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04 de marzo de 2011

Acaba de salir el libro “Los Compañeros” en el cual el autor, Sergio Salvatore, narra de una manera muy completa la experiencia de lucha de los obreros de Renacer en Tierra del Fuego, como así también, da su visión sobre la problemática productiva que tienen las empresas recuperadas en el marco de la economía capitalista actual y en particular en las condiciones de la Argentina.
No existe un material como este, que arroje tanta luz, ni elementos tan polémicos para poder empezar a comprender estos dos aspectos fundamentales, de las Empresas Recuperadas (por sus trabajadores).

Sobre “Los Compañeros” experiencia Autogestiva de los obreros de Renacer de Sergio Salvatore

Política y Teoría N° 72 (105) / Marzo - junio de 2011

Empresas Recuperadas

El movimiento de Empresas Recuperadas, es un movimiento que está en desarrollo, que no tiene dueño, y es producto de una aguda disputa permanente y no tiene aún un organismo político institucional que represente sus intereses. Y los esfuerzos desde el poder del Estado (atiéndase bien a mi opinión) por diluirlos dentro del sistema cooperativo tradicional, hasta ahora han fracasado.

Empresas Recuperadas

El movimiento de Empresas Recuperadas, es un movimiento que está en desarrollo, que no tiene dueño, y es producto de una aguda disputa permanente y no tiene aún un organismo político institucional que represente sus intereses. Y los esfuerzos desde el poder del Estado (atiéndase bien a mi opinión) por diluirlos dentro del sistema cooperativo tradicional, hasta ahora han fracasado.
No existe legislación específica que las proteja, tampoco secretarías desde el Estado que puedan asistirlas en sus problemas de fondo. No tienen títulos de propiedad, ni sobre los edificios ni las máquinas. Rodeados de una maraña legal que les impide desenvolverse en un mercado que les es hostil. Gozan de prestigio entre la población, pero no en el mundo comercial en el que se desenvuelven. Muchas son víctimas de empresarios inescrupulosos que se mueven al amparo de la corrupción de los políticos de turno. Y sobreviven debido al esfuerzo de sus trabajadores sin beneficios sociales, ni previsionales. Ya que no son Cooperativas tradicionales, ni la forma de Administración lo es. Son empresas administradas por sus trabajadores bajo “forma de Cooperativa” para cumplir con la Ley, pero dentro de ellas se rigen en general otras formas de administración, mucho mas democráticas. Existe sí, una política asistencialista dirigida desde el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Social orientada con un criterio de subordinación política.

 

RENACER

Renacer, o mejor dicho la lucha de sus trabajadores ha sido ninguneada y ocultada por muchos de los que disputan este movimiento, por sus estadísticas, por sus personeros en el Estado o fuera de él.
¿Por qué es así?
Porque hasta ahora, es la única experiencia obrera dentro de las recuperadas, que logró quebrar las normas “sagradas”, que las clases dominantes impusieron a nuestra sociedad. “Que la propiedad privada sobre los medios de producción pase a ser propiedad de sus trabajadores y encima pagada, por el propio Estado que ellos dirigen. Y que estos impulsen un modo de producción colectivo que integre la dirección con la base de una forma democrática, con representantes por sector que dirigen junto al Consejo de Administración. Todo esto será muy simpático, pero, no se puede propangadizar”.

No quiero decir con esto que no haya otras recuperadas como Zanon, Impa, Bauen, Brukman, Adidas, Chilavert etc. que no contengan experiencias, ni elementos de igual importancia que Renacer, solo que es la única, hasta ahora, que logró lo que parecía imposible, como dice el autor, para una gran mayoría, tener los títulos de propiedad y una experiencia en control y producción colectiva.

El estallido obrero-popular que desembocó en lo que se llamó “Argentinazo” dio a luz a las Empresas Recuperadas, como la expresión mas avanzada de la clase obrera. Atarse a un esquema o encontrar en los clásicos material que diga cómo tiene que ser “es inútil”. Si no se estudia de los hechos actuales y no se practica a la luz de los acontecimientos, no se puede entender desde afuera lo dramático, lo complejo, y los años de lucha que lleva realizarlo.

