La semana pasada publicamos en hoy una nota sobre el trabajo que se viene realizando con las promotoras de salud de la Corriente Clasista y Combativa de Córdoba, quienes trabajan no solo en la prevención, sino en la inscripción a la campaña de vacunación a cargo del gobierno provincial. En dicha nota se mencionaba que el 41% de la población cordobesa aún no estaba inscripta. Muy brevemente dimos una posible explicación al respecto. Lamentablemente en los últimos días el periódico Página 12 tomó este dato y a través de una entrevista al Dr. Oscar Atienza titularon “El triste éxito de la prédica antivacuna en Córdoba: el 41 por ciento no se inscribió”.
En esta nota Atienza afirma que Córdoba no llegará a la inmunidad de rebaño a causa de este 41% de “antivacunas”. Ahora bien, ¿Es así? ¿Realmente hay un 41% de la población cordobesa antivacuna? ¿Podemos señalar que la única causa de no inscribirse es ser antivacunas? A los maoístas nos cuesta mucho encontrar respuestas a la realidad de la sociedad en una sola causa. El materialismo histórico nos enseñó que debemos estudiar mucho la realidad para poder sacar nuestras propias conclusiones. No podemos sacar cien conclusiones de un solo dato.
Entonces, veamos los datos. La población total de la provincia de Córdoba según el Indec es de 3.765.261. Sin embargo, es necesario aclarar que la población objetivo en el actual momento de la campaña de vacunación no es el 100% de la población. Hasta la fecha, las vacunas solo se están administrando a mayores de 18 años. En este caso, si contamos solo a mayores de edad, la población a tener en cuenta pasa a ser de 2.765.249 (siempre teniendo en cuenta los datos del Indec). Hasta el miércoles 21 de julio había 1.936.332 cordobeses mayores de 18 años con al menos una dosis administrada y 443.945 con el cronograma completo. A ellos se debe agregar más de 78.000 inscriptos esperando su turno para vacunarse. Estamos hablando de que faltan inscribirse alrededor de 750.917 cordobeses mayores de 18 años. Este número de población aún no inscripta representa el 27,15% de la población objetivo. Un número muy diferente al “41% antivacunas” que se busca instalar desde algunos sectores.
Entendemos que sentenciar que el 41% de la población es antivacuna solo logra estigmatizar a una población que está dando batalla a la pandemia. Falta mucho y el gobierno provincial es responsable de que aún muchísimas personas no puedan vacunarse. El método para inscribirse en la campaña de vacunación es engorroso y está dejando afuera a gran parte de estos 750.917 cordobeses. Los equipos de salud de la provincia vienen trabajando a destajo y con todo el profesionalismo a pesar de las difíciles condiciones laborales en las que se encuentran, con salarios que no están adecuados a la canasta familiar. Los equipos de salud de la provincia son los abanderados olímpicos en esta lucha contra la pandemia.
Desde la CCC y con las compañeras promotoras de salud a la cabeza se está dando la batalla para lograr que no quede ni un solo cordobés sin su turno. La salida de esta pandemia no será jamás individual. Los maoístas entendemos que el trabajo lo debemos hacer junto al pueblo, que la salida será siempre colectiva.
Tanto el COE como el ministro de salud de Córdoba deberán hacerse cargo de la falta de medidas y de la ausencia de una campaña de difusión para informar cómo es el acceso a las vacunas. Desde el comienzo de esta campaña denunciamos que los sectores populares estaban quedando afuera. Pedimos que las compañeras y compañeros de los comedores sean prioridad, ya que están en la primera línea dando de comer a cientos de niños, niñas y jóvenes todos los días. Lamentamos que el rol de estas compañeras y compañeros no tengan un lugar en las líneas de ese periódico que habla de “los cordobeses desaprensivos” haciendo referencia a las fiestas clandestinas que se realizan en la provincia. No se niega que un sector de la población está incumpliendo las medidas de prevención. Así como el gobierno provincial tampoco está realizando controles para que esto no suceda. Pero entendemos que esa estigmatización chauvinista no ayuda en lo más mínimo en el momento actual.
Desconocer el trabajo y esfuerzo que se viene realizando con las organizaciones sociales a la cabeza y el rol de la CCC en ello es una falta de respeto a las cientos y cientos de compañeras y compañeros que ponen en juego su vida para que el conjunto de la población pueda salir adelante.
Escriben Juan Pablo Molina y Glenda Henze
Hoy N° 1874 28/07/2021