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05 de enero de 2013

La lucha de la clase obrera, en unidad con amplísimos sectores populares, golpeó duramente al gobierno de Cristina: el parazo y piquetazo del 20 de noviembre tuvo continuidad en la movilización en todas las provincias y en la Plaza de Mayo del 19 de diciembre, a 11 años del Argentinazo.

Sobre los saqueos

Un operativo armado por el gobierno nacional, que se le escapó de las manos.

Allí se volvieron a hacer los reclamos del 10 de octubre y del 20N, y estuvo presente también el homenaje a los 36 muertos del Argentinazo. El gobierno hizo de todo para tratar de achicar, sembrar problemas e intrigas para el 19 de diciembre; no pudo, fracasó, y planeó un contraataque peligroso para victimizarse.

Allí se volvieron a hacer los reclamos del 10 de octubre y del 20N, y estuvo presente también el homenaje a los 36 muertos del Argentinazo. El gobierno hizo de todo para tratar de achicar, sembrar problemas e intrigas para el 19 de diciembre; no pudo, fracasó, y planeó un contraataque peligroso para victimizarse.

El gobierno trató de dividir y asustar a los sectores medios, particularmente los comerciantes que participaron y simpatizaron con el 20N y el 19D, y que fueron protagonistas de los cacerolazos del 13 de septiembre y el 8 de noviembre.

En Bariloche, en medio de su interna, empujaron -vía punteros kirchneristas y gente ligada a negocios muy turbios a grupos pequeños para generar hechos de los cuales culpar a Moyano, Micheli, Barrios de Pie, la CCC, MST, en fin, acusar al movimiento obrero que se une y lucha, de sembrar el caos y desestabilizar.

El gobierno trató de separar en el discurso la situación del 2001 con el hambre actual, pintando la actualidad como un Edén. Trató de armar estos hechos entre otras cosas para ver si distintos sectores del peronismo entraban en el juego que proponían, procesar, detener y ensuciar a fondo a los dirigentes y dividirlos de la sociedad que simpatiza, particularmente de los comerciantes,

Pero… “Cristina propone y Dios dispone”.  Armaron también las provocaciones en Rosario para jugar contra los socialistas y a la vez golpear a la clase obrera de Rosario y Santa Fe, pero se equivocaron fiero. Porque de tanto mentir que no hay hambre ni inflación, de no creer que empieza a haber una situación gravísima en muchos barrios pobres por la inflación y la pobreza, lo que empezó como provocaciones se trasformó -con participación de miles de personas y particularmente jóvenes que viven en la pobreza-  en saqueos a trescientos mercados en decenas de ciudades. El juego se empezaba a complicar; gobernadores e intendentes fueron desbordados y empezaron a pedir la ayuda del gobierno nacional.

Todas las direcciones del movimiento obrero comprendimos, fuimos informados de la jugada, y registramos la agitación de La Cámpora en algunos lugares. Por eso salimos todos unidos a responsabilizar al gobierno y repudiar las acusaciones infames el día 20. La mejor prueba que pegamos en la matadura es que terminaron los saqueos, el cazador había sido cazado, no pisamos el palito.

No es fácil ver la maniobra política del gobierno K, pero el pueblo argentino tuvo la experiencia de las bombas en las escuelas en la presidencia de Alfonsín, el ataque al regimiento de la Tablada maniobras turbias del gobierno, pero tenemos experiencias en ellas. Por eso se ha denunciado pública y legalmente a los funcionarios del gobierno que hablaron por Cristina. Queremos que la Sra. presidenta resuelva los reclamos y se deje de mentir, es más útil que armar estas situaciones que le rebotan en su contra y desnudan su doble discurso perverso.