Muchos que se dicen teóricos revolucionarios negaron que ese auge de luchas que estalló en diciembre del 2001, era un auge que contenía fermentos revolucionarios, que logró arrinconar en un momento a las clases dominantes, y éstas acorraladas dieron un paso atrás y cedieron  reinvindicaciones antes impensadas. Y las Recuperadas quedaron ahí atravesadas entre un Estado que no cambió y luchan por sostenerse. Y son objeto de estudio de sociólogos y politólogos nacionales y extranjeros.
El ejemplo que dieron las recuperadas hubiera sido imposible sin ese marco que describo.
Como los dos millones de planes para tratar de apagar el fuego que el hambre había producido. De la misma forma que se suspendió durante un período el pago de la sacrosanta  deuda externa. El “¡que se vayan todos!” es la expresión más clara de lo que afirmo.

Esto fue, entonces, lo que llevó a este sector de la clase obrera a ocupar las fábricas y ponerlas en producción ante la quiebra o abandono de sus dueños.
No fue por ideología, tampoco porque los ganó el espíritu cooperativista de Owen. Nada de esto estaba en discusión entre la masa de los trabajadores que se quedaban sin trabajo, sobre todo aquellos que por sus años veían perder toda una vida de trabajo y sin perspectivas a la vista, sin poder jubilarse y con un Estado corrupto, con políticos corruptos, con representantes sindicales vendidos, con patrones que los abandonaban después de años de ser explotados.
Sin una idea clara sobre qué es una Cooperativa, entraron a las fábricas, en muchos casos de una manera violenta y con el apoyo de un pueblo que veía con buenos ojos que los trabajadores buscaran el sustento con su trabajo.
En Tierra del Fuego, como explican sus trabajadores y el autor, pelear por sus puestos de trabajo fue su primordial objetivo y llegaron a la conclusión que debían administrarla ellos mismos bajo la forma de Cooperativa. Pues fueron estafados tanto por los dirigentes de la UOM cuando armaron Renacer S.A. y sus cómplices en el Estado, como por propuestas mentirosas de empresarios a los que solo les interesaba los edificios, las máquinas y los beneficios de la Ley 19640 de promoción industrial.
O sea que, producto de su lucha política confiando en sus propias fuerzas y apoyándose en los más diversos aliados, algunos de momento o por conveniencia, otros por solidaridad y simpatía en su lucha, sin importar su color político, fueron construyendo la realidad de hoy.
Nadie cree, o yo al menos, que esta sea la solución a los problemas de los trabajadores, ni que estemos construyendo un mundo más justo sin cambios revolucionarios, que pongan el Estado al servicio de la clase obrera y el pueblo argentino.
Pero hoy la clase obrera argentina, y sobre todo la fueguina, tiene un destacamento de avanzada que puede levantar banderas nacionales y de la clase obrera, que puede sentarse en la mesa con otros trabajadores, sean estos de Recuperadas o no, con representantes populares, con Pymes, con otras empresas Argentinas e incluso extranjeras, y que tiene la independencia para pelearle al Estado políticas de protección de sus trabajadores y de defensa de la industria nacional y convenios de colaboración con el Estado, créditos blandos, etc.

 

La expropiación

En el libro el autor explica los debates sobre el tipo de expropiación y por qué los trabajadores de Renacer lograron la expropiación a título gratuito y cómo el Estado de Tierra del Fuego y sus representantes de turno intentaron no pagar la quiebra.
La mayoría de las expropiaciones fueron a título Oneroso, o sea, con un compromiso de pago por parte del Estado en un tiempo determinado, que no excede los cinco años. Vencido ese plazo, el juez de la quiebra puede tomar posesión del bien y continuar con el proceso de quiebra, que seguramente termina en el remate de los bienes de la llamada “fallida”.
El no pago de las expropiaciones por parte del Estado también da lugar a los juicios “inversos” o sea que los acreedores o el expropiado puede accionar contra el Estado por verse perjudicado por no haberse pagado en términos de ley, el bien expropiado.
Esa es exactamente la situación de hoy de muchas recuperadas y también la propuesta de muchos empresarios inescrupulosos de comprar estas acreencias en la quiebra con el objetivo de obligar a las recuperadas a acordar con ellos ante la caída de los plazos de Ley y por la resistencia que hay hoy en las legislaturas para sancionar las expropiaciones.
La expropiación a título Oneroso no fue un acto revolucionario, fue una concesión obligada para darle una salida legal a un problema politico-social en el medio del estallido obrero y popular.
Lo revolucionario, si se quiere, es lo que los trabajadores de Renacer lograron: la expropiación a título Gratuito, que el Estado pagara la quiebra y les dieran los títulos de propiedad.
Fueron muchos años de lucha, y toda la batalla legal no ha sido más que la lucha política por el control de la empresa por sus trabajadores y ganar su independencia para negociar en un mercado que otros controlan.
                                                       
