Dice el programa de nuestro Partido, citando los antecedentes de la Revolución de Mayo de 1810 “la gesta encabezada por Louverture en Santo Domingo desde 1797 y la posterior independencia de Haití en 1804”. Ver pág. 36 del Programa del PCR.
Buscando estudios sobre