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25 de septiembre de 2019

Resultado de la política macrista de hambre y entrega

Sigue creciendo la desocupación

Según el Indec, la tasa de desocupación alcanzó al 10,6% en el segundo trimestre del año, castigando a más de 2,1 millones de personas.

La proyección de la encuesta del Indec al total país, con 45,1 millones de habitantes, muestra que sólo 19,3 millones de personas tienen una actividad rentada y 2,1 millones buscan activamente un trabajo y no lo consiguen. Esto significa que la tasa de desocupación pasó de 9,6% a 10,6% en relación al segundo trimestre del año pasado, aumentando en 250.000 personas más s decir, sin incluir como desocupados a los que podrían trabajar, pero no lo buscan activamente sea por “desaliento”, enfermedades, etc.

A los llamados “desocupados plenos” hay que agregar los subocupados, que son quienes cuentan con algún trabajo, pero desearían poder tenerlo por más horas. La subocupación según la encuesta pasó del 11,2 al 13,1%. Representan 420.000 personas más que un año atrás, totalizando 2.530.000 que trabajan pocas horas y están dispuestas a trabajar más.

De estos números se desprende que casi 4.600.000 personas –el 23,7% de la llamada Población Económicamente Activa– tienen problemas de empleo porque no encuentran trabajo o realizan trabajos de pocas horas, en especial en la informalidad o en “changas”. Son 670.000 más en tan solo un año, en un contexto de menor actividad y de caída de los ingresos, donde se amplió el trabajo precario, de pocas horas o “changas” en detrimento incluso de ocupaciones a tiempo completo.

En cuanto a los jóvenes de hasta 29 años que buscan activamente un trabajo y no lo consiguen, la tasa de desocupación es más del doble de la de los adultos: creció de 17,3% a 18,6% en los varones y de 21,5% a 23,4% en las mujeres, desde el 2° trimestre de 2018 al mismo período de 2019.

Estos datos son el resultado de la política macrista a favor del latifundio en el campo y de la dependencia del país de los imperialismos. Política que se manifiesta en la creciente dolarización de la economía del país, que se sostiene con las tasas de interés usurarias del Banco Central para beneficio de la especulación financiera, ahogando toda actividad que no sea manejada por los grandes terratenientes y monopolios que manejan los intereses imperialistas. Así se continúa destruyendo la producción y el comercio para el mercado interno, con la consiguiente destrucción del trabajo nacional, que se manifiesta en la desocupación y subocupación de un creciente número de los que habitamos la Argentina.

Hoy N° 1784 25/09/2019