El 27 de noviembre de 2020 salió el decreto presidencial 949/20 que habilita al Ministerio de Transporte a seleccionar mediante licitación pública internacional un nuevo operador de la hidrovía que deberá garantizar el dragado y controlar la traza que va desde la confluencia de los ríos Paraná y Paraguay en la provincia del Chaco, hasta su desembocadura en el Río de la Plata y desde ahí conectarse con el Atlántico. Con este decreto, se abrió un debate.
Históricamente el dragado (mantenimiento de la profundidad de los canales) del Río Paraná y los puertos fluviales fue realizado por “Vías Navegables de la Nación”, una dependencia del Estado que fue destruida durante la fiebre privatizadora del menemismo y reducida a su mínima expresión durante todos estos años. La empresa que tiene la concesión en el Paraná desde hace 25 años (Hidrovía S. A.) está integrada mayoritariamente por la compañía “Jan de Nul” (belga-inglesa) que casualmente utiliza entre sus dragas, algunas pertenecientes a las propias vías navegables del Estado.
El pasado mes de agosto de 2020 el Presidente Alberto Fernández anunció la creación de la Administradora Federal “Hidrovía” Sociedad del Estado, en la que participan la Nación y las siete provincias costeras del Paraná y un Consejo Federal Consultivo. Ambos organismos pasaban a ser los encargados de atender el funcionamiento y las políticas de transporte, ante el inminente vencimiento del contrato actual con la concesionaria. Contrato que cesa el 30 de abril de 2021. Esta situación generó tanto expectativas en los sectores que defendemos nuestra soberanía, la industria nacional y el comercio exterior soberanos; como reacción de los monopolios agroexportadores que quieren seguir siendo amos y señores del Río Paraná. (https://www.clarin.com/rural/hidrovia–sociedad-riesgo-intermediacion-innecesaria-costosa_0_9powRNJHf.html)
Un poco de historia
Durante el gobierno de Menem se firmó el “Acuerdo de la Hidrovía” (en el marco de ese acuerdo entre los monopolios imperialistas asentados en Sudamérica, llamado Mercosur) entre Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay, para la “libre navegación” por esta verdadera “autopista fluvial”. Fue en el año ‘94, 5 años después del infame acuerdo de Madrid que firmó Menem con los ingleses. (E.M.Lualdi – “La soberanía en los sistemas marítimo y fluviales de la Argentina” (2/2/21). En 1995 (en un hecho a la medida de esa política de entrega nacional) concedió a esta empresa belga/inglesa, el dragado del tramo argentino de la hidrovía.
En ese marco, se inició la entrega de la vía por donde sale lo principal de la producción agropecuaria nacional desde distintos puertos (mayoritariamente privados) a manos de distintos monopolios imperialistas ligados a yanquis, ingleses, chinos, etc. Por ahí sale el 50% de la soja que se consume a nivel mundial y circulan alrededor de 5.000 barcos por año.
A su vez, estos barcos no pueden acceder al Océano Atlántico a través del mar argentino, porque no hay un canal con suficiente calado, que les brinde acceso a por aguas argentinas. Ante esta situación se derivan todas las exportaciones que bajan por el Paraná al puerto de Montevideo. Esto fue reforzado durante el gobierno de Macri que mediante la derogación del decreto 1108/13, consagró al Puerto de Montevideo como el Puerto Director del estuario del Río de La Plata.
El macrismo tomó esta decisión a la medida de los monopolios que tienen concesiones en ese puerto del país hermano. De esta forma, esas agroexportadoras (principalmente las yanquis) que saquean las riquezas de nuestro país, llevan todo a un puerto y ruta naviera que hace tiempo controlan ellas mismas.
Las medidas del gobierno para el sector
Este problema de pérdida de soberanía se podría resolver fácilmente dragando el Canal Magdalena (ver mapa) que sería una salida para los buques que navegan por el Paraná, hacia el Mar Argentino y de ahí al mundo. Por eso es positiva la resolución que crea la “Unidad ejecutora del desarrollo del Canal Magdalena” por parte del gobierno nacional.
