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20 de noviembre de 2019

Sobre el comunismo

Reproducimos algunas de las grageas publicadas en nuestro semanario, que fueron elaboradas por nuestro camarada Otto Vargas, secretario general del PCR fallecido el 14 de febrero de este año.

El comunismo no fracasó

Los comunistas –y la clase obrera en su conjunto– fueron derrotados en la batalla contra la restauración capitalista, en las primeras experiencias de la dictadura del proletariado. Pero el comunismo no fracasó: mientras la clase obrera mantuvo el poder en aquellos países, el socialismo demostró ser superior al capitalismo.

 

El comunismo no ha muerto

Marx dijo que el primer partido comunista fue el de Babeuf y sus amigos. Antes de ser juzgados y guillotinados en 1796 se hablaba en Francia del peligro comunista y luego la burguesía pensó que habían acabado con el comunismo. Ya no aquel comunismo de los esclavos de Espartaco o el de Jesús, sino con el comunismo que representaba al proletariado naciente. Pero Buonarotti, antiguo compañero de Babeuf, publicó en 1828 su libro sobre La Conspiración de los Iguales mostrando lo profundo que había sido ese movimiento. Eso se vio pronto en la acción de círculos clandestinos comunistas que se extendieron a Austria, Italia, Bélgica, Alemania. Ellos inspiraron a grandes revolucionarios como Blanqui, quien pasó la mitad de su vida en la cárcel. Con ese movimiento se encontraron Marx y Engels en la década del 40 en París y en 1848 escribieron en el Manifiesto Comunista “Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo”. Reprimidos en el 48 y luego en la Comuna de París en 1871 –con 70.000 fusilados– el comunismo sí parecía hacer muerto.

Sin embargo, en el siglo 20, con la dirección de los Partidos Comunistas, triunfaron las revoluciones socialistas. Desde la restauración del capitalismo en todos esos países, dicen que el comunismo fracasó y lo dan por muerto. No es así, mientras la clase obrera mantuvo el poder el socialismo demostró ser superior al capitalismo; en esos países los comunistas fueron derrotados en una dura lucha de clases. En Argentina, los comunistas revolucionarios sabemos que no hay recetas para copiar. Estudiamos nuestra historia y el marxismo-leninismo-maoísmo como ciencia de la revolución y seguimos construyendo un Partido capaz de dirigir la revolución que nuestro país necesita.

 

Los comunistas

Los comunistas debemos ser como el pino, que no cede ni ante las tempestades ni el viento, y como el sauce, flexible, que se mece con el viento y cada rama que se clava en el suelo da un nuevo árbol.

 

Mujeres militantes

“Para nosotros, los comunistas, el tema no es que las mujeres sólo participen en la lucha por sus necesidades inmediatas. Queremos que no sea sólo una élite de mujeres revolucionarias la que continúe en la lucha, porque pudo romper en parte con su vieja ideología y con sus trabas familiares. Los comunistas trabajamos para que sean miles las mujeres que se incorporen a la lucha no sólo reivindicativa, sino política, se puedan convertir en dirigentes de las masas, puedan ser militantes revolucionarias y sean parte activa de ese torrente que hará la revolución en la Argentina (…)”.

María Conti (Josefina Rincón), Política y Teoría Nº 44, octubre 2000.

 

Sobre cómo criticar los errores

Frente a cualquier cosa, los comunistas tienen siempre que preguntarse el porqué y utilizar su propia cabeza para examinar minuciosamente si corresponde a la realidad y si está bien fundada (…) Hay que poner al descubierto, sin tener consideraciones con nadie, todos los errores cometidos y analizar y criticar en forma científica todo lo malo del pasado, para que en el futuro el trabajo se realice más cuidadosamente y mejor. Eso es lo que quiere decir “sacar lecciones de los errores pasados para evitarlos en el futuro”. Pero, al denunciar los errores y criticar los defectos, lo hacemos, igual que un médico que trata un caso, con el único objeto de salvar al paciente, no de matarlo.

Mao Tsetung – Rectifiquemos el Estilo de Trabajo (extractos), 1942.

Hoy N° 1792 20/11/2019