Hemos vivido años muy difíciles después de la restauración capitalista, después de la derrota de la Revolución Cultural, en el año 78, en China. La rueda de la historia pareció marchar para atrás durante muchos años. Así como en el año ’17 se inició un período de revoluciones que han sido las más grandes de la historia de la humanidad, a partir de la restauración del capitalismo en la Unión Soviética y posteriormente en China parecía que la rueda de la historia giraba para atrás. Ha habido un gigantesco avance de las fuerzas contrarrevolucionarias y se han impuesto cambios muy grandes en el mundo. Y cambios muy grandes en nuestro país. Todo ha cambiado.
Sobre esas derrotas y sobre esos cambios se montó una gran ofensiva ideológica del imperialismo y del revisionismo. Desde hace muchos años, nuestro partido –y entiendo que es su principal mérito histórico- ha enfrentado esa ofensiva. Lo hemos hecho, primero, con la defensa del marxismo leninismo maoísmo; y en segundo lugar, estudiando los nuevos fenómenos y procesos. Se podrá decir que los hemos estudiado insuficientemente, que no hemos hecho todo lo necesario; pero lo hemos intentado. Tanto el 6° como el 7° y ahora el 8° Congreso han hecho esfuerzos por estudiar esos nuevos fenómenos y procesos.
Capitalismo e imperialismo
¿Por qué nos abroquelamos en la defensa del marxismo leninismo maoísmo? Esto es muy importante. No lo hacemos por dogmáticos y doctrinarios como dicen los revisionistas, que precisamente para meter su contrabando, dicen que el principal problema del movimiento obrero y revolucionario actual, después de este gigantesco triunfo contrarrevolucionario, es el dogmatismo y el doctrinarismo. Nosotros nos abroquelamos en la defensa del marxismo, compañeros, porque si el imperialismo y el capitalismo financiero, como dijo Lenin en 1919, son una superestructura del antiguo capitalismo, como dijo Lenin, si se derribase esa superestructura se va a encontrar abajo a ese antiguo capitalismo. Porque ese imperialismo, como él decía, es una superestructura de ese capitalismo, que es la base del imperialismo. Lo dijo en polémica con Bujarin. Esto es muy importante, porque si es así, las leyes de las bases de esta sociedad ¿quién las descubrió y las explicó? Carlos Marx. Por lo tanto, si nosotros abandonamos el marxismo jamás podremos tener un conocimiento científico de la base de esta sociedad.
Y en cuanto a la fase imperialista del capitalismo, su esencia y sus principales rasgos, fueron descubiertos y explicados por Lenin. Hace treinta años que nos aburren con las teorías que tratan de explicarnos que la definición de Lenin sobre imperialismo ya no corresponde a la realidad, que el mundo ha cambiado. Durante treinta años nos dijeron que ahora el imperialismo en vez de exportar capitales importaba capitales. Y en este momento, para dar un ejemplo, los capitalistas han invertido, en pocos años, 150.000 millones de dólares en China. Todo el mundo debería darse cuenta del contrabando ideológico que han metido estos revisionistas.
Por lo tanto, compañeros, si no se estudia y se defiende la teoría de Lenin no se puede conocer la sociedad moderna, que habrá cambiado mucho, que tiene elementos nuevos, pero que sigue estando caracterizada esencialmente por la división entre países opresores y países oprimidos, que son, estos últimos, la inmensa mayoría de la humanidad. Como se ha publicado hace poco, un puñado de personas, trescientas cincuenta y ocho personas de esos países imperialistas tienen tantos ingresos como el cuarenta por ciento de la humanidad. Es decir que en relación a lo que dijo Lenin en la época en que escribió El imperialismo, se ha agravado esa división del mundo y éste se ha transformado en esta monstruosa realidad, donde la inmensa masa de la población del mundo, entre la cual estamos nosotros, los pueblos de América Latina, es explotada y oprimida por ese imperialismo.