 

Distintos Caminos

Explica Mónica Acosta, como el autor, los distintos caminos en debate, y está en discusión en cada momento quién fue el creador del movimiento, y para muchos muy difícil  de comprender.
Debemos distinguir entre los que empujábamos el Argentinazo, con una idea de cambio de política patriótica, democrática y popular, de los que golpeaban junto con nosotros, pero trabajaban junto a sectores de las clases dominantes, que también empujaban un recambio.
Por ejemplo, el Dr. Luis Caro, se arroga el derecho de presentarse como creador de este movimiento.
No vamos a entrar en la mezquindad de este tema, pues no sería serio. Sí voy a volcar algunos conceptos sobre el tema del que fui testigo.
La Provincia de Buenos Aires y la Capital Federal son hoy las que concentran la mayor cantidad de Empresas Recuperadas. Aquí fue donde la caída de la convertibilidad arrastró mayor cantidad de empresas a la quiebra, casi todas de capital nacional, pequeñas o medianas.
Si hay algo que las clases dominantes temen es que estando ellos divididos, y como quedó demostrado en el conflicto de Terrabusi, es que la unidad de la clase obrera con el movimiento de desocupados y el de jubilados, condicionara medidas antipopulares a tomar con la caída del gobierno de De la Rua que se avecinaba.
El Sr. Luis Caro (todavía no era abogado) llega a Gip-Metal en septiembre del 2000, cuando la fábrica ya estaba tomada hacía una semana, reclamando sus trabajadores una solución de continuidad de trabajo a la quiebra fraudulenta.
Según él, enviado por la Pastoral Social de Avellaneda. Con su aparente asambleismo y  democracia, maniobró para insertarse en el movimiento en el momento más crítico. “A Dios rogando y con el mazo dando”, trabajó, para aislar, dividir y echar a los trabajadores más combativos y recorría las empresas en quiebra diciendo a los trabajadores, como lo hizo en Gip-Metal, que no se plegaran a la CCC, que iban a echarlos de sus trabajos para dárselos a los desocupados de ellos.
Con buena información del Ministerio de Trabajo de la Provincia, muchas expropiaciones salieron de un acuerdo de él con el Peronismo y otras fuerzas en la Legislatura de la Provincia de Bs.As.. Decenas de expropiaciones se sancionaron en un año y medio. En el momento en que arreciaban las quiebras, todas a título Oneroso.
Hoy funcionario del Kirchnerismo, es el principal mentor de la Reforma de la Ley de Quiebras, para que en las empresas que quiebran, sin llegar a ser expropiadas puedan sus trabajadores continuar con la explotación de las mismas, siempre y cuando acuerden en la Justicia pagar a los acreedores las deudas, siempre que estos estén de acuerdo, o asociarse con ellos.
Otro tema es los que creen en la “estatización con control obrero” como salida, y que explica muy bien Salvatore en el libro, y que promueven otros sectores, algunos de ellos de orientación trostkista. Sería, como dice, un retroceso en la etapa actual, y agregaría: los trabajadores de las recuperadas deben tener el control total de sus empresas y no implica esto transformarse en burgueses como algunos temen. Las necesitan para terciar con independencia en la lucha política-económica actual y en esos acontecimientos futuros. A su vez, está planteado en este movimiento por varias recuperadas el reconocimiento como trabajadores autogestionados (y los beneficios perdidos como trabajadores de la ley 20744, que el Estado reconoce a los  trabajadores de la industria privada y desconoce a los de las empresas recuperadas).

Recomiendo a quien quiera conocer esta importante lucha de los trabajadores metalúrgicos y de la creación de la Cooperativa Renacer de Tierra del Fuego, la lectura de “Los Compañeros”.
Se meterá en un mundo nuevo y polémico, desconocido para la mayoría. Aquí se está moldeando, como en tantas otras recuperadas, como sostiene Salvatore: “el futuro modo de producción y prefigura la sociedad del porvenir”.
Y señala: “tendrá que cuidarse del permanente acecho de empresarios capitalistas por quebrar a los obreros y apoderarse de la empresa”. Y creo yo que nunca actuan estos empresarios al margen de este Estado.
Pero para ello sabrán los trabajadores de Renacer en cómo seguir unidos entre los compañeros  para sostener y desarrollar la construcción de las organizaciones políticas que les permitieron llegar hasta acá.