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02 de octubre de 2010

La crisis económica viene como anillo al dedo para destinar presupuestos “sensatos”, y para que parezca un acto egoísta pelear por aumento de salarios mientras en los hogares de nuestros alumnos se siente la desocupación.

Tedesco quiere que los docentes paguemos la crisis

Hoy 1252 / Docentes de Capital Federal: Una polémica con el ministro de Educación

A continuación transcribimos algunas palabras del ministro de Educación Tedesco, en una entrevista de diciembre, a un año de su gestión, para Clarín. Ante la pregunta por un aumento salarial para arrancar el 2009, el ministro, sin que se le mueva un pelo, contesta: “No, no. No habría motivos… No hay ningún índice inflacionario superior al aumento que los docentes recibieron. Se dio el 24% en el piso salarial, y después se discutió en cada jurisdicción. Hubo mejoras del 35 y del 40%”.
¡Mentiroso! ¡El 24% fue aumentado en base a la inflación del 2007, y así apenas llegábamos a cubrir la canasta de pobreza! ¡Después de 8 paros en Capital Federal logramos que nos aumenten $ 110, apenas un 9% de nuestro salario de bolsillo!
Además, la fórmula “piso salarial” es confusa, porque puede entenderse que habla del sueldo básico, cuando en realidad habla del de inicio, con lo cual, sin tocar de manera relevante el básico, continúan achatando la escala salarial.
Y sigue: “Seamos conscientes que el sector privado está discutiendo mantener los puestos de trabajo. En el sector público no sé cómo será la pauta… Para el financiamiento educativo tendremos la porción de la torta que marca la ley, casi el 6%. Empezaremos el año con mayor austeridad”. ¡Cuánto descaro y cuánto podemos decir los maestros sobre este párrafo! ¡Sería justo que entre todos los docentes del país elaboremos la respuesta!

Preparar el no inicio de clases
Para empezar: ¿tan natural es para el ministro que la crisis la paguen los de abajo? Da por hecho que además de los despidos, el pueblo tendrá que soportar una escuela paupérrima, con edificios en ruinas y maestros que también se mueren de hambre.
Pero si hasta le parece alentador que exista una ley que nos ate el presupuesto educativo al 6% del PBI… ¿no está ampliamente demostrado que con ese 6% nos quedamos cortos? ¿No es peligroso atar el presupuesto a los vaivenes de la crisis? Y si en un rapto de locura pensásemos que realmente se propongan universalizar la escuela secundaria, ¿no quedaría pequeñísimo ese 6%?
Si alguna vez pensaran en eso, tendrían que estar construyendo escuelas para albergar 2 millones de vacantes, es decir, para todos esos pibes que hoy no estudian ni trabajan. Pero olvidémoslo, no están pensando en eso. Porque el párrafo termina diciendo que empezaremos el año con “mayor austeridad”.
Ante la pregunta: “¿qué cualidades quisiera que distinguieran al docente argentino?” El ministro sermonea: “Lo sueño como un comprometido con la justicia social. Tiene que saber que si un chico fracasa lo condenamos a la exclusión social. (…) Quiero que dominen su disciplina, los contenidos y las estrategias de enseñanza…”
¡Cuán sordo a nuestros reclamos ha sido el ministro en estos años!… Durante el 2008 nos cansamos de gritar, escribir, explicar y discutir que nuestra lucha no termina en un aumento salarial, y en ese sentido Macri se equivocó en la ciudad de Buenos Aires si cree que nuestros reclamos terminaron con los $ 110 pesos que nos regateó hasta último momento.
Porque nosotros salimos, como han hecho en todo el país, a defender a la escuela y a la comunidad educativa en su conjunto. Y han salido padres, directivos y alumnos con nosotros.
Luchamos por la mejora de nuestros edificios, por una buena alimentación en los comedores, por las becas que les quitaron a los estudiantes secundarios, porque terminen de una vez las famosas obras de gas, porque no haya un solo despido entre los contratados, y por la estabilidad de todos los trabajadores precarizados de la educación.
¿Acaso esto no es comprometerse con la justicia social? ¿Acaso Carlos Fuentealba no estaba comprometido con ella y por eso lo asesinaron?
Evidentemente Tedesco habla de otro compromiso social, ese compromiso solamente útil para responsabilizarnos y culparnos de la exclusión de nuestros alumnos. Quiere decir que frente a la crisis, sólo ofrece chantaje y cinismo puro.
Ante la pregunta: ¿Cómo quisiera que egresaran los chicos del secundario? El ministro contesta: “Con capacidad para definir su proyecto de vida. (…) Quisiera una secundaria orientadora…”
¿Qué significa “una secundaria orientadora”? ¿De qué manera la escuela media ayuda a definir su proyecto de vida a una generación que, de no volcarse a la lucha, sólo tiene adelante el hambre, la desocupación, la droga, el alcohol o la prostitución?
¿No piensa en una escuela donde a los jóvenes podamos brindarles herramientas para producir cultura, arte y ciencias, para que accedan al conocimiento técnico y científico, puedan investigar y finalmente volcarse a la vida productiva y a la Universidad? ¿O será que el ministro sólo propone “contener” a esos jóvenes en la escuela “para que no salgan a robar”, como suelen alertarnos algunos desde los estrados progres, y prepararlos como mano de obra muy barata o desocupada?
Este reportaje puede ayudarnos a predecir un panorama bastante claro para las próximas paritarias, por esto, nos tenemos que preparar para no iniciar las clases hasta que no se traten todos los puntos que reclamamos y no fueron escuchados en la “Mesa de condiciones laborales y salariales” del 2008.
Muchos docentes se sumarán a esta propuesta; y para eso, la UTE en Capital y la Ctera a nivel nacional, se deberán poner a la altura de las circunstancias.