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02 de octubre de 2010

Reclamaron aumento salarial acorde a la canasta familiar y efectivizar a todo el personal, junto a trabajadores de FATE, desocupados y mayores.

Terrabusi-Kraft cortó la Panamericana

La clase obrera en el centro de la escena.

A las 6.30 del miércoles 23, cuando todavía era noche cerrada, los trabajadores, la mayoría del turno noche de Kraft, con la Comisión Interna a la cabeza, partieron desde la puerta de la fábrica hacia la Panamericana, cortándola en ambas manos. Allí se sumaron compañeros de FATE, que está en lucha, de la Comisión Interna de Pepsico, desocupados y del MIJP de la CCC, junto a otras organizaciones políticas y sociales.
Estalló la bronca acumulada por centenares de trabajadores, muchos de ellos contratados y de agencia, por la superexplotación y los bajos salarios.Bronca como la de los jóvenes de Kraft, que vienen dando una gran pelea por las efectivizaciones, porque la empresa –con las agencias, las tercerizadas y los contratos “basura”– “mantiene al personal seis meses, un año, año y medio por cualquier tipo de contrato y después te echan por cualquier chamuyo”.
La bronca de compañeras como Viviana, que cuenta: “todas trabajamos a muchos golpes de velocidad. A 70 golpes por minuto en galletitas, y entre 80 y 90 en chocolate. Ya dijimos basta de tanta hambre. Por más que los del turno noche ganemos un poco más, no alcanza. Y con todos los problemas que tenemos las que somos madres para cuidar a nuestros chicos. La empresa está contenta porque produjeron 15 mil toneladas más, pero para el obrero no hay nada. Y ahora todo aumenta, la carne, la leche. Por eso el obrero sale a reclamar lo que le corresponde como trabajador”.

Una batalla política
Los trabajadores mantuvieron cortada la Panamericana, a la altura de Henry Ford, desde las 7 hasta casi las 10 de la mañana. Con sus carteles y sus consignas, denunciaron las condiciones de trabajo, como dice un volante de los jóvenes de Kraft: “te aprietan en las líneas controlándote todo el tiempo los horarios de descanso, apurándote para que hagas trabajos de 2 o 3 personas. Los brutales ritmos de producción provocan lesiones tales como: dolores en las muñecas, espalda, cintura, contracturas, hernias de disco, tendinitis”.
Arriba de la Panamericana, desa-fiando el intenso frío de la mañana, una batucada común de trabajadores de FATE y Terrabusi mostraba el cambio del estado de ánimo en un sector del movimiento obrero. A esa hora, el corte tomaba trascendencia nacional por la presencia de la TV, confirmando el acierto de plantarse por parte de los compañeros.
 Promediando el corte, a través de los medios se conoció que Daer, el traidor dirigente del STIA, había salido a decir que los que estaban cortando “no eran trabajadores”. La respuesta fue inmediata. Decenas de compañeros levantando las tarjetas de la fábrica cantaban “Es para Daer que lo mira por TV” y lo puteaban, mientras Ramón Bogado, coordinador de la Comisión Interna de Terrabusi, denunciaba la complicidad de Daer con la política del gobierno, “que vea a los compañeros por televisión ya que no viene a la fábrica”, y reclamaba un plan de lucha de toda la alimentación.
Luego de dos horas y media de corte total, los compañeros resolvieron levantar para volver a la puerta de la fábrica donde presentaron un petitorio con los reclamos específicos. Con la Gendarmería recién llegada y bajándose de los micros, desde algunos medios trataron de montar la mentira que el corte había sido “disuadido” por las fuerzas represivas.
En la puerta de la empresa se realizó un acto en el que saludaron los sectores que acompañaron la jornada, como Marcelo Gallardo, de FATE, Leonardo Norniella de la Comisión Interna de Pepsico, Gustavo Lerer del Garrahan, un directivo del Suteba General Sarmiento, un delegado de la ex Atlántida, y Guillermo Carreras de la CTA, despedido de Ford. Luego, la Comisión Interna encabezó una asamblea a la salida del turno mañana, se cortó la Henry Ford frente a la puerta de la fábrica, se aplaudió al gran corte de la mañana y se quedó en trabajar la asamblea dentro de fábrica para continuar con el plan de lucha.