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04 de diciembre de 2021

Columna semanal de Arnoldo Gómez

Suspender el pago al FMI y presupuesto 2022

Suspender el pago al FMI, rechazar el presupuesto y abrir el debate de fondo en el Parlamento y en la sociedad plantea Arnoldo Gómez en su columna de los viernes en “Ayer y Hoy”, programa con la conducción de M. A. De Renzis del 3 de diciembre 2021

El Presupuesto 2022 que mandó el gobierno es un tributo al acuerdo con el FMI. Mantiene la estructura impositiva y de gastos de los presupuestos heredados, una mala estructura, funcional a la dependencia y a los que en el país se la llevan en pala, porque  en sus gastos considera pagar el equivalente a 8 mil millones de dólares de intereses suponiendo que se posterguen los pagos al FMI, y el equivalente a 10 mil millones de dólares en subsidios a empresas como las energéticas que controlan Caputo, Mindlin, y parte de los que han sido los fugadores de dólares.

Al mismo tiempo es un presupuesto que recauda en base al 28% de IVA, el 27% de cargas sociales, recién después ganancias por un 20%, y que con esa estructura se propone bajar el déficit en 0,7 puntos del PBI. Bajar el déficit en sí puede ser un objetivo loable según cómo se lo logre. Pero veamos cómo son los números del último mes: el estado federal recaudó 1.03 billones de pesos, el equivalente a precio oficial de 100 mil millones de dólares; es un 59% superior a la del mismo mes del año pasado cuando la inflación está al 50%, pagamos de IVA  un 21%, pero en realidad vía inflación es como si fuera el 30%. Así se logró bajar  el déficit de este año.

El presupuesto 2022 propone oficialmente bajar el déficit un O.7 % del PBI, pero al hacerlo manteniendo la base impositiva y de gastos heredada, esto se descargará sobre el pueblo y el cercenamiento de los gastos a favor de la soberanía, y supone una inflación del 33% y  todos sabemos que no va a bajar del 50% como mínimo, por lo tanto eso presagia un ajuste aún superior al anunciado, porque aunque te prometan adecuar sueldos y beneficios de acuerdo a la inflación, siempre es posterior, con esa ventajita van aumentando la recaudación para pagar al FMI.

Ahora con esta recaudación, en un mes el equivalente a 100 mil millones de dólares,  anualizado son 120 mil millones al año, ¿cómo no se pueden asignar 400 millones de dólares para fabricar las dragas para dragar nosotros el Paraná? Pero la partida no figura en el presupuesto. Designan a Surjarchuk presidente del Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable, ¿con qué objeto? ¿para una nueva concesión del dragado dios sabe con quién?

Estos son los temas gruesos por los cuales no se puede aprobar un presupuesto que está atado a lo que nos plantea el FMI, no plantea resquicios de una salida de carácter nacional. Después te van a prometer que no hay ajuste, porque en los números que se mandan en ese papel te van a decir que no se ajustan los gastos sociales e incluso te pueden prometer algún gasto más.

Si no se modifica la base impositiva como fue el impuesto a las grandes fortunas para darle a los que tienen menos, no hay una forma de que el tema de bajar el déficit no recaiga sobre el pueblo y si no se suspenden los pagos de deuda es imposible obras publicas a favor de la soberanía.

El otro tema grueso que está en debate  es esta gran delegación a negociar con el FMI. Hay que empezar al revés, hay que suspender los pagos, sobre esa base investigar qué paso con esa plata. Macri facilitó que los capitales golondrinas entren al país sin restricciones, para cambiar sus dólares en pesos, comprar las Lebacs al 60% y sostener ficticiamente el valor del dólar a $16 durante los primeros meses del mandato macrista, y al mismo tiempo se tomaban cerca de 60 mil, 80 mil millones en bonos. Cuando los bonistas dijeron  no va más el crédito en bonos y, por lo tanto, tampoco se podía pagar más el interés interno, empezaba la fuga de los golondrinas. Y ahí llegan 44 mil millones de dólares del FMI para garantizar que esos fondos golondrinas salieran. Y también para que salieran todos los que querían sacar dólares a ese valor cuando habían acumulado con una tasa de interés tan alta.

La lista de quienes han sido los fugadores la tiene el Banco Central, puedo decir algunos nombres: Western Unión sacó 875 millones de dólares, American Express Argentina sacó 855 millones de dólares, COHEN Sociedad de Bolsa sacó 630 millones de dólares, el Fondo de Garantía de Depósitos sacó 560 millones de dólares, para hablar del sector financiero.

También están los que se apuraron a remitir utilidades o vaciar empresas como Telefónica Argentina que sacó 1250 millones de dólares, o ganancias acumuladas durante muchos años como, por ejemplo, la Shell que sacó 710 millones de dólares. Cervecería y Malteria Quilmes, 700 millones de dólares; Telecom 650 millones de dólares. Ahora hay muchos grupos europeos que te dicen “nosotros vamos a apoyar a la Argentina para que pueda devolver los dólares al FMI” o sea que el FMI nos metió una deuda para que ellos se lleven los dólares y ahora nos van a ayudar a pagarla.

Hay que suspender esos pagos, porque después el FMI le planteó al gobierno del Frente de Todos  que para negociar primero arregle con los bonistas, y estos bonistas con los que arreglamos  son los que venían con parte de los bonos del fraude de la dictadura y no solo con los nuevos bonos del gobierno de Macri. Nos empujaron a esa negociación, fue un grave error del gobierno entrar, ahí había que haber cortado el chorro. Ahora quieren que cerremos todo esto comprometiendo nuestros presupuestos a futuro durante varios años.

Desde ya que  nos van a prometer como prometen, años de gracia, van a decir que es en función del desarrollos argentino, o sea ¿qué es lo que nos están diciendo? Que nos dan un tiempo para que salgamos a producir como locos dólares, comprimir el mercado interno haciendo que no se consuma carne en la Argentina, mandando todo afuera para que hagamos una gran recaudación de dólares y con esos dólares en base al hambre interna paguemos esos intereses en los años posteriores.

Suspender el pago, rechazar este presupuesto y abrir este debate de fondo en el Parlamento y en la sociedad contra las ideas de fondo que fue permeando el macrismo, metiendo pánico al default y negando la realidad que cuando nos animamos a dejar de pagar, impulsados por la rebelión popular del 2001, fueron los años de mayor crecimiento en los últimos 20. No podemos aceptar las  consecuencias desastrosas del endeudamiento y sometimiento macristas.