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09 de noviembre de 2016

Entre el 2 y el 5 de noviembre se llevó a cabo en Roma el Tercer Encuentro Mundial de los Movimientos Populares, en el que participaron cerca de 3.000 delegados de 65 países. 

Tercer Encuentro Mundial de los Movimientos Populares

Se realizó en Italia con la presencia de la CCC

 
El Encuentro terminó entregando las conclusiones de las distintas comisiones al Papa Francisco, quien cerró las jornadas con un discurso.

 
El Encuentro terminó entregando las conclusiones de las distintas comisiones al Papa Francisco, quien cerró las jornadas con un discurso.
De nuestro país participaron compañeros de  la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), de Barrios de Pie, y nuestro compañero Gumersindo Segundo, dirigente de la comunidad ava guaraní de Berisso y de Asoma-FNC, por la Corriente Clasista y Combativa (CCC). Fue parte de la organización Juan Grabois, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), y consultor pontificio. Los ejes del Encuentro, continuación de los realizados en años anteriores en Roma y en Bolivia, volvieron a ser “tierra, techo y trabajo”, y se dividió en paneles: Pueblo y Democracia; Territorio y Naturaleza; y Refugiados y Desplazados.
Entre las conclusiones entregadas a Francisco, los movimientos populares responsabilizaron de la crisis “socioambiental” a “la tiranía del dinero, es decir, el sistema capitalista imperante y una ideología que no respeta la dignidad humana”. Rechazaron la privatización del agua y plantearon la prohibición del patentamiento y manipulación genética, “En la perspectiva de una reforma agraria integral y popular”. También propusieron “un salario social universal para todos los trabajadores ya sean del sector público, privado o popular”, y la “inviolabilidad de la vivienda familiar, para erradicar los desalojos que dejan a las familias sin techo”.
Bergoglio, en su intervención de cierre, destacó entre otros conceptos que la situación de los desplazados y refugiados a la que consideró “oprobiosa” y una “vergüenza”. Denunció “el terrorismo de base que emana del control global del dinero… De ese terrorismo básico se alimentan los terrorismos derivados como el narcoterrorismo, el terrorismo de estado y lo que erróneamente algunos llaman terrorismo étnico o religioso”, y concluyó “Ese sistema es terrorista”.
Gumersindo Segundo, como refleja la corresponsal de La Nación afirmó: “No soy católico, tampoco ateo, tengo mi creencia personal, pero concuerdo con el Papa. La esperanza es que todos los que estamos siendo desprotegidos, desfavorecidos, podamos construir algo nuevo”. Gumersindo decía a nuestro semanario apenas llegado al país, anticipando una charla más extensa “He vuelto más que contento, fortalecido, por la multitud de compañeros originarios, campesinos y desocupados con los que hemos participado”.