El maoísmo
En cuanto al maoísmo, compañeros, la primera revolución dirigida por la clase obrera en país colonial, semicolonial y dependiente fue la que dirigió el Partido Comunista chino con la dirección del camarada Mao Tsetung, y allí se descubrieron las leyes generales de la revolución en los países coloniales, semicoloniales y dependientes; y Mao Tsetung fue el máximo estratega de la historia del marxismo de la guerra popular revolucionaria por eso, sin estudiar el maoísmo es absolutamente imposible alumbrar el camino de la revolución en nuestros países. Y además, está su gran aporte, histórico, que fue la práctica y la teoría de la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado, que durante diez años impidió, en China, la restauración capitalista como había sucedido en la Unión Soviética.
Desde allí abordamos los nuevos problemas. Esto que dicen los revisionistas que “desaparece la clase obrera” o lo de “los nuevos sujetos históricos”, “los problemas de la ecología”, “los problemas de la globalización”… Nos han bombardeado, desde los años 89/90, en especial, con el “fin de la historia”, el “nuevo orden mundial”, el “mundo unipolar”. Y nosotros nos hemos mantenido firmes “dogmáticamente” como dicen ellos, en la defensa de nuestras concepciones.
Teorías y debates
Ahora, los que hablaban del «nuevo orden mundial» escriben sesudos artículos para explicar que todas las teorías que nos vendieron durante estos años han fracasado: la del «fin de la historia», la del «choque de civilizaciones». Y que estamos, como tituló una revista europea hace pocas semanas, ante la “geopolítica del caos”, porque lo que reina en el mundo no es el “orden” sino el “caos”.
También han planteado el mundo unipolar. Todos hemos discutido con determinada tendencia en la Argentina, con determinados sectores -hemos estado en el Frente del Sur y en otros frentes únicos donde hemos tenido largas discusiones porque ellos veían el mundo unipolar. Ahora dicen algunos de ellos, sin hacer autocrítica, que el mundo es multipolar, cosa que nosotros venimos diciendo desde poco después de 6° Congreso (en 1990)…
Nosotros, compañeros, para este problema nos basamos en la historia argentina. Porque el imperialismo alemán, que era muy fuerte en la Argentina desde principios de este siglo, perdió la Primera Guerra Mundial, y en el año ’23, cuando los franceses ocuparon el Ruhr, la producción alemana cayó al 40% de la producción de preguerra. Y en el año ’30, cuando se dio en la Argentina el golpe de Estado de Uriburu, a la cabeza de ese golpe estaban los alemanes con los yanquis. Y en el año ’43, cuando los alemanes habían sido derrotados en Stalingrado y estaban cercados, en el golpe militar del ’43, en la Argentina, había una presencia de los alemanes que algunos consideran hegemónica, y otros como muy fuerte, pero que nadie niega…
Nosotros nos basamos en esa experiencia histórica y en lo que sabemos que tiene acá el imperialismo ruso, para decir que la disputa en la Argentina con el imperialismo yanqui, que es hegemónico, y con otros imperialismos, es feroz…
Ahora también quieren convencernos de que hay que reducir la lucha popular a «la lucha contra el modelo». Pero el problema está en el sistema de la dependencia, del latifundio. No solo en el modelo. Porque acá «modelos» conocimos muchos; yo no sé si eran mejores o peores que éste. Por ejemplo, el «modelo» de la década infame ¿fue o no un «modelo»? El «modelo» de la «Libertadora» ¿fue o no un «modelo» con Prebisch y su política? ¿Y el de Martínez de Hoz y la dictadura del ’76? Hemos conocido muchos «modelos», también el de la hiperinflación. Nosotros no luchamos contra el «modelo», nosotros luchamos contra el sistema. Porque si nosotros no cambiamos este sistema no se van a resolver los problemas de fondo de las masas populares. En todo caso, en las luchas tácticas para avanzar, siempre las orientamos con el objetivo de deteriorar al sistema, acumulando fuerzas hasta acabar con Porque si no, no vamos a terminar nunca, nos van a cambiar un «modelito’ por otro «modelito», va a venir un «modelito» de temporada por otro «modelito» y vamos a seguir siempre con la misma.
Hoy N° 1935 19/10/2022