El incumplimiento reiterado del Grupo Río Bravo –dueño de ambas empresas– con las fechas de pago de las quincenas va teniendo respuesta en los paros que protagonizan los compañeros de RBI, a los que adhieren los trabajadores contratados y ahora se suman los metalúrgicos de Argelite.
La falta de pago en término, los problemas con la producción, máquinas paradas, falta de material y herramientas, abonan las sospechas, que todos tenemos, de una maniobra fraudulenta entre la multinacional alemana Robert Bosch y el Grupo Inversor Río Bravo, de los que es uno de los principales accionistas Pablo Rojo, quien fuera presidente del Banco Hipotecario durante el menemismo.
Los trabajadores de la ex Bosch están pasando en limpio las enseñanzas de los largos años de lucha y de los diez días de la toma de la fábrica en defensa de su fuente de trabajo, y siguen dispuestos a enfrentar a la nueva patronal para no seguir pagando la crisis.
Eso fue lo que demostraron también cuando firmaron un petitorio solicitando un 40% en las paritarias, que los compañeros de la alimentación demostraron que se podía conseguir, ya que los metalúrgicos seguimos teniendo –como consecuencia de la línea de sumisión de Antonio Caló, Sec. Gral. de la UOM, con la política kirchnerista–, uno de los salarios más bajos de toda la industria.
A esto se agrega ahora, que el ejemplo de las luchas en RBI tiene repercusión en Argelite, donde los compañeros van descubriendo que es el camino de la lucha el que les permite defender sus derechos. Por eso es tan importante buscar formas para que ambas fábricas puedan coordinar sus luchas y darles los mismos objetivos, ya que la situación de Argelite y la de RBI (ex Bosch) tiene cada vez más parecido por una administración que pretende manejarse como patrones de estancias, desconociendo los derechos de sus trabajadores.
Por eso el paso siguiente es elegir una nueva Comisión Interna en RBI que se ponga al frente de los reclamos de los compañeros, ya que el Sindicato no es ninguna garantía frente a la patronal y es el principal responsable de que no se convoque a elecciones de delegados, aduciendo la necesidad de tener seis meses de antigüedad, cuando la ley de Asociaciones Profesionales dice claramente que para un establecimiento nuevo no se necesita ningún requisito de antigüedad.
Una Comisión Interna entre los compañeros que están adentro y entre los que están siguiendo la lucha por entrar y recuperar su trabajo, donde el Sindicato le reconozca a los compañeros que todavía no ingresaron el mismo derecho que a Miguel Diz, delegado que fuera despedido de José Lieb y que a pesar de seguir fuera de la planta, porque la patronal se niega a reincorporarlo, fue elegido delegado.
La unidad de los compañeros que recuperaron por la lucha su fuente de trabajo y la de quienes siguen luchando por recuperarla, es la síntesis de muchos años de lucha donde los trabajadores metalúrgicos de Bosch lograron importantes conquistas y sobre todo practicaron la más profunda democracia sindical que fortaleció la unidad, antes y ahora.
• Por una Comisión Interna que una a los que entraron y a los que siguen luchando por entrar a trabajar.
• Por un aumento de emergencia de $ 400 y reapertura de las paritarias.
• Volver a las 45 horas semanales.
• Premio por asistencia en las condiciones del que pagaba Robert Bosch.
• Reconocimiento de la antigüedad para el pago del adicional del convenio y las vacaciones.
• Pago en término de las quincenas.
• Defensa de la fuente de trabajo.
02 de octubre de 2010