Ante la firma del decreto, en los últimos días, hubo un fuerte reclamo desde diversos sectores políticos, gremiales y sociales (en su mayoría del Frente de Todos), para que Argentina reafirme sus derechos soberanos y garantice que las exportaciones del Paraná desemboquen en el “Canal Magdalena” bajo control nacional y no en Montevideo. “No al decreto, si al Canal Magdalena”, se decía. Poniendo en claro, que no solo está en discusión si la nueva licitación del dragado de la hidrovía va a estar en manos extranjeras o nacionales. Sino también, si los granos y cereales de la Argentina, van a seguir saliendo por el Puerto Director, ubicado en Montevideo.
Pasando en limpio, el gobierno nacional hizo distintos anuncios:
- Con el decreto 949/20, se llamó desde el Ministerio de Transporte a una nueva licitación para el dragado de la Hidrovía, cuyos pliegos estarán en 30 días. Para implementar esto, convoca al Consejo Consultivo de la Hidrovía para el 22/2, pero con la decisión ya tomada, de mantener el control de la Hidrovía en manos de monopolios extranjeros, que seguirán dragando una ruta naval que pasa por Montevideo.
- También se anunció en el boletín oficial el 6/2, la creación de la unidad ejecutora para el desarrollo del canal Magdalena. “Una iniciativa lamentablemente archivada en 2016, que hoy cuenta con decisión política y presupuesto para llevarla adelante. La finalización está programada para el año 2023”. (https://www.telam.com.ar/notas/202102/543464-meoni-opinion-hidrovia-paraguay-parana-integracion-argentina.html)
Sobre estas decisiones gruesas para el sector, que se estarían concretando en febrero de 2021:
- Nosotros planteamos que se derogue el decreto 949/20 (deje sin efecto), no solo porque se puede hacer el dragado del Paraná en manos argentinas, sino por la cuestión de fondo: la licitación convoca a seguir dragando una ruta que no desemboca en aguas argentinas y fortalece el Puerto Montevideo como Puerto Director del Río de La Plata.
- Frente, a esto es positivo el impulso al proyecto del Canal Magdalena, solo si es acompañado de nuevas medidas que fortalezcan la soberanía con un Puerto de aguas profundas (47 pies de calado), 100% estatal que controle dicho acceso al mar argentino desde nuestros ríos.
Este año terminan las concesiones de los puertos y de la Hidrovía del Paraná. No tiene ningún costo retomarlas para el Estado. Los puertos y las rutas navegables son puntos estratégicos que debe controlar el Estado nacional, y es la empresa estatal recientemente fundada por este gobierno “Hidrovía S.E.”, la que debe encarar el dragado jerarquizando Vías Navegables de la Nación, como vienen planteando desde los ´90 nuestros compañeros de “ATE Vías Navegables”.
Se abre una grieta
Con la publicación en el boletín oficial el 6/2/21, de la creación de una “Unidad ejecutora para el desarrollo del canal Magdalena”, se puso en discusión nuevamente la construcción de un canal soberano de salida a nuestros mares.
Esta medida no solo es empujada por los sectores que defendemos la soberanía nacional, sino también por sectores que responden a imperialismos que rivalizan con los yanquis, como los chinos.
Ellos son unos de los principales destinatarios de nuestras exportaciones, han avanzado en el control del comercio de granos con el desembarco de su compañía estatal COFCO y controlan puertos propios como el de Timbúes en Santa Fe. También han desembarcado en Bahía Blanca. Los monopolios chinos ven en el dragado del Canal Magdalena la oportunidad para salir del control del Puerto Montevideo, saliendo directo al Mar Argentino desde el Paraná/Río de La Plata. La disputa por el Canal Magdalena es, en definitiva, parte de las contradicciones por arriba que abren posibilidades de avance para las luchas del pueblo argentino.
Lo primero que se necesita, es concretar el dragado urgente de dicho canal, disponiendo los talleres y equipos nacionales que lo puedan afrontar: Obras Públicas, Fuerzas Armadas, Dragas y Astilleros. Nuestras Universidades Nacionales pueden disponer de mucha gente preparada para este trabajo, como lo que es: un verdadero desafío nacional. El Canal Magdalena sería de fácil mantenimiento (se calcula que un 57% más barato que el Canal Punta Indio) ya que está alineado con las corrientes principales del Río de La Plata y evitaría las largas colas de días que deben soportar los buques en el puerto montevideano. A su vez los buques que salen con 75% de carga de nuestros ríos por falta de dragado y completan carga en Puertos como Quequén o Bahía Blanca, no tendrían que navegar hasta Montevideo para salir al Mar Argentino, sino que tendrían salida directa por lo que habría un gran ahorro en fletes. Pero para que esto revista beneficios a los intereses de la patria, necesitamos fletes de bandera nacional y puertos nacionales.
