En un artículo publicado en Página/12 del 24/10/2010, con el título “Sobre el uso político de los muertos”, que se refiere al asesinato del militante Mariano Ferryera, José Pablo Feinman, en lugar de condenar el hecho, termina atribuyendo la responsabilidad a los obreros que luchan por sus reivindicaciones económicas, sociales y políticas.
En un artículo publicado en Página/12 del 24/10/2010, con el título “Sobre el uso político de los muertos”, que se refiere al asesinato del militante Mariano Ferryera, José Pablo Feinman, en lugar de condenar el hecho, termina atribuyendo la responsabilidad a los obreros que luchan por sus reivindicaciones económicas, sociales y políticas.
Recién en la segunda columna del artículo, Feinman escribe sobre el asesinato. Antes ensaya una justificación del kirchnerismo que refleja, una vez más, el comportamiento de una parte de la intelectualidad pequeño burguesa, partidaria del “orden” y temerosa de las luchas obreras. ¿Cuántas veces engañaron a la gente en la Argentina con la teoría del “mal menor”, para impedir que triunfara “la derecha”? No escarmentaron. Hoy defienden al kirchnerismo con los mismos argumentos, sólo que cambiando los personajes, sólo que el drama amenaza con transformarse en una comedia negra.
JPF teoriza con un ejemplo patético su posición. Señala el caso de Obama frente a los republicanos: “No es lo mismo alguien que te decepciona que un enemigo mortal”. El resultado está a la vista: el enemigo mortal, en este caso los republicanos, han vuelto a recuperar fuerzas a caballo de “la decepción” provocada por la política de Obama, quien siguió invirtiendo centenares de miles de millones de dólares para subsidiar a los grandes bancos y monopolios industriales, mientras se mantiene una tasa de desempleo del 10%, que tiende a agravarse, a medida que pasa el tiempo. Es decir, son los obreros y el pueblo norteamericano los que pagan la crisis. No sólo eso, continúa la ocupación de Irak, se acentuó la guerra en Afganistán, amenaza con extenderse a Pakistán, y crece la ofensiva para intentar invadir Irán. Por supuesto que la conclusión no puede ser, como dijo un demócrata: “Los norteamericanos somos un pueblo de idiotas y tenemos lo que merecemos, y tal vez más”. Es decir, una vez más, la culpa la tiene el pueblo.
Hasta aquí podríamos justificar su posición y pensar que JPF está confundido. Pero cuando luego de atribuirle las culpas del golpe al ERP, por llamar a los argentinos a las armas contra Videla, a raíz de “el desdén por los matices de la política” –¡que crítica profunda a la teoría foquista y a las causas del golpe de Estado!– concluye en que la responsable es la “patota sindical”, que no es parte del Poder y que deben ser “depurados” aunque “esa depuración no es fácil”. Me perdí la parte de los esfuerzos que ha hecho el gobierno hasta ahora para depurar la “patota sindical”. ¿O es que Moyano es un líder democrático? Solamente la organización independiente de la clase obrera frente a los patrones y el Estado es garantía para derrotar las direcciones sindicales traidoras. No se ha visto al Estado salir en defensa de los consejos de fábrica, de las luchas obreras y campesinas. La burocracia sindical es funcional al gobierno de Kirchner, y cuenta también con el apoyo de las distintas cúpulas del peronismo, tanto el oficialista como el “disidente.”
Donde termina de desnudar su esencia, es decir su fobia anticomunista y reaccionaria, es en un párrafo que sería entusiastamente elogiado por Vargas Llosa, que ha jugado un papel más importante que Feinman como escritor, pero que se le parece por sus convicciones políticas.
JPF dice que Ferreyra murió porque, nuevamente, “no aprendió a ver los matices, las diferenciaciones fundamentales entre las políticas burguesas que llevan en sí la muerte y las que no”. La política conciliadora con las direcciones traidoras del movimiento obrero y los monopolios es la antesala de la muerte. JPF extiende la culpa de todos los males de la democracia al mensaje del Che Guevara en la Tricontinental. El ejemplo imborrable del Che Guevara sigue iluminando el corazón de millones de jóvenes que despliegan sus banderas en todo el mundo (paradójicamente, en el entierro de Néstor Kirchner había una enorme foto del Che junto a su féretro, debe ser ése uno de los motivos por los cuales José Pablo dice: “no es lo mismo alguien que te decepciona…”). Luego enuncia: “Presenciamos la obscena utilización política del cadáver de un joven de 23 años”. Feinman califica así la manifestación de 60.000 personas en Buenos Aires, y miles más de condenas al asesinato del compañero Ferreyra en todo el país. ¿No se le ocurrió pensar cuántos concurrentes al velorio del ex presidente Kirchner utilizarán “obscenamente” su fallecimiento?
La única alternativa frente a la actual forma de la democracia burguesa, la única posibilidad de resolver los graves problemas por los que atraviesan la clase obrera y el pueblo, es oponer a este tipo de Estado un gobierno encabezado por los obreros, los campesinos, la intelectualidad democrática, la pequeñoburguesía urbana y rural y los sectores patrióticos de las fuerzas armadas, basado en un amplio frente popular y antiimperialista.
