Desde hace más de cuatro meses, casi una veintena de empleados de la empresa Taranto SA, en su división trabajo agrícola, reclaman por sus derechos laborales, pidiendo se los reincorpore a sus tareas, o se efectivice el despido, con la correspondiente indemnización luego de ser “suspendidos”.
La lucha llevada adelante por estos trabajadores comienza luego de la suspensión en sus funciones, aduciendo la patronal, la recesión que sufren los países europeos a los cuales exportaba su producción.
Desde hace más de cuatro meses, casi una veintena de empleados de la empresa Taranto SA, en su división trabajo agrícola, reclaman por sus derechos laborales, pidiendo se los reincorpore a sus tareas, o se efectivice el despido, con la correspondiente indemnización luego de ser “suspendidos”.
La lucha llevada adelante por estos trabajadores comienza luego de la suspensión en sus funciones, aduciendo la patronal, la recesión que sufren los países europeos a los cuales exportaba su producción.
El conflicto que desde hacía 5 meses tenía en vilo a casi una veintena de trabajadores de Agrícola Taranto, tuvo al fin un desenlace alentador, ya que gobierno y empresa debieron reconocer su justo reclamo, y reincorporarlos al trabajo. Este suceso marca un importante precedente para los trabajadores vitivinícolas del departamento, y ya se han producido repercusiones, pues durante la presente temporada de poda, ningún productor (pequeño, mediano o grande) ha tomado cuadrillas de trabajadores “en negro”, esperando que de aquí en más, esta situación se mantenga, pues es la que corresponde.
Tras el fracaso de la cuarta audiencia de conciliación se pasó a un cuarto intermedio, y ahí pasó a ser de vital importancia para lograr la reincorporación, en primer lugar la organización y valentía de obreros que lucharon firmemente por el reconocimiento de sus derechos (recordando que esta empresa, que lleva más de diez años emplazada en el departamento San Martín, se caracterizó hasta ahora, por eludir compromisos con los asalariados, dilatando negociaciones y desconociendo relaciones laborales legítimas –entiéndase, indemnizaciones, reconocimiento de antigüedad, categoría, etc.-. En segundo la solidaridad de clase de muchas organizaciones que marcharon junto a los trabajadores en varias ocasiones: la CTA Delegación San Juan, Adicus, Delegados de AOT, Desocupados de la CCC, Mesa Federal de la CCC, Amas de Casa del País, CEPA, PTP y PCR, MST y Polo Obrero. Hay que destacar también el papel de la Corriente de Abogados Mariano Moreno.
Este conflicto será recordado por representar el primer revés en la disputa por reconocimientos laborales para esta empresa en el departamento, siendo inspiración para futuras luchas. La organización y el empeño demostrado por estos obreros, en especial por la joven dirigencia sindical, ponen de manifiesto que las generaciones más jóvenes, no están dispuestas a permitir más atropellos a la dignidad de los trabajadores.