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18 de mayo de 2016

La provincia de Santa Fe tuvo que enfrentar 20 días de lluvia durante el mes de abril, después de las crecidas de los ríos en diciembre y una gran tormenta en febrero. Esta situación se tornó insostenible en los 18 departamentos en los que se declaró la emergencia hídrica, principalmente por la crisis del sector lácteo en la provincia.

Situación crítica de los tamberos

Tras las inundaciones en Santa Fe

Santa Fe tiene la cuenca lechera más importante de Latinoamérica. Es un pulmón de producción de leche con alta genética, calidad, usinas lácteas, usinas preparadas para la exportación. Hoy esa industria está devastada debido a una situación económica de precios de quebranto que recibía el tambero, que lo llevó a desfinanciarse, a endeudarse y a perder capitales. Hay 4.100 tamberos afectados.
 

Santa Fe tiene la cuenca lechera más importante de Latinoamérica. Es un pulmón de producción de leche con alta genética, calidad, usinas lácteas, usinas preparadas para la exportación. Hoy esa industria está devastada debido a una situación económica de precios de quebranto que recibía el tambero, que lo llevó a desfinanciarse, a endeudarse y a perder capitales. Hay 4.100 tamberos afectados.
 
Se pierde la mitad de la producción diaria
Sectores industriales y comerciales se quedan con la mayor parte de la renta que le corresponde al tambero y terminan perjudicando también al consumidor. Sobre eso vino la emergencia hídrica, que tuvo un impacto brutal sobre la cuenca lechera. Se perdieron tambos y cayó la producción diaria en un 50 y 60%.
Santa Fe produce normalmente 8 millones de litros por día, y hoy apenas se llega a los 4 millones. Esto equivale a una pérdida de entre 12 y 14 millones de pesos diarios.
La provincia pasó de tener 30 mil tambos en 1988 a tener sólo 9 mil en la actualidad, aproximadamente. La producción está estancada y se estima que va a caer aún más. “En los últimos 40 años no se hizo nada, sobre todo me refiero a los gobiernos, no le echo la culpa a los tamberos ni a los distintos sectores”, expresó Contigiani, ministro de Producción de Santa Fe.
Esto sucede por falta de políticas que logren la transparencia en la cadena láctea. La lechería no tiene una sola referencia institucional ni reglas de juego. “Estamos intentando hacer algo distinto desde Santa Fe, aunque creemos que para lograr resultados se tiene que tomar desde el gobierno nacional. Por ejemplo, transparentar la cadena, tipificar la leche, lograr precios de referencia, mercado institucionalizado, arbitraje”, sostuvo el ministro de Producción.
 
Relación tambo-industria
Hoy la relación tambo-industria es en base a un contrato oral de suministro, donde el productor entrega la leche y no sabe cuándo le van a pagar. Generalmente la pagan a sesenta días, aunque menos en algunas excepciones, y el precio lo fija el gerente según determinadas variables. El problema es el modelo. No habrá soluciones reales sin cambios de fondo en la matriz productiva.
A partir de la declaración de emergencia hídrica sobre gran parte de la provincia, el gobernador Miguel Lifschitz, el ministro de Agroindustria de la Nación Ricardo Buryaile, y el ministro de Producción de Santa Fe Luis Contigiani anunciaron medidas con las que se pretende paliar la crisis lechera.
En primer lugar se creará un fondo de emergencia de 41 millones de pesos que la Nación otorgará para subsidiar a todos los sectores productivos afectados, no solo a los lecheros. Además se lanzará una línea de crédito por 300 millones de pesos con tasa del 29%, pero que se financiará el 5% por parte de la Provincia y otro 5% por parte de Nación, con lo cual el interés sería del 19%. Otra acción conjunta será el subsidio que se brinde por la leche de abril y mayo de 50 centavos por litro, donde 40 centavos pondrá el gobierno nacional, y los 10 restantes la provincia.
Por su parte, el gobierno provincial financiará el aumento de energía: “Estamos dando a los tamberos por tres bimestres doce cuotas sin interés”, manifestó el secretario de Lechería Pedro Morini. Y agregó: “También vamos a otorgar el subsidio de $400 por vaca para comprar alimentos, que es una necesidad que tiene el productor”.
Más allá de las medidas que tienden a dar un respiro al sector, el problema de fondo es que con este modelo son viables sólo las grandes unidades productivas, cuando los pequeños tamberos vienen ganando lo mismo desde hace años, incluso teniendo pérdidas a partir de los costos que maneja, y el consumidor paga cada vez más caro en el comercio. “Acá no hay duda que hay una posición dominante de las grandes cadenas de supermercados y la industria. La industria ajusta para abajo, el comercio ajusta para arriba y en el medio queda el productor que es el tipo que todos los días reniega para obtener un litro de leche”, reconoció el secretario.
 
Protestas y reclamos en toda la provincia
El  viernes 6 de mayo, el Sindicato de Camioneros de Santa Fe regaló 10 mil litros de leche (6 mil en Rosario y 4 mil en la capital provincial) para hacer visible la crisis que sufren unos 700 empleados del sector que están paralizados por la cantidad de tambos que están sin funcionar. El lugar elegido en Rosario fue la plaza Libertad (Mitre y Pasco), donde se estacionaron a partir de las 11 de la mañana camiones cisterna que repartieron la leche. 
En la ciudad de Santa Fe se hizo lo mismo en la plaza 25 de Mayo, frente a la Casa de Gobierno. La CCC se solidarizó y aprovechó también para denunciar en los medios la situación que se vive en los barrios donde ya hace años, como en este último, se vienen multiplicando la cantidad de niños y abuelos en las copas de leche y comedores de la CCC.
Una semana después, el viernes 13, el Sindicato de Camioneros de Santa Fe junto a empresarios del sector lácteo y productores de la zona realizaron una manifestación hasta la ciudad capital de la provincia. Ésta arrancó en la intersección de la Ruta 34 y la Autovía 19 y terminó en la Plaza de Mayo santafesina.
 
En esta crisis no todos pierden
Producto de la concentración y desregulación de la cadena lechera, en estos últimos años no solo han sido siderales las ganancias de las empresas como Sancor o La Serenísima que acaparan el mercado industrializador sino que se ven casos como el de Adecoagro, que es propietaria de un tambo de más de 6.000 vacas en el sur de la provincia. 
El propio Ministerio de la Producción realizó un informe a principios de 2016 titulado: “¿Cierre de tambos o concentración de la producción? Sector Tambero de la Provincia de Santa Fe. Período 2008-2015”, en que menciona que “los datos provinciales analizados muestran que en el período 2008-2015 la cantidad de establecimientos tamberos se redujo en un 9,9%, pasando de 4.059 establecimientos tamberos en 2008 a 3.657 en 2015; es decir, 402 establecimientos tamberos menos en la provincia. Sin embargo, para el mismo período, la disminución en unidades productivas tamberas fue sólo del 2,1%, pasando de 4.360 a 4.270”.
Ante esta situación urge una ley nacional de lechería que regule la cadena productiva e impida que siga aumentando la concentración, que fije precios mínimos para el sector primario, que garantice el abastecimiento a precios justos del mercado interno y que por último controle las exportaciones para que sus frutos redunden en el desarrollo de las economías regionales y no terminen en el bolsillo de unos pocos.