En las vigilias, en la ronda de mate y mate en el noveno día de este histórico paro en las cabeceras de las estaciones los trabajadores debaten con ánimo. Algunos dicen que “empieza a tomar fuerza la idea de estatizar y rescindirle el contrato a Metrovias porque estos tipos lo único que hacen es llevársela con pala”. Otros dicen que “se dejen de tirar la pelota y se hagan cargo los dos gobiernos y se dejen de joder”, otros que “Macri se haga cargo, si antes aceptó. Que use lo que roba de la suba del ABL y el tarifazo”.
Lo cierto es que hay mucha bronca bajo tierra, porque en cuanto a condiciones laborales no se resuelven las demandas históricas, y en relación al aumento salarial, se viene pateando con sumas fijas hace más de dos meses, acordado por la traidora dirección de UTA y dejando sin reacción a la Agtsyp. La dureza y masividad de esta medida, en gran parte, radica en que se trae de arrastre todo este manoseo.
Metrovias (grupo Roggio) monopolio “todoterreno” protegido por el kirchnerismo y macrismo
Este grupo, así como Scirigliano, viene entrelazado en los negocios del Estado desde la década de los ‘90. Metrovias, no sólo es beneficiada por jugosos y millonarios negocios de la obra pública y las privatizaciones, sino que en el conflicto del subterráneo, deja en evidencia la falta de controles por parte del Estado nacional y de la Ciudad. Metrovías SA, que ahora chantajea a los trabajadores diciendo que no tiene plata con que pagar el aumento, se llenó los bolsillos en estos años. Es la operadora de la red de subterráneos de Buenos Aires y el Ferrocarril Urquiza, y hace meses del Sarmiento luego de la tragedia de Once. La empresa Benito Roggio Transporte SA posee el 90,66% de sus acciones, lo que representa el 96,96% de los votos en la Mesa Directiva de la prestadora.
Dentro de las empresas que Metrovías contrata para abastecerse, buena parte de las mismas son propiedad del mismo Grupo Roggio. Algunas de ellas son: Benito Roggio Transporte SA, Metronec SA, Cía. Metropolitana de Seguridad, CPS Comunicaciones, Cía. Latinoamericana de Infraestructura y Servicios, Prominente SA, Benito Roggio Ferroindustrial SA, Taym SA y Neoservice, todas integrantes del holding. Estas empresas prestan al subte servicios de gestión y administración, publicidad y comercio, asistencia al pasajero, vigilancia, cableado, administración de fondos, gerenciamiento y operación de sistemas, reparación de vehículos, limpieza, y seguridad. Lo pone en evidencia el mecanismo de la autocontratación llevado adelante por Metrovías, lo cual torna poco transparente la administración y prestación del servicio.
Esta maniobra le permite al grupo Roggio extraer de Metrovías una ganancia libre de riesgo, ya que las ganancias que perciben estas empresas son montos que el holding recibe independientemente del resultado económico arrojado por el balance. (Investigación de Rafael Gentili, Legislador Proyecto Sur CABA).
La magnitud de la fuga es muy significativa. Llega al 27% del total de subsidios que recibirá Metrovías en 2012. Sumado a ello, el segundo grupo de rubros que exceden la accesibilidad informativa con la cual se cuenta para este informe, adicionaría un monto por encima de los $100 millones contabilizados. Esto implicaría que el monto total real de la canalización de ingresos, desde el concesionario del subte hacia el grupo empresario dueño del mismo, podría alcanzar entre el 40 y el 50 por ciento de los subsidios presupuestados para 2012.
Sin lugar a dudas, aquí lo que se sostiene son justamente las políticas de los ‘90 en claro beneficio de los monopolios privatizadores: el macrismo lo hace desde su programa, y el kirchnerismo desde su doble discurso.
La puja salarial
“A medida que pasan los días más compañeros se acoplan a la lucha”, aseguró el delegado de la línea C Néstor Piriz. “La inflación subió, se licuó nuestro salario y hace un año y medio que no recibimos aumento salarial y nuestro bolsillo lo siente”, remarcó el delegado luego de que se cumplieran los 8 días de paro.
Piriz aseguró que los trabajadores no van a levantar la medida de fuerza hasta que no se cumplan las mejoras salariales reclamadas y demás condiciones.
Los trabajadores exigen un 28% de aumento ya, más 2% de antigüedad, licencias y demás condiciones de trabajo.
Dentro de la masa de trabajadores, se ganó una pulseada en cuanto a ir a fondo en la medida, ya que si no se iba a la rastra de la UTA y justamente este fue el reclamo a la Agtsyp en las líneas luego del acuerdo en junio.
Junto con el reclamo salarial, la Agtsyp denunció la falta de inversión en mantenimiento e infraestructura por parte de Metrovias. Esto también llevó a medidas de fuerza y recordemos que le costó la muerte a un trabajador de la Línea C.
Y también llevó a que se persiguiera judicialmente a los delegados como Néstor Piriz con causas penales inventadas. La solidaridad y la lucha hicieron retroceder estas medidas y tonificaron la lucha.
Sin lugar a dudas la firmeza de muchos delegados ha llevado a mantener esta lucha y a señalar cuando hubo que hacerlo que nadie está dispuesto a ser usado en una interna entre Nación y Ciudad, ya que son claras las filiaciones de los principales dirigentes de la Agtsyp por un lado versus el macrismo. Esta realidad de caras a las elecciones del 2013 y 2015 no se puede soslayar y también está detrás del conflicto, por eso que hay un sentimiento grande de “no quedar presos” de esa lógica.
Desde la CCC se trabajó en este sentido, donde la clave es tener independencia de la patronal y del Estado. Ya que está claro que aquí tanto uno como otro, sostienen al monopolio privado Metrovias.