La dirigente wichi Octorina Zamora denunció el 31 de marzo que en el hospital de Tartagal, “han desalojado a los niños internados del edificio de Recuperación Nutricional, y se apropiaron del lugar según dice para ‘guardia pediátrica’ y encerraron a los niños y a sus mamás o papás acompañantes en los box de uno de los salones de pediatría, con todas las incomodidades entre ellos, como tener un solo baño”.
La dirigente originaria se puso en contacto con nuestra compañera Verónica Caliva, diputada nacional del PTP/PCR en el Frente de Todos salteño, quien denunció por discriminación al gobierno de Salta, el ministerio de salud y el hospital Juan Domingo Perón ante el INADI nacional y el provincial.
La denuncia aclara que “Ese Edificio fue construido con fondos de la Reparación Histórica para que beneficie a pacientes tanto del Departamento San Martín como a los del Departamento Rivadavia”. Y especifican que “En estos días la Ministra de Salud con la complicidad del gerente del hospital decidieron prácticamente echar a los niños que son perteneciente a los pueblos indígenas de diferentes comunidades del Chaco salteño.
“Una vez más mostrando su lado racista y discriminadora estos personajes toman esta determinación con los pacientes indígenas que se salvaron de morir de hambre como si se tratara de animales”.
“Arremetieron contra los pacientes indígenas sin compasión y todo queda en silencio, como ladrones usurpadores y asesinos no les importa nada, se aprovechan de la situación dolorosa de la pandemia para continuar su marcha exterminadora de quitarles derechos a los niños más vulnerables del país” .
El comunicado, citado por la diputada Caliva en la denuncia presentada ante el INADI, finaliza reclamando la renuncia de la ministra de Salud Josefina Medrano De La Serna.
La compañera Caliva afirmó que el Centro de Recuperación Nutricional “es una de las pocas políticas públicas que el Estado argentino y salteño han brindado a nuestros pueblos originarios y se debe preservar para ellas y ellos. Bajo ningún punto de vista se debe quitar esa posibilidad de una recuperación con los derechos básicos garantizados. Necesitamos que las pocas políticas públicas que se materializaron y están al servicio de nuestras comunidades originarias se preserven y estén al servicio de las niñas y niños wichis y de otros pueblos originarios, que día a día dan sus batallas contra el hambre y la muerte, en busca de recuperar su salud y resguardar sus vidas”.
En una nota publicada en Página 12 (1/4/2020) Caliva especificó “que ‘el Centro de Recuperación Nutricional es uno de los escasos lugares sanitarios que los miembros de los pueblos indígenas sienten como propio. Sobre todo en el marco de la lucha contra el hambre, que a su vez es el “producto de estas políticas de pobreza y olvido’. Para Caliva, despojar a las comunidades también de este Centro ‘es miserable’. ‘No hay derecho a mandar a (los chicos y a sus mamás), a lugares hacinados reproduciendo las condiciones inhumanas en las que ya viven’, manifestó al referirse a las condiciones de las viviendas de muchas familias wichí que se construyen con palos y plástico.
