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16 de agosto de 2020

Rocca descarga la crisis sobre los trabajadores y confronta con el gobierno

Suspensiones al 50% del salario en Techint-Siderca

Paolo Rocca, dueño de Techint, envió 2800 telegramas a sus empleados de la planta Tenaris-Siderca de la ciudad de Campana, comunicándoles que “los dispensa” de la obligación de presentarse a trabajar”, y amenaza con el lock out y despidos, para que la UOM acepte su propuesta de rebajar al 50% el salario por suspensiones.

Esto tendría efectos en distintas industrias replanteando modificar la medida del gobierno nacional de mantener el 75% durante las suspensiones, que fue acordado entre la CGT y las centrales empresarias.

El régimen de suspensiones masivas y rotativas fue introducido en la relación laboral en la empresa desde el 2015. Es una flexibilización pro-patronal del convenio colectivo y la legislación vigente. El Acta del Acuerdo de Empresa firmada en diciembre de 2019 estableció  que el salario a cobrar durante las suspensiones era 85% del salario de convenio, calculado sobre el turno de 6 por 1 día de descanso, con lo cual en el salario de bolsillo significaba una pérdida del 30% aproximadamente.

El Acta venció el 31/07/20 y la UOM rechazó rebajar el salario de las suspensiones.

Como parte del actual conflicto la empresa ya despidió a 140 contratados que intervienen en la producción como parte de los orgánicos por sector, violando la prohibición de despidos que se encuentra vigente durante la pandemia.

El Ministerio de Trabajo convocó a Conciliación Obligatoria en el conflicto que está en curso,  habiéndose realizado reuniones, sin lograr acuerdos entre la empresa y la UOM.

 

Rebaja salarial, despidos encubiertos y renovar la sangre 

Como en el 2014/2015 la empresa chantajea a sus trabajadores con la amenaza de despidos y pérdida de la fuente de trabajo.

La UOM ha rechazado la propuesta de la empresa, se posiciona que lo único que se debe defender son los puestos de trabajo de los trabajadores efectivos afiliados a la UOM, con negociaciones, sin la movilización de los trabajadores. El sindicato pide la intervención del gobierno, que está bien. Pero la UOM no enfrenta a la patronal con la organización y  lucha de los más de 4.500 obreros que sufren el ajuste de la empresa.

Mientras la empresa y la UOM son llamadas a negociar por el Ministerio de Trabajo de la Nación, el monopolio siderúrgico presiona groseramente a sus empleados con la amenaza de despidos, con listas de “retiros voluntarios” que en realidad es un despido encubierto.

En la jerga de fábrica se conoce esta práctica de la patronal como la renovación de sangre con despidos encubiertos y flexibilización laboral, y apunta a que el costo de la crisis económica se descargue sobre los trabajadores con la rebaja salarial y con el despido de entre el 30% al 40% del personal efectivo, que son alrededor de 3.500.

La selección que realizan los jefes de los compañeros a quienes ofrecen el retiro voluntario está guiada por lograr la mayor explotación y disciplinamiento de los obreros, el hostigamiento a la organización sindical, y especialmente a golpear a todo trabajador que se destaque en la defensa de sus derechos.

 

La política de Techint es opositora al gobierno y al proceso abierto con la derrota  electoral del gobierno macrista

Al inicio de la cuarentena en marzo, Paolo Rocca, dueño de Techint, despidió a 1.500 trabajadores de su empresa de Ingeniería y Construcción en la Obra Pública para presionar al gobierno. Recordemos también que al comienzo de la cuarentena, Siderca intentó rechazarla y seguir produciendo. La maniobra política de la empresa, defensora de las posiciones anti-cuarentena fue derrotada porque las y los trabajadores decidieron acatar la cuarentena y no se presentaron a trabajar. El sindicato apoyó la posición de realizar la cuarentena.

Luego en la fase de flexibilización acotada y reglamentada de la Cuarentena cuando se les permitió volver producir a la empresa con protocolo Covid, con el argumento o pretexto de que la baja en la actividad petrolera lo afectaba porque no había órdenes de compra, viene realizando los Blackout, cierre total de la empresa por períodos, y vuelve a producir con muy poco personal aprovechando el acta de suspensiones que estaba vigente.

Esta empresa no duda en descargar  las pérdidas de ganancias que tienen sobre los trabajadores.

Por la falta de una acción gremial del sindicato que informe, organice  e impulse a la unidad y la acción es difícil la situación de los compañeros.

Se debate por abajo que hay que rechazar un acuerdo que signifique más rebaja salarial, enfrentar el chantaje de los retiros voluntarios, y realizar una campaña para que la gente no acepte esos retiros, que son despidos encubiertos.

Es necesario medidas de lucha adaptadas a la situación de la pandemia que canalicen la gran fuerza de los trabajadores de Siderca cuando se unen y movilizan, buscando y concitando el apoyo de la población y las instituciones de Campana y Zárate

 

Escribe Roberto Carpano