Dos carteles que resumen su lucha encabezaban la marcha: “queremos trabajo” y “devuelvan los salarios retenidos por la Anses”. Luego de decidir en asamblea, los tareferos marcharon el miércoles 21. Esta vez fue mayor la participación de mujeres con sus hijos, y de familias enteras en la plazoleta central, lugar elegido para hacer sentir sus reclamos.
Se notó la alegría y firmeza de encontrarse unidos en la lucha, a pesar de las maniobras del gobierno para dividir y enfrentar a pobres contra pobres, en la entrega de 600 bolsones de mercadería arrancados al Ministerio de Desarrollo con la lucha. Fue muy buena la actitud de los delegados de denunciar este hecho, y llamar a la lucha unida de todos los tareferos sin distinción política ni religiosa. De esta manera quedaron aislados los dirigentes con sueldo del gobierno que sólo trabajan para dividir.
Los compañeros no se engañaron con esta jugada, y redoblaron el esfuerzo para enfrentar a un enemigo poderoso –el gobierno y cinco grandes molinos– y poner de relieve que la lucha principal es por trabajo, un subsidio interzafra para los que están en negro, y la devolución de todos los salarios retenidos por la Anses.
La marcha se dirigió a la delegación de Trabajo, donde se mantuvo el corte de calle mientras los delegados elegidos en asamblea se reunían con el funcionario del organismo. Se le pidió que el Ministerio de Trabajo resuelva más del 80% de trabajo en negro en el sector, trabajo genuino en la interzafra y subsidio durante la paralización de la cosecha. Hasta el momento no hay nada concreto, sólo el compromiso de elevar a la ministra el listado de compañeros para el subsidio y el trabajo.
Desde ahí, la multitud se dirigió a la Anses, donde no fueron atendidos. Terminaron su recorrido el la plazoleta Güemes, donde almorzaron bajo la lluvia, gracias a la comida preparada por la Municipalidad.
Por la tarde, el secretario del ministro de Desarrollo ofreció acercar 200 bolsones, lo que fue rechazado por la asamblea: “si bajan 200 vamos a pedirle que lleven nomás”; “no alcanza, acá somos 600”; “nos quieren hacer pelear entre nosotros”. Este funcionario tuvo que viajar hasta Oberá a pedido de los delegados “para que vea cuántos somos acá en la lluvia”.
El lunes 26, gracias a la lucha y firmeza de los compañeros, se entregaron 1.000 módulos de mercadería. Esto fortalece a los compañeros y demuestra que si se lucha unidos y se participa se pueden conseguir muchas cosas más, como ser subsidio interzafra y trabajo, el pago de salarios retenidos, etc. Es largo el camino a seguir, pero comienza a despertarse un gigante.
02 de octubre de 2010
