A pesar de distintas concesiones realizadas a lo largo de estos meses por el gobierno griego, que fueran criticadas por algunas de las fuerzas que integran Syriza, las presiones para realizar mayores ajustes se intensificaron. Por ejemplo, subir el IVA. El impuesto sobre el valor agregado en Grecia hoy consta de tres tipos. Uno general del 23%, uno reducido del 13% para alimentos y la energía y uno súper reducido del 6,5% para medicamentos, libros, entradas de teatro y hoteles. Pero la troika pretendía incrementar el IVA en determinadas zonas turísticas del país, en las zonas isleñas como Mykonos, Santorini y Rodas. Es necesario aclarar que una de las mayores fuentes de ingresos de Grecia es el turismo, no en grandes empresas hoteleras internacionales, sino en pequeños emprendimientos en las islas.
El gobierno griego había propuesto que las empresas con ganancias mayores a 500.000 euros pagaran una contribución extraordinaria para esa coyuntura. También subir el impuesto para bienes de lujo que comprende a los coches de alta gama, los aviones y yates privados y las piscinas privadas. También una tasa para la publicidad en televisión, un impuesto sobre las ganancias en juegos de azar de Internet y una tasa sobre las licencias de telefonía 4G.
El FMI lo rechazó. Por otro lado exigió la suspensión de un subsidio a los pensionistas que reciben las pensiones más bajas.
Una parte de Syriza no está de acuerdo con las concesiones hechas hasta ahora por el gobierno griego y plantea que un acuerdo debe incluir también una reestructuración de la deuda.
Syriza ha aplicado planes para electricidad gratuita para ciento cincuenta mil hogares. A partir del viernes 26, los que ya han presentado estas solicitudes pueden recibir luz gratuita. Pero también para los más afectados, entrega comida a través de cupones, que se dan donde no pueden cubrir sus necesidades básicas. Y también subsidios para los alquileres.
Deuda ilegal, ilegítima y odiosa
Por otra parte, el 17 de junio, la Comisión de la Verdad sobre la Deuda Pública en Grecia, presentó su informe. La presidenta del Parlamento griego, Zoe Kostantopoulos, impulsó la creación de este comité el pasado mes de abril con la intención de investigar la creación y el aumento de la deuda pública en los últimos años, así como el impacto que las condiciones asociadas a los préstamos en el marco de los rescates internacionales del país han tenido sobre la economía y la sociedad griega. El informe presenta la deuda griega como ilegal, ilegítima y odiosa, al violar los derechos humanos fundamentales de la población griega. En concreto, el resumen ejecutivo del informe presentado por la Comisión de la Verdad concluye que “los programas de rescate han afectado directamente a las condiciones de vida de la gente”. Los argentinos conocemos bien los mecanismos ilegítimos que han operado sobre la deuda externa de nuestro país.
La negativa del FMI vuelve a poner sobre la mesa la cuestión del impago de la deuda. La cuestión clave es cómo se consigue no pagar la deuda, que es impagable.
Tsipras ha declarado que “si los acreedores no aceptan la propuesta, tal vez haya llegado el momento de decir ‘el gran No’”. En la política griega, la negación tiene más alcance del que podría parecer. La fiesta nacional, el 28 de octubre, se llama El día del no. Conmemora la fecha en la que el general Yannis Metaxás pronunció su célebre “¡No!” al ultimátum entregado por el embajador italiano en Atenas durante la Segunda Guerra Mundial. Se negó así a aceptar la entrada de las tropas del ejército italiano en el territorio heleno, y empezó la guerra. Cuando alguien en Grecia dice “ha llegado el momento del no” apela a algo verdaderamente serio.
Cierran los bancos y se impone un “corralito”
Tras el fin de semana, a primera hora del lunes 29 de junio, el propio primer ministro Alexis Tsipras anunció el decreto por el que los bancos estarán cerrados por una semana, hasta el martes 7 de julio, y no se puede retirar en los cajeros más de 60 euros diarios por tarjeta. En cuanto a los jubilados, según el decreto, están exceptuados de estas limitaciones, por lo que habrá sucursales que abrirán con la única tarea de pagar las jubilaciones, ya que muchos jubilados en Grecia no tienen tarjetas de crédito o débito.
Las transacciones bancarias electrónicas quedarán limitadas a transferencias de dinero en territorio heleno, y no podrán hacerse al extranjero, teniendo en cuenta como excepciones necesidades urgentes como la compra de medicamentos o el pago de servicios médicos.
El control de capitales impuesto no influirá en aquellos que viajan a Grecia y que desean hacer operaciones con tarjetas de crédito y débito expedidas fuera del país, como los turistas, quienes podrán sacar dinero de los cajeros automáticos con normalidad.
Al mismo tiempo se anunció en Bruselas que Grecia no iba a pagar la cuota al FMI, que venció el 30 de junio y Tsipras convocó un referendum para el domingo 5 de julio contra la propuesta de la .
Se han realizado manifestaciones a favor de una postura digna del Gobierno en las negociaciones, de apoyo al Gobierno para no ceder ante estas presiones o, incluso, chantajes, por parte de los acreedores. Hay un amplio apoyo al gobierno griego.
Esta semana se desarrolla la Semana Europea de Solidaridad con Grecia.