El ministro de Defensa de Gran Bretaña, Liam Fox, declaró ante el parlamento de su país que “no tiene un plan para recuperar las islas Malvinas porque no piensa perderlas”. Típico de la prepotencia colonialista del imperialismo inglés. El canciller argentino, Héctor Timerman, le respondió que “no se haga problemas, porque no pensamos atacarlas”. Léase bien, el pirata inglés dijo que no pensaba “perderlas”. Es decir, ratificó la voluntad colonialista de su país. Timerman, le contestó que no pensábamos “atacarlas”, insistiendo que la única manera de recuperar las islas es “a través de negociaciones pacíficas”. Cada vez que los ingleses “nos mojan la oreja” (o un poco más), la respuesta de Timerman es que somos pacifistas. Un gran ayuda para el gobierno inglés que, por la crisis, ha tenido que recortar el presupuesto de defensa, y desde Buenos Aires le contestan: quédense tranquilos, no les vamos a hacer nada.
Timerman, cuando vino Videla, fue director del diario de la dictadura La Tarde. ¿Qué hubiera hecho cuando vinieron los ingleses, en 1806 y 1807? ¿Hubiera publicado The Afternoon (La Tarde) pregonado el pacifismo al pueblo de Buenos Aires insurreccionado y a las milicias patriotas?
