Noticias

03 de febrero de 2021

Comunidad originaria Iwi Imemby, La Plata, Buenos Aires

“Sin tierra no hay identidad”

La comunidad originaria Iwi Imemby, integrante de la Federación Nacional Campesina y del Movimiento de Originarios en Lucha, ha logrado dar pasos importantes para resolver el conflicto por tierras con la Municipalidad de La Plata, aún falta mucho. La lucha por el respeto de sus derechos continúa.

El drama de la necesidad de tierras es particularmente grave para las comunidades originarias, que viven de la producción y para las cuales, como repite don Gumersindo Segundo, consejero general de la comunidad Iwi Imemby: “somos parte de la tierra, sin tierra no hay identidad, se pierde nuestra cultura, nuestras costumbres y el futuro de nuestras familias”.

Por eso fue considerado un gran paso que, como parte de un reclamo de 150 has y una cautelar basados en la Ley 26160, la Municipalidad se viera obligada a otorgarles en el año 2019, cuatro hectáreas productivas en la localidad de El Peligro. No era mucho, pero les permitiría reagruparse, dejar de pagar un alquiler y realizar prácticas de producción sanas y respetuosas de la naturaleza, herencia ancestral de generaciones.

Pero la lucha por la tierra, aún en pequeña escala y con todos los derechos es despiadada en la Argentina de los terratenientes y monopolios.

Cuando las familias comienzan a instalarse, no obstante esta situación legalmente reconocida que las hace poseedoras de las tierras, con el argumento de un proyecto urbanístico que la Municipalidad aprueba, el Club Gimnasia y Esgrima La Plata impide que las familias se asienten, primero por la fuerza policial y matones a sueldos, luego ante la firmeza de la comunidad y las organizaciones y organismos que la apoyan, recurren al diálogo comprometiéndose en sucesivas reuniones a conseguir tierras alternativas con características similares a las que poseen.

Comenzó entonces una sucesión de ofertas totalmente inviables: o eran tierras ya ocupadas, o eran de un Parque Industrial o no reunían las mínimas condiciones. Mientras tanto crecía la angustia y la bronca de las familias, se vencía el alquiler de las tierras en donde estaban y podían quedar en la calle o pagando arriendo sin poder producir.

Don Gumersindo de cara a los funcionarios expresa ese sentimiento: “Ustedes se ofenden porque nos indignamos. Nos indignamos porque nos niegan nuestros derechos, nos discriminan. Nos hablan de una sociedad igualitaria y justa, pero ¿dónde hay espacio para el indio? Si ocupamos tierras somos usurpadores, ahora vamos por la vía legal y nos dan una respuesta negativa. Suponemos que el derecho constitucional y la legislación nacional e internacional aprobada por el Estado es para proteger la vulnerabilidad de la mayoría de los pueblos originarios que seguimos sufriendo un modelo de desarrollo impuesto por los grandes terratenientes, con un sistema social y una política de represión y exterminio. Cada vez que nos rechazan, nos sentimos inhumanos, se repite el drama de la conquista”.

Al fin hacen una oferta de casi tres hectáreas en una ubicación no tan buena como la que poseen pero si se concretan las mejoras exigidas (agua, electricidad, caminos, el pago del alquiler hasta que puedan mudarse, entre otras mejoras) y se mantiene el compromiso de completar al menos 4 has. la comunidad aceptaría.

Se está redactando un modelo de comodato entre las organizaciones que apoyan esta lucha y participaron de las negociaciones (las consejeras Patricia Segundo y Melisa Álvarez y el consejero general Gumersindo Segundo,  Asoma FNC, Comisión Por La Memoria, Cepai, Defensoría del Pueblo, Asamblea de Pueblos Guaraníes.

Más de 50 organizaciones y personalidades, firmaron la adhesión a la lucha de la comunidad. También el bloque de concejales del Frente de Todos se solidarizó y se comprometió a no votar ningún decreto que perjudique a la comunidad.

Los compañeros y compañeras de la comunidad consideran que es un paso importante lo que se está logrando, y consideran que si no se hubieran mantenido firmes y logrado el apoyo solidario estarían en la calle sin ninguna posibilidad de negociar.

De concretarse esto, dicen: “podríamos asentarnos algunas familias, comenzar a trabajar sin el yugo del alquiler y juntar fuerzas para que se cumpla con lo prometido e ir por más, ya que nuestra lucha es por las 150 has exigidas”.

Todas las organizaciones sociales, agrarias, políticas etc., debemos rodear la lucha de la comunidad, su triunfo será un paso y un estímulo para la lucha por la tierra de miles de campesinos criollos y originarios.

 

Hoy N° 1850 03/02/2021