El dictamen de la Procuración, con la firma del Dr. Casal, no es vinculante para los jueces de la Corte Suprema, pero tiene su peso atento a que expresa la voluntad del kirchnerismo (ya que la Procuración está bajo las órdenes del Dr. Righi, abogado personal del matrimonio K y su entorno, en causas de corrupción).
Este dictamen no se avoca a analizar la imputabilidad o no de Romina Tejerina (es decir, si sufrió o no un episodio de locura, y por ello corresponde la absolución), como se ha expresado en distintos medios periodísticos; sino que sólo se limita a manifestar que todas las cuestiones planteadas, al margen de su mérito, no son cuestiones que deba resolver la Corte, atento a que de los fundamentos de los jueces jujeños, no se desprende arbitrariedad que justifique la intervención de la Corte Suprema.
Así es como expresa el dictamen: “Se aprecia que los reparos invocados trasuntan una mera disconformidad con aspectos que, por regla, constituyen materia ajena a esta instancia de excepción, pues se vinculan a cuestiones de hecho, prueba y derecho común y procesal, que han sido oportunamente desechados sobre la base de argumentos que, al margen de su acierto o error, no compete a la Corte revisar; tal como sucede, con la apreciación de la materia probatoria”.
02 de octubre de 2010
