El diario La Nación del pasado 18 de julio vuelve a ser vocero de los grandes del campo en el negocio multimillonario del comercio exterior. En nota editorial argumenta en contra de la segmentación de las retenciones a las exportaciones de granos, oleaginosas y cereales, diciendo que “el camino de afectar diferencialmente a los medianos y grandes productores reduciéndoles por ese sólo hecho el precio de sus productos desalentaría la inversión y el desarrollo de empresas eficientes y altamente tecnificadas, que son las que dieron el gran impulso al agro argentino en las tres últimas décadas”. Así ven el “progreso” quienes históricamente defendieron los intereses de los grandes terratenientes, grandes comercializadores exportadores, y ahora igualmente a los pooles de siembra y fondos de inversión.
Desaparecieron miles de productores
En los veinte últimos años, como producto de las políticas que se impusieron desde la dictadura en adelante, “el gran impulso” dejó fuera de la producción agropecuaria a 144.640 pequeños y medianos productores. Si tomamos el período que va desde el Censo de 1969 hasta el Censo del año 2008 han desaparecido 232.419 explotaciones, el 46 por ciento, caso único en el mundo. A esto llevó la inexistencia de políticas favorables al pequeño y mediano productor y a los intereses nacionales que borraron de un plumazo los organismos estatales de control y regulación de precios. Por ello se ha impuesto lo que ya es una realidad y que Federación Agraria llama “mayor producción con menos productores”, en el caso de la soja durante “el proceso” kirchnerista se duplicó el área sembrada de soja y se alcanzaron volúmenes record de producción que engordaron sus “cajas”. Esto fue posible por el libre juego de las leyes del mercado que imponen los grandes terratenientes, comercializadores y exportadores, y seguirá así si la lucha de los chacareros o campesinos pobres y medios no logran imponer con su movilización un programa propio con centro en lograr producción con chacareros y chacra mixta diversificada.
La oposición a la segmentación de las retenciones también incluye a una parte de la dirigencia de Carbap, que a través del diputado nacional del Pro Christian Gribaudo proponen “reducir y eliminar” las retenciones. En un comunicado de CRA se dice: “el cobro de un tributo como las retenciones es confiscatorio e inconstitucional. Por ello, quien arrogándose la representación de los pequeños productores avale los derechos de exportación e impida establecer mecanismos que reemplacen los mismos desconoce los reclamos de la mayoría del sector y pone en serio riego la unidad de las entidades”. Decimos, en tanto se concrete una profunda reforma impositiva que grave a los grandes terratenientes e imponga un impuesto a las ganancias mucho mayor a los monopolios y exportadores, hay que elevar las retenciones a este sector minoritario y hacer posible la eliminación de las actuales retenciones a los pequeños y medianos. De los 74.780 productores de soja, 72.000 producen hasta 600 toneladas, 1.500 entre 601 y 1.500 toneladas, 800 entre 1.501 y 3.000 toneladas, 500 entre 3.001 y 4.500 y sólo 180 más de 4.501 toneladas. Es decir que la segmentación que propone FAA tiene que ser aplicada para controlar a 2.980 personas o sociedades, el 3,9% de quienes han producido las 55 millones de toneladas de la soja de este año.
Eliminar y segmentar
La eliminación de las retenciones para los productores de soja de hasta 600 toneladas es una propuesta justa y posible y también posible de identificar a los productores que se beneficiarían, como así también a los que estan por encima de las 600 para evitar las maniobras de los intermediarios compradores y especuladores. Para ello la Federación Agraria propone un mecanismo de retención a nivel del acopiador, molino o exportador, similar a las retenciones que se hacen para el IVA o para el impuesto a las ganancias. De igual manera se propone eliminar las retenciones para los productores de trigo, hasta las 900 toneladas, de maíz, hasta 1.200 toneladas y de girasol, hasta 800 toneladas.
La mayoría de los pequeños y medianos productores exigen de manera urgente e inmediata la decisión política del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en relación a la eliminación y segmentación de las retenciones. Así ha ocurrido en las comarcales de la FAA donde se eligieron las autoridades para el próximo Congreso del mes de septiembre. Crear expectativas en la agenda parlamentaria de cierta “oposición”, como la del 24 de agosto próximo, donde según algunos caerían las facultades delegadas y con ello las retenciones, es un camino que puede ser motivo de una nueva pérdida de tiempo y frustración. Poco o nada ha surgido a favor de los pequeños y medianos chacareros desde diciembre del año pasado.