En el marco de esta pelea el miércoles 27 se hicieron presentes en la puerta de la Planta Barracas dos grupos de trabajadores, uno a la mañana y otro a la tarde, reclamando con bombos y carteles que la empresa cumpla con los traslados como se firmó en actas de mayo de 2014.
En el marco de esta pelea el miércoles 27 se hicieron presentes en la puerta de la Planta Barracas dos grupos de trabajadores, uno a la mañana y otro a la tarde, reclamando con bombos y carteles que la empresa cumpla con los traslados como se firmó en actas de mayo de 2014.
Es un tema muy sentido por el conjunto de trabajadores de esta empresa, ya que todos los que hoy trabajan en Echeverría han sufrido en carne propia tener que cambiar la forma de viajar, a veces la vivienda, el horario para ver a los hijos, etc. Porque todos fueron, en distintos procesos, trasladados desde otras plantas.
Así sucedió con los del aceite de Avellaneda, con los de Arroz Gallo, con los de la yerba, con los de Tres Cruces, con la última compra de la planta de San Martín de Bonafide. Todos saben los sacrificios que tuvieron que soportar para conservar el trabajo. Todos tienen presente a tantos compañeros que quedaron en el camino en todos estos traslados. Y eso sin contar los pibes de agencia que no tienen ninguna estabilidad.
Hoy estamos viviendo un nuevo proceso con el traslado de la Planta Barracas a Echeverría. No ha sido fácil ni gratis. Es un proceso que empezó en el 2008 con el desmantelamiento de las líneas de arroz, luego siguió con la yerba, y en el 2013 la empresa quiso dejarlos sin posibilidad de reunirse dando vacaciones simultáneas cuando llegó la noticia de que habían vendido el predio.
¿Dónde estarían hoy si no se hubieran opuesto y si no se hubieran organizado para resistir? Pero en Barracas los trabajadores estaban alerta. Porque desde ese 2008, cuando empezó el desmantelamiento del arroz, comprendieron que sólo peleando por la dignidad y el trabajo podían defender sus derechos. Así se fueron uniendo para mantener los puestos de trabajo, consiguiendo categorías, puestos efectivos, mejoras en el comedor, etc. y también para conseguir el traslado de todos a Echeverría. Esto es lo que les quiere hacer pagar la empresa. Que no bajaron los brazos nunca.
En Barracas cesaban todas las actividades el 31 de julio. La empresa firmó el pase de 15 compañeros para el 1 de agosto dejando en la planta inactiva a siete. Buscan aislar y castigar al delegado Luciano Greco, que ha sido durante ocho años la cabeza de la Comisión Interna. Lo quieren aislar porque no aceptó plata a cambio del puesto de trabajo. Quieren obligarlo a renunciar.
Por eso los compañeros que ya fueron trasladados, y otros que vienen de otras fábricas, fueron a la puerta de Barracas a expresar su solidaridad y exigir a la empresa que cumpla con los traslados. El jueves 28 los delegados de Barracas fueron a Echeverría a agradecer este apoyo, y a conversar con otros compañeros y los delegados de esa planta, para decirles a todos que lo que todos quieren es el trabajo, no plata.
La secretaria gremial del STIA se comunicó luego expresando que el martes 2 la empresa firmaría el traslado de todos los que quedan para el 8. Cuando esta edición esté en la calle ya sabremos si han cumplido. Pero está claro que hay que mantenerse unidos y en alerta hasta que el último trabajador esté en Echeverría.