que excediera el 35% de retención sobre el precio de exportación, lo que significa un 5%. Este anuncio del gobierno se queda muy por detrás de lo propuesto por Federación Agraria: que se devuelva un 15% hasta las 1.000 toneladas, un 10% de 1.000 a 1.500 y un 5% de 1.500 a 3.000. Como dice el refrán: "a un usurero es difícil abrirle la mano".
El gobierno busca con este anuncio unilateral dividir al frente agrario, pero la mayoría de los pequeños y medianos productores no solo lo ven como una limosna sino que descree poder conseguir la devolución de ese pequeño porcentaje del 5% que se anunció, por el papelerío que se exige, como ya ocurrió con el subsidio a los tamberos. Por eso, en las multitudinarias asambleas que se siguen realizando en estos días, por unanimidad se mantiene el reclamo de retrotraer la situación al 10 de marzo, para que sea realmente una negociación. Si no volver a las rutas el 2 de mayo.
02 de octubre de 2010
