Ante los hechos referidos a la búsqueda del submarino ARA San Juan queremos expresar nuestra solidaridad con los familiares de los 44 tripulantes y con los afectados directos de este lamentable suceso. Hemos manifestado personalmente y en forma directa nuestro afecto y acompañamiento a los familiares que esperan respuestas. Lamentablemente conocemos el dolor que genera la espera y la incertidumbre. Nuestro mar es testigo de situaciones trágicas que poco tienen que ver con desastres naturales. Esto nos llena de bronca y nos exige buscar respuestas. En el último año las tragedias marítimas se han multiplicado.
Los que conformamos la multisectorial #NingúnHundimientoMas tenemos muchas dudas sobre las razones de estas tragedias, pero con la lucha vamos construyendo algunas certezas. En el caso de los hundimientos del buque El Repunte y San Antonino las redes de corrupción y complicidad de áreas del Estado impactan negativamente en lo que refiere al cumplimento de las normas y las medidas de seguridad necesarias para prevenir este tipo de tragedias.
La corrupción, que debe ser penada por la Justicia, caiga quien caiga, actúa como agravante de una situación que tiene en el fondo una causa estructural que explica los altos índices de tragedias marítimas que estamos sufriendo: no existe legislación que establezca la caducidad, a una edad determinada, de las embarcaciones que desempeñan tareas en nuestro territorio marítimo. Esta es una razón de fondo de las tragedias que estamos sufriendo. Nos hemos convertido en un depósito de chatarra y buques viejos que otros países expulsan. No estamos en condiciones técnicas de aseverar que la razón del desperfecto del ARA San Juan sea esta. Somos respetuosos del curso de las investigaciones y de la opinión de los especialistas. Humildemente damos nuestra opinión en estas horas donde millones de compatriotas se preguntan qué sucede con nuestras embarcaciones que están dejando una estela de historias y de vidas inocentes en el camino.
