Los trabajadores continúan resistiendo las maniobras dilatorias y divisionistas de la empresa, luchan por cobrar sus salarios y en defensa de la fuente laboral, para sostener a casi 400 familias de Quilmes y zonas aledañas.
Todo esto pese al silencio cómplice de la mayoría de los grandes medios de comunicación, y también del gobierno nacional, ya que Massuh forma parte del riñón de las clases dominantes. La ejemplar firmeza de los obreros sigue concitando el apoyo de distintos sectores de la comunidad.
El jueves 19, la Comisión Interna mantuvo una nueva audiencia con la empresa en el Ministerio de Trabajo provincial, de la que participaron también el sindicato y la Federación. Si bien la empresa comprometió un incremento de $ 100 en la cuota semanal que paga a los compañeros quincenales –que se hizo efectiva–, los compañeros mensuales se encontraron con sólo $ 170 depositados de los $ 500 que cobran habitualmente. Esta maniobra está dirigida a sembrar la división, por lo que al cierre de esta edición se discutían los pasos a seguir.
Además, la provincia podría destinar un subsidio por obrero y así tratar de achicar la deuda. Sin embargo el trámite debe iniciarlo la empresa y, juzgando los hechos, parece ser que no tienen intenciones de hacerlo. Un delegado que habló con nuestro semanario decía: “¿qué tendrá que esconder Massuh en sus cuentas que nunca quisieron tramitar ese subsidio? Si tienen que mostrar los balances, van todos presos”. Lo que quedó más que claro, es que no existe ningún grupo inversor, y que a los Massuh lo único que les interesa es que el conflicto vaya decayendo, jugando al desgaste y la división.
El jueves 19 y el viernes 20 se realizaron asambleas en las que se debatió cómo continuar la lucha. Hay una opinión generalizada de que los tiempos se acortan y se está en un momento de desenlace.
02 de octubre de 2010
