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14 de julio de 2021

Una mujer mapuche preside la Convención Constituyente en Chile

Soplan nuevos vientos en América del Sur

Conversamos con la compañera Margarita Peñailillo, coordinadora del Movimiento de Naciones y Pueblos Originarios en Lucha, quien habla sobre este hecho histórico para las luchas en el hermano país.

La coordinadora del Movimiento de Naciones y Pueblos Originarios en Lucha analiza que la elección de Elisa Loncón, como presidente de la Convención Constituyente de Chile es un hecho histórico, político y simbólico. “Muestra hasta dónde ha llegado la profundidad de la rebelión del pueblo chileno, en unidad con sectores de la nación mapuche y las naciones originarias en ese país hermano.

“Cuando vi la wenufoye en lo alto” -bandera del pueblo mapuche- en medio de la revuelta, sentí esa fuerza de la preexistencia que se unía al pueblo chileno, para castigar a un Estado”, recuerda Penailllo. “Veía un gobierno que, más allá de las alternancias, sometían a mis hermanos originarios y al pueblo chileno, empobreciéndolos, privatizando y entregando la soberanía, generando más dependencia de los imperialistas, más represión, conservando las lacras de la dictadura genocida de Pinochet con su Constitución de 1980”.

 

El avance de los pueblos originarios en América del Sur

Margarita analiza los pasos de los pueblos originarios que se están dando en América del Sur: “Son los que hicieron avanzar a Bolivia a partir de su rebelión, con su Estado plurinacional, con el avance de las naciones originarias en ese país hermano que derrotó a los golpistas. El avance de la plurinacionalidad en Ecuador, con un enorme protagonismo de las luchas de las naciones originarias por sus territorios, por la defensa de la madre tierra y el buen vivir, por los derechos conculcados, por la lucha en unidad por la independencia de su país.

La lucha en Perú de los hermanos originarios, el campesinado, la clase obrera y el pueblo pobre oprimido, que se unió con Pedro Castillo para triunfar sobre la derecha fascista de las clases dominantes y las minorías oligárquicas, dependientes de la expoliación imperialistas y los terratenientes.

“Es la unidad del pueblo colombiano con las naciones originarias que ha puesto en jaque al gobierno reaccionario, latifundista y vendepatria, con un paro gigantesco y una rebelión que no puede ser apagada ni con asesinatos, ni presos, como pasó en Chile en 2019 y 2020. Pasa en Brasil con los pueblos amazónicos que enfrentan la depredación de los fazendeiros, apoyados por el gobierno ultraderechista de Bolsonaro. Pasó en Argentina que, con la lucha en las calles, se logró la unidad para derrotar al macrismo que tenía una política antioriginaria, antiobrera y proimperialista.

“En Chile se dio un avance, pero nuestra nación mapuche tiene una dificultad: está dividida en ese territorio, entre un sector que comprendió que debía jugar a fondo en la Constituyente, y otro sector que enfrenta al Estado y a los monopolios forestales y mineros, pero que le cuesta la unidad con el pueblo chileno. Esta situación puede ser usada en la disputa de la oligarquía chilena. No participaron de la elección de la Constituyente. Se aíslan del proceso político gigantesco que están protagonizando las naciones en Chile.

Debemos luchar y reflexionar juntos para lograr esa orientación de unidad y protagonismo, que van practicando nuestros pueblos. Los enemigos son muy poderosos y nosotros necesitamos avanzar con la unidad y la lucha en nuestros países.

 

Abrir un camino revolucionario, con vistas a conquistar un Estado Plurinacional

Consultada sobre los desafíos que se abren a partir de la elección de Elisa Loncón, Margarita dice que son “Muchos y muy importantes. Primero conquistar la libertad de los presos políticos, la amnistía de los presos mapuches impuestos por la reaccionaria ley antiterrorista. Y si se va a anular esta ley impuesta desde afuera y utilizada para golpear a los que luchan por la defensa del territorio contra la usurpación y depredación de los monopolios.

“Por eso es condición necesaria un rápido proceso de unidad de la nación mapuche, con sus autoridades y sus líderes espirituales al frente.

“Otro desafío es la liquidación de la Constitución de la dictadura. Se va a plasmar una nueva relación entre la nación mapuche con una nueva república, sobre la base de poner arriba de la mesa el tratado de Quilin de 1643 y los 12 tratados posteriores entre el reino de España y nuestra nación, y particularmente el tratado de Tapihue-Los Ángeles con la naciente república de Chile en 1827, el reconocimiento de colonialidad de 1853 con la provincia de Araucania, la campaña a partir de 1880 contra la nación mapuche.

“Por esto, es un gran desafío lograr resolver problemas graves que mantienen heridas abiertas provocadas por guerras impuestas desde afuera y llevadas a cabo por clases dominantes sometidas. Se debe lograr disponer, desde Chile, una negociación seria para restituir la salida al mar de Bolivia. Se debería avanzar en una profundización de la unidad de Chile y Argentina, para defender juntos el continente antártico.

Unirnos para defender juntos los recursos naturales como el litio, cobre, oro, petróleo y el gas: eso exige dar pasos para lograr la unidad de la nación mapuche de ambos lados de la cordillera. Una frontera flexible para nuestro pueblo nación, que permita que haya un parlamento de ambos lados de la Cordillera que unifique a nuestros pueblos. Eso sería un camino que ayudaría unir más profundamente Chile y Argentina. Eso cerraría el paso a propuestas separatistas alentadas por imperialismos, en ambos lados de los Andes.

“Los procesos de luchas en Chile podrían avanzar con un juicio al genocidio de la dictadura. A la vez lograr una revisión condenatoria de lo hecho por la dictadura de Pinochet, que apoyó a los ingleses en la guerra de Malvinas, herida aún abierta entre nuestros pueblos, a pesar que tuvimos un gran triunfo al no permitir la guerra entre los dos países en 1978, guerra impulsadas por las dos dictaduras”.

 

La elección de Elisa Loncón resume el gran avance de nuestros hermanos originarios

“Un problema del proceso de lucha y de la Constituyente es el protagonismo de nuestros pueblos para volver al camino practicado con la unidad de San Martín, O’Higgins, con Huentecurra, Neculñanco y Venancio Coñoepan -entre otros- que liberaron el país, derrotando a los españoles.

“A pesar del error de un sector de hermanos, se reunificó la nación mapuche y se firmó el tratado de Tapihue. El enemigo imperialista y oligárquico trata de dividirnos, de imponer un “enemigo interno”, tanto para los originarios como para el resto de los pueblos.

“Va a ser una lucha larga y prolongada terminar con las hipótesis de conflicto internas, con los mapuches, contra Perú o Bolivia. Es fundamental que se logre la unidad de los pueblos para defender sus recursos, la Antártida, la soberanía en el Atlántico y el Pacífico Sur, fortaleciendo el camino de una nueva independencia.

“Abrir un camino revolucionario, con vistas a conquistar un Estado Plurinacional en manos de los pueblos y naciones originarias y criollos es el gran objetivo para avanzar en nuestros derechos sociales, políticos, democráticos, patrióticos. Para la clase obrera y el pueblo chileno y para una reparación histórica profunda, política, económica, cultural, territorial, a las naciones originarias.

“Este hecho tan positivo de la elección de la hermana Elisa Loncón resume el gran avance de nuestros hermanos originarios y el pueblo criollo chileno, que nos iluminan para dar vuelta el viento. Desde Argentina, las diferentes naciones originarias haremos todo los que podamos para ayudar a nuestros hermanos y hermanas de Chile”, finalizó Peñailillo.

 

Hoy N° 1872 14/07/2021