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17 de julio de 2019

Ex Sport Tech, recuperada por sus trabajadores

“Somos los nuevos dueños de la fábrica”

La Cooperativa textil 8 de Enero, ubicada en Villa Lynch, Partido de San Martín, provincia de Buenos Aires, reanudó la producción, gracias a la lucha de sus trabajadores y a un fallo de la Justicia. Ahora, la dirección, administración y producción estará en manos de sus propios trabajadores.

Después de seis meses de ocupar la fábrica y tras un quiebre fraudulento, las trabajadoras y los trabajadores de la ex Sport Tech, hoy Cooperativa 8 de Enero, abrieron sus puertas y volvieron a andar sus máquinas de coser.

Una de las fábricas que supo hacer las camisetas para la selección argentina de fútbol, la chomba de las Leonas y de tantos otros equipos, tras un cierre fraudulento de Pablo Enríquez –su anterior dueño–, se puso en marcha, en manos de sus trabajadoras y trabajadores. Con gran apoyo de organizaciones sociales como la CCC de San Martin, el intendente local, rodeados de gran solidaridad, consiguieron un fallo ejemplar a su favor.

La Cooperativa 8 de Enero está compuesta en su mayoría por trabajadores extranjeros, el 70% mujeres; todos sus trabajadores saben cumplir las distintas funciones, desde el corte, la costura, los detalles de cada prenda. Hoy, nucleados en el nuevo sindicato de costureros, que forma parte de la CTA-A festejan porque desde varios lugares ya comenzaron a hacerles pedidos y presupuestos de pantalones, buzos y camperas.

Durante la recorrida por las máquinas –las que estuvieron con fajas de seguridad durante el tiempo que duró el conflicto–, conversamos con varios trabajadores y trabajadoras quienes ya estaban cosiendo unos buzos color naranja. Carlos, desde su puesto, una máquina con cinco hilos, decía a nuestro semanario estar contento “porque estamos comenzando con trabajo, después de seis meses que no tuvimos qué llevarle a la familia, y todos los días no se reabre una fábrica”. Gastón cuenta que, si bien todos hacen todo, él es muestrista y están “atendiendo a todas las propuestas que nos piden ahora”.

Antes, trabajaban de 7 a 17, y explican que a partir de ahora irán regulando el tiempo del trabajo de acuerdo a la demanda que se vaya presentando.

Delia hace siete años que está en la empresa y cuenta “la verdad es que hoy estoy muy contenta, son seis meses de mucha lucha, con mucho acompañamiento de los trabajadores, sin todo este acompañamiento no hubiéramos logrado esto”. Destaca que tienen una logística de trabajo y muchas esperanzas en la organización para el trabajo que se les avecina.

María es otra de las trabajadoras que está desde los comienzos de Sport Tech, hace 16 años. Explica que desde el 2003 la empresa se mudó tres veces y hasta triplicó su personal, debido a que las marcas PUMA y Adidas le daba al anterior dueño de Sport Tech la fabricación de las camisetas de la selección. “En cada mundial Enríquez ganaba un montón de plata. Pero a fines del año pasado, declaró en quiebra la planta de Luján”. Luego de maniobrar y despedir a muchos trabajadores “con causa” para no pagar, fue librándose de sus obligaciones, sin embargo “hoy mucho de los compañeros que habían sido despedidos el año pasado se han incorporado a la lucha y recuperado su trabajo”.
Con varios pedidos concretos de trabajo, entre ellos del Municipio -que jugó de garante para la renovación del alquiler de la fábrica-, se abre una esperanza concreta para estos trabajadores que enfrentaron con la lucha a lo largo de estos seis meses la política macrista de despidos y cierres de fábricas.

Acto histórico en Villa Lynch
Mientras un grupo de compañeras y compañeros aguardaban servir un guiso para calentar la panza en una de las mañanas más frías de julio, se procedió a cortar la cinta de clausura, en la puerta de la flamante Cooperativa 8 de Enero.

Muchas voces, variadas, de compañeras y compañeros de la ex Sport Tech, emocionados saludaban la solidaridad de todas las organizaciones sociales y políticas que rodearon el conflicto en estos seis meses de pelea judicial. “Somos los nuevos dueños de la fábrica”, se repetía en las intervenciones.

Mientras el acto se desarrollaba, desde más de un vehículo sonó esa mañana un bocinazo de vecinos de Villa Lynch, saludando esta fiesta de los trabajadores.

La doctora Verónica Quinteros, abogada del Observatorio del Derecho Social, en su intervención expresó que “El gobierno de Macri está dejando sin laburo a miles de familias y acá se dio la necesidad de contar con todos y todas, es una carnicería lo que están haciendo. Contamos con la herramienta principal para poder obtener la victoria que fue el sindicato.

“Los abogados estamos para tomar lo poco que ofrece el Estado en términos jurídicos para ponerlo al servicio de los trabajadores, el Municipio también fue muy importante en este conflicto. Hay que demostrar que hay una salida de los trabajadores y trabajadoras. Ahora empieza el desafío más grande que es que los compañeros y las compañeras puedan producir y mantenerse”.

Más tarde habló Oscar de Isasi, secretario general de la CTA-A y ATE bonaerense. “Nuestro pueblo pelea y Sport Tech, 8 de Enero, es un ejemplo más de que nuestro pueblo pelea y esto nos pone en un desafío a quienes tenemos responsabilidades en las organizaciones políticas y en las sindicales: cómo transformamos cada una de esas peleas en un proyecto político que vuelva a enamorar a nuestra gente. 8 de Enero demuestra que se puede soñar y que los sueños si uno pelea y se organiza, se hacen realidad”.

El secretario general adjunto de la CTA Autónoma y secretario general de ATE Nacional, Hugo “Cachorro” Godoy dijo: “Producción, trabajo, organización de los y las trabajadoras, un nuevo modelo sindical puesto en marcha, son los hechos concretos que demuestran que es posible un nuevo tiempo en la Argentina. La unidad del campo popular tiene que alumbrar una nueva sociedad y que el Estado esté al servicio de las mayorías populares”.

Ricardo Peidro, secretario general de la CTA Autónoma dijo: “La CTA Autónoma no solamente respalda, sino que confirma una consigna que tenemos desde hace mucho tiempo que es fábrica que cierra, queda en manos de los trabajadores y las trabajadoras. Por otro lado, sabemos que los y las trabajadoras pueden funcionar sin patrones porque tienen la capacidad de producir, de conducir y de dirigir”.
Al finalizar el acto, se procedió al corte de la cinta y todos los trabajadores y representantes de organizaciones, y funcionarios de la Municipalidad de San Martín celebraron esta reapertura que pasará a la historia de Villa Lynch, partido de San Martín.

Hoy N° 1774 17/07/2019