En este sentido el abandono progresivo que está sufriendo el Puerto de Buenos Aires con el objetivo declarado del macrismo de realizar proyectos inmobiliarios de lujo en esas tierras, no es un gesto de soberanía. Esto va en sintonía con el avance sobre el Puerto de La Plata, por parte de “TecPlata” (del grupo ICTSI) empresa filipina de capitales chinos que acaba de anunciar una inversión de 150 millones de dólares para manejar un millón de contenedores.
La sola concreción del Canal Magdalena, sin la recuperación del control de la Hidrovía, sin el control de un Puerto de aguas profundas, y sin reserva de cargas para buques de bandera nacional que reactive nuestros astilleros, sería una solución a medias, que beneficiaría más a esos monopolios rivales de los yanquis (principalmente a los chinos) que a la Nación y el pueblo argentino.
“Canal Magdalena” para el desarrollo del Astillero
En los ‘90, con todo en contra, defendimos nuestro Astillero contra la privatización menemista y evitamos que lo conviertan en una zona franca. Aprendimos una vez más que en una empresa estratégica como la nuestra, la defensa de nuestros derechos y de la soberanía nacional van siempre de la mano.
El movimiento obrero argentino tiene la experiencia de que una oportunidad como esta, debe aprovecharse para avanzar en nuestras conquistas. Si 5000 buques de bandera extranjera se llevan cada año nuestras riquezas, con solo el 1% de eso tendríamos garantizados 50 buques para construir en astilleros nacionales.
Hoy, que estamos en muchas mejores condiciones para la lucha que en esos tiempos, debemos aprovechar las contradicciones entre los distintos monopolios para avanzar, pero no debemos dejarnos engañar por aquellos que disfrazados con la camiseta argentina quieren llevar agua para su molino. La pelea por el Canal Magdalena no debe convertirse en una vía de penetración para los monopolios imperialistas que disputan con los yanquis, sino en una vía soberana para el desarrollo nacional.
Por eso, los trabajadores y el pueblo debemos unirnos en un programa de puntos, que disputen el rumbo que debe tomar la Argentina, en esta disputa de fondo que está abierta: el Puerto Director en el estuario del Río de La Plata.
Para avanzar por este camino e impulsar el protagonismo en la lucha del movimiento obrero y popular, junto a todo lo anteriormente planteado, proponemos los siguientes puntos:
▪ Derogación del Decreto 949/20 – por un dragado nacional
▪ Canal Magdalena que sea nuestra salida a rutas oceánicas, con puerto director en el estuario del Río de la Plata 100% estatal
▪ Hidrovía Paraná-Paraguay soberana – denuncia de la navegación de banderas de conveniencia con destino Montevideo
▪ Plena vigencia de la ley 27.418 “régimen de promoción de la industria naval argentina” que financia la construcción de buques, y a la que Macri derogó sus artículos de financiamiento, camino hacia un fondo autárquico para la construcción naval “FODINN”
▪ Reglamentación de la Ley 27.419 “desarrollo de la Marina Mercante y la integración fluvial regional”, que prioriza la carga en barcos argentinos, nunca reglamentada por Macri, camino hacia nuestra flota naval nacional con “reserva de cargas”
▪ Renovación de la flota pesquera, haciendo uso de la plena vigencia de estas dos leyes
▪ Todos nuestros puertos en manos argentinas, fortalecer la representación del Estado en todos los consorcios de gestión
▪ Construcción para la defensa nacional, buque polar en astilleros nacionales, en el marco del artículo 15 de la Ley 27.418
Fue con el protagonismo popular que derrotamos a Macri. No para que el pueblo cargue la mochila de la timba financiera del macrismo, el FMI, los bancos y fondos de inversión yanquis. Tampoco para que los chinos o los rusos tengan puertos y bases militares en nuestro suelo usándonos como carne de cañón en su disputa por el control del mundo.
En un mundo que continúa sacudido por la pandemia, se profundiza la crisis económica, se agudiza la disputa entre las potencias y crece la rebeldía de los pueblos, no hay salida soberana para el país “diversificando la dependencia”.
Hoy más que nunca, icemos bien alto la bandera argentina. Hagámosla flamear por nuestros ríos y mares.
Agrupación Celeste CCC del ARS, 7/2/2021