El frente único del proletariado chino con la burguesía y otras clases se ha desarrollado durante estos dieciocho años en tres situaciones o fases diferentes: la Primera Gran Revolución de 1924-1927, la Guerra Revolucionaria Agraria de 1927-1937 y la actual Guerra de Resistencia contra el Japón. La historia de estas tres fases ha confirmado las leyes siguientes:
1) Debido a que la mayor opresión en China es la opresión extranjera, la burguesía nacional puede, en ciertos períodos y hasta cierto punto, participar en la lucha contra el imperialismo y los caudillos militares feudales. Por ello, en tales períodos, el proletariado debe establecer un frente único con la burguesía nacional y mantenerlo hasta donde sea posible.
2) Dada su debilidad económica y política, la burguesía nacional china puede, en otras circunstancias históricas, vacilar y claudicar. Por ello, la composición del frente único revolucionario de China no puede ser inmutable del comienzo al fin, sino que está sujeta a cambios. En algunos períodos, la burguesía nacional participa en él, y en otros, no.
3) La gran burguesía compradora china es una clase al servicio directo del imperialismo y sustentada por él. En consecuencia, ha sido siempre un blanco de la revolución. Sin embargo, como detrás de los diferentes grupos de esta gran burguesía están las distintas potencias imperialistas, cuando se agudizan las contradicciones entre éstas, y cuando el filo de la revolución se dirige principalmente contra una de ellas, es posible que los grupos de la gran burguesía que dependen de otras participen, hasta cierto punto y en determinados períodos, en la lucha contra esa potencia imperialista. En tales períodos, a fin de debilitar al enemigo y robustecer sus propias fuerzas de reserva, el proletariado chino puede establecer con estos grupos de la gran burguesía un frente único y, a condición de que sea útil para la revolución, debe mantenerlo en la medida de lo posible.
4) La gran burguesía compradora continúa siendo muy reaccionaria incluso cuando participa en el frente único y lucha junto al proletariado contra el enemigo común. Se opone obstinadamente al desarrollo ideológico, político y organizativo del proletariado y de su partido y trata de restringirlo, y adopta una política de zapa recurriendo al engaño, el soborno, la “dilución”, los ataques, etc.; con esta política prepara el terreno para capitular ante el enemigo y romper el frente único.
5) El firme aliado del proletariado es el campesinado.
6) La pequeña burguesía urbana es asimismo un aliado digno de confianza.
La justeza de estas leyes ha sido confirmada durante la Primera Gran Revolución y la Revolución Agraria, y también lo está siendo en la presente Guerra de Resistencia contra el Japón.
Hoy N° 1760 27/03/2019