—¿Cuál es la situación de su comunidad?
—¿Cuál es la situación de su comunidad?
—Siempre tenemos nuestras inquietudes, como todas las comunidades, por el tema territorial, que es uno de los temas principales. Después, tenemos ciertas complicaciones con el Estado Nacional. Si bien somos autónomos como originarios, siempre tenemos el Estado nacional que nos pone distintas trabas. También nos hacen causas. En la Cordillera tenemos al hermano Huala, que le han hecho una causa por incendio, cuando él estaba reunido con unos hermanos: hubo un incendio intencional; llegó la policía, culparon a los hermanos, los corrieron, tuvieron que disparar por el monte, le hicieron una causa y hoy el hermano está preso [luego de esta entrevista Huala fue liberado].
Estas son las persecuciones que tenemos contra los territoriales. Yo también estoy imputado en una causa por defender los derechos que nos pertenecen. Nos siguen procesando, nos quieren discriminar.
—¿De qué vive su comunidad?
—Nuestra comunidad vive de las ovejas. En este momento está bastante complicado, nosotros tenemos muchos años de sequía, ya hace tres, cuatro años que no tenemos producción, tenemos problemas de agua, muchísimos inconvenientes que estamos tratando de solucionar. Tenemos que gestionarlos ante el Estado nacional, uno reclama como originario lo que a uno le pertenece y si al Estado no le sirve, entonces ahí vienen las complicaciones…
El territorio está reconocido y tenemos una carpeta con resolución nacional. Pero hay algunos inconvenientes en el mismo territorio entre familias, algunos que no se reconocen como originarios quieren vender parte de las tierras que nos han dejado nuestros ancestros. Tanta lucha para venderlas por dos pesos, es complicado.
—Ustedes se reconocen como comunidad tehuelche…
—Sí, tenemos nueve comunidades tehuelches en Chubut, yo soy el representante en el CPI. En el INAI muchas veces no tenemos respuestas. Sabemos que cerca de las comunidades hay municipios y uno tiene que gestionar sí o sí porque si no es imposible llevar soluciones a las comunidades. También dentro del Municipio de Río Mayo, que es un pueblito chico de 3.000 habitantes, nos hemos sentado a hablar con el intendente, con quien no tenemos la misma manera de pensar, muchas veces tenemos encontronazos, pero desde hace un tiempo lo que le he exigido dentro del Municipio es una Secretaría, un consejo de participación indígena, para conseguir respuesta del Estado provincial porque del nacional es imposible.
Comodoro Rivadavia nos queda a 400 kilómetros —hay comunidades que están muchísimo más lejos—, vamos derivados por alguna enfermedad pero la mayoría de la gente no tiene familiares… Cada vez que tenés que acompañar a un familiar enfermo, tenés que dormir uno o dos meses en los pasillos del hospital o tirado en la Terminal. Estas inquietudes yo las planteé en el municipio porque con la gestión anterior daban algún pasaje, un hotel donde quedarse pero hoy cambió… Le dije al intendente “ustedes son un gobierno que transitoriamente están por dos años pero yo sigo en la comunidad luchando… para que haya una solución necesitamos un albergue en Comodoro”.
—¿Cómo es con el tema de la cultura, la lengua?
—Es muy complicado porque hay pocos tehuelches. Nos diferenciamos del mapuche. Tenemos dialectos diferentes. Pero hoy tenemos muchas prioridades antes que la lengua, como resolver dónde parar cuando vamos al hospital en Comodoro, la Secretaría en el Municipio para que podamos hacer nuestras gestiones, porque llega el diez por ciento de lo que mandan para las comunidades. En nuestro pueblo se van a hacer 120 viviendas, la Uocra negoció 8 viviendas para los petroleros, me parece muy bien, yo le digo al intendente: “¿cuántas viviendas van a ser para los pueblos originarios?” Me dice: “no para los pueblos originarios no va a haber”. Entonces le dije: “¿vos querés que quememos cubiertas en la puerta del Municipio para que nos escuches? Nosotros somos gente pacífica, y lo que necesito son terrenos para que nosotros mismos podamos hacer nuestras viviendas”. Dice: “esto está muy complicado hay que hablarlo con el Concejo Deliberante, así les pueden vender o ceder”. Entonces le digo: “¿te olvidás de que somos preexistentes al Estado nacional? ¿Cómo nos van a vender tierras que nos han quitado? No te estoy exigiendo que devuelvan ni un cuarto de tierra que nos han quitado”. Finalmente, entonces llegamos a un arreglo donde vamos a hacer un proyecto para hacer un barrio de pueblos originarios. Son cosas necesarias pero no rápidas de resolver.
—¿Cuánta gente está viviendo en las comunidades?
—En las comunidades está viviendo muy poca gente. En la comunidad tehuelche más grande que hay en Chubut, son 20 familias. De las otras comunidades hay tres, cuatro familias…
Cuando uno vive en zonas rurales, a 80, 100 kilómetros del ejido… y tenés que llevar los chicos a estudiar, ahí empiezan las migraciones y tenés que buscar otra fuente laboral, donde siempre somos discriminados… Por eso yo quisiera que haya barrios dentro del ejido urbano y poder apoyar a la gente joven que salen de las comunidades, si no sabemos en qué termina: en drogadicción, alcoholismo…