En 1917 la Revolución Rusa conmovía y asombraba a todo el planeta. Lo más pobre y oprimido de la sociedad había tomado y destruido el poder de los opresores, y se reivindicaban proletarios. Los obreros rusos estaban dirigidos por un partido desconocido, los “bolcheviques”. La Revolución Rusa hizo que en todo el mundo la clase obrera apurara el paso. En 1918 hubo insurrecciones en muchos países de Europa que llegaron a tomar el poder pero no pudieron sostenerse. Hubo sublevaciones en Japón, Corea, Egipto, la revolución de 1919 en China. Emiliano Zapata dijo “la causa de México revolucionario y la causa de Rusia son y representan la causa de la humanidad, el interés supremo de todos los pueblos oprimidos”. En Argentina la Revolución Rusa fue defendida ardientemente por la izquierda del Partido Socialista y por una parte de los anarquistas.
(Ver O. Vargas. El marxismo y la revolución argentina. T.II. Editorial Agora).