“Los teóricos liberal-burgueses y socialdemócratas presentan al socialismo como sinónimo de estatismo económico (empresas públicas, regulación estatal de la economía) al margen de qué clase social domina el Estado, qué tipo de Estado es el que detenta la propiedad sobre los medios de producción, qué clase dispone sobre el plusproducto, cuáles son las relaciones humanas en el proceso de trabajo y cómo es la distribución. De manera parecida, la doctrina del ‘socialismo real’ descansaba sobre una distorsión que identifica estatización de la propiedad con socialización.
La concentración de los medios de producción en manos del Estado no significa de por sí que pierdan su carácter de capital. Esto depende de la naturaleza de clase del Estado. El capital es una relación social de producción basada en la compraventa de fuerza de trabajo. Y como analizó Engels en su libro Anti-Dühring, ‘las fuerzas productivas no pierden su condición de capital al convertirse en propiedad de sociedades anónimas y de los trusts o en propiedad del Estado’”. Carlos Echagüe: Revolución, restauración y crisis en la URSS. Tomo III. Editorial Agora.