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02 de octubre de 2010

Días antes del referéndum de Santa Cruz, durante su visita para asistir al acto por los 40 años del PCR, hoy conversó con Luis Salazar, miembro de la dirección del Partido Comunista Marxista Leninista Maoísta de Bolivia.

Solidaridad con el pueblo y el gobierno de Bolivia

Hoy 1215 / Partido Comunista Marxista Leninista Maoista de Bolivia

Toda la situación boliviana está impregnada del proceso que se abrirá el próximo domingo con el referéndum autonómico en Santa Cruz…
-Cuando las cuestiones de la lucha de clases no se pueden resolver por la vía política, se llega a una situación de violencia. En Bolivia se está por llegar a esa situación, porque no ha habido capacidad del gobierno de resolverlo por la vía política.
En Bolivia se está dando una contradicción muy fuerte entre campesinos y terratenientes. Hay una situación muy particular: el campesinado ha podido llegar al gobierno, y desde el gobierno ha hecho transformaciones bastante importantes en el área rural.
La oligarquía terrateniente tiene lazos muy fuertes con el imperialismo, y esta contradicción se ha venido agravando en los últimos dos años. Pero el campesinado, que tiene la tarea histórica de acabar con el latifundismo, no está pudiendo dar solución a esta contradicción.
Por otro lado, los latifundistas han hecho todo lo posible para captar a las capas medias, y lo han logrado. Tienen el control de todos los medios de comunicación: televisión, periódicos, radios…
Esta situación comienza en la "Media luna" -Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija-, pero en un proceso, y con apoyo directo del imperialismo (en particular de asesores norteamericanos que se encuentran en Santa Cruz), prácticamente han logrado controlar también los departamentos de Sucre y Cochabamba. Éste último en su momento apoyó todo el proceso que encabezaba el MAS, pero desde la asunción de Evo al gobierno se dan la vuelta y prácticamente están apoyando las directivas de la oligarquía latifundista cruceña.

-¿Cómo se preparan los sectores populares para la situación que se abre a partir del referéndum?
-A nivel nacional, hay todo un movimiento popular para evitar que se dé este referéndum, o en su caso para contestarlo.
Pero a nivel de gobierno lo que se nota es más bien pasividad. Lo único que ha hecho en estos últimos días es apelar a la OEA y a las Naciones Unidas.
Internamente, el que puede definir la situación es el Ejército, que en este momento está dando un apoyo importante al gobierno, en su misión de preservar la integridad nacional. No va a permitir que haya una división del país, y por eso el gobierno está bastante tranquilo. Pero hay que tener en cuenta que los fascistas cruceños están armados, e incluso podrían contrarrestar una ofensiva del Ejército.
Éste es muy probable que llegue a dividirse, aunque la mayoría tiene posiciones bastante nacionalistas. Existen tres grupos: uno, afín a los intereses norteamericanos, cada vez se ha reducido más; otro, institucionalista, plantea un Ejército profesional; y el tercero, que se ha ido desarrollando en los últimos años, es pro-chavista (los más jóvenes). Los dos últimos sectores son la mayoría en el Ejército, y creo que van a apoyar el proceso institucional del país aunque tengan que enfrentar a los sectores más reaccionarios de la "Media luna".
Es probable que después del 4 de mayo pueda darse un enfrentamiento nacional, una guerra civil. En ese caso tendrá que verse cómo se va a resolver la contradicción entre el pueblo boliviano y el latifundio, aún existente en el país.

-¿La clase obrera, está conciente y unida respecto de lo que puede venir?
-El gobierno no ha tenido políticas para captar el apoyo del sector obrero, que en general no está apoyando al gobierno. Sin embargo, está claro que en un momento de definición la clase obrera y el pueblo bolivianos le darán su apoyo incondicional para resolver esta contradicción con la oligarquía cruceña.
Como éste es un gobierno de corte campesino, no tiene una política clara con la clase obrera, sólo busca beneficiar en todos los aspectos al campesinado. Esto es lo que lo ha llevado a aislarse de los sectores de clase media de la ciudad y de la clase obrera.
Hace unos días hubo paros de los trabajadores contra el gobierno: contra el alza de precios que el año pasado fue del 11,7%, por salarios, etc. El gobierno no tiene políticas para consolidar una alianza obrero-campesina y con las clases medias. Le falta mucho sobre el tema del análisis de las clases sociales, y por eso se está aislando.

-Recientemente el PCMLM, junto con otras fuerzas, ha constituido la Alianza Revolucionaria Antiimperialista. ¿Qué perspectivas tiene esta alianza en la actual situación?
-Esta Alianza es aún muy pequeña, porque la constituyen agrupaciones pequeñas. Queremos que pueda llegar a los sectores populares, que las organizaciones populares formen parte de la Alianza. Cuando ello ocurra, recién habrá una base sólida para la lucha contra los sectores reaccionarios.
-Sobre la posibilidad de un desemboque violento: ¿hay algún atisbo de organización popular como para hacerle frente?
-Bueno, los sectores populares que apoyan al gobierno no pueden entrar a una disputa violenta si no tienen con qué hacerlo. Mientras no tengan las armas va a ser muy difícil. En cambio los sectores reaccionarios -los fascistas de Santa Cruz- sí las tienen. Es probable que las organizaciones de campesinos de La Paz, que están algo más desarrolladas, sí puedan enfrentar la situación.
Yo creo que, llegado el momento de una guerra civil, los sectores populares van a participar, aún al precio de muchas pérdidas, en defensa de un proceso revolucionario que al pueblo boliviano le ha costado muchos años y muchas vidas.
Tenemos una gran solidaridad del pueblo argentino y del PCR de Argentina, y eso nos da mucha esperanza en poder triunfar si es que en Bolivia se da una situación así.