La desaceleración económica de China, la sobreproducción de la industria de teléfonos inteligentes y la volatilidad de los mercados están poniendo nerviosos a los proveedores asiáticos de componentes electrónicos, que en los últimos años habían apostado a la demanda de los consumidores chinos y al poderío industrial de ese país como motor de crecimiento.
La desaceleración económica de China, la sobreproducción de la industria de teléfonos inteligentes y la volatilidad de los mercados están poniendo nerviosos a los proveedores asiáticos de componentes electrónicos, que en los últimos años habían apostado a la demanda de los consumidores chinos y al poderío industrial de ese país como motor de crecimiento.
Lo mismo ocurre en Costa Rica cuya industria de componentes electrónicos son el 88% de sus exportaciones a China.
Después de varios años de expansión frenética, las ventas de smartphones pierden bríos. Las ventas mundiales de teléfonos inteligentes crecieron a su ritmo más pausado desde 2013 y las ventas en China cayeron por primera vez en el segundo trimestre de 2015.
Se prevé que la desaceleración del mercado afecte a gigantes asiáticos de semiconductores como Samsung Electronics Co. y SK Hynix Inc., cuyos chips de memoria son usados para almacenar datos en los celulares. Algunos proveedores japoneses de electrónicos, como Fanuc Corp., fabricante de robots y herramientas de máquinas, y Tokyo Electron Ltd., un proveedor de equipos para fabricación de chips, acaban de reducir sus pronósticos de ventas y ganancias para el año fiscal que termina en marzo próximo.
El descenso en las ventas de teléfonos inteligentes en China está contribuyendo además a la caída del precio de las pantallas de cristal líquido, lo que perjudica a grandes proveedores, como la japonesa Sharp Corp.
La compañía mencionó “el aumento de la competencia en el mercado chino” como una de las razones para explicar la pérdida operativa registrada por su división de pantallas en el último trimestre.
En los últimos dos años, Samsung y SK Hynix, los dos mayores fabricantes de chips de memoria del mundo, disfrutaron de una recuperación cíclica de los precios y de una fuerte demanda de memoria dinámica de acceso aleatorio (DRAM, por su sigla en inglés), los chips empleados por smartphones, computadoras personales y otros artículos electrónicos.
Los agresivos planes de inversión, sumados al enfriamiento de la economía china, incuban una crisis de sobreproducción también en este sector, que traería una caída en los precios de los chips mayor a la prevista.
Ante el debilitamiento de la demanda de teléfonos móviles, los fabricantes de chips no han recibido ayuda de las computadoras o las tabletas, cuyas ventas globales también disminuyeron.