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02 de octubre de 2010

Sobre la obra de teatro “Salamanca”

Hoy 1242 / Carta de lectores

Se presenta en Centro Cultural Raíces la obra de teatro “Salamanca” de J. Paladino, dirigida por Derli Prada y con la actuación de Alejandro Szadurski, Alberto Clementin y Miguel Dedovich. Seguirá en cartel los viernes y sábados a las 21.30 hs.
Aislado en su celda, “desaparecido” y torturado por los representantes de la dictadura militar instaurada en la República Argentina en 1976, nos muestra a René Salamanca elaborando el nuevo momento de lucha que le toca enfrentar.
Acosado por el dolor físico, por la emoción de su vida amenazada, por las promesas de salvación que le sugieren, por la pena que le provoca el desamparo y los peligros que corre su familia, Salamanca va definiendo una estrategia frente a sus captores y verdugos: no hablar, no contar, no acceder a los caminos que le presentan, despreciarlos.
Lejos de sus compañeros y camaradas, recurre a los recuerdos y enseñanzas adquiridas en la lucha como dirigente obrero y como militante comunista. Y es en este punto donde la obra adquiere una dimensión artística muy lograda, porque aquellas enseñanzas le llegan bajo una forma simple y verosímil: la aparición en la celda del dirigente del Partido Comunista checoeslovaco, Julius Fucik, quien le trasmite sus experiencias de resistencia frente al enemigo.
La acción de la obra se ve enmarcada en los acontecimientos de la rica y trágica historia argentina de los años ’70, a través de precisas y conceptuales proyecciones de imágenes documentales. Acción e imágenes que le permiten al autor mostrar su propia visión y opinión sobre aquellos.
Vemos un Salamanca pequeño de tamaño, humilde y casi intrascendente en su expresión, muy sensible ante el dolor y el aislamiento. Pero al mismo tiempo, claro y seguro sobre las decisiones que debe tomar y finalmente toma, poniendo en juego su propia vida.
A pesar del tema intenso y doloroso, la obra atrapa a los espectadores y los lleva ágilmente tras los destinos del dirigente obrero. Esto es mérito de quien realizó la dirección y la puesta en escena, y de los muy buenos actores que tuvieron la valentía de representarla.

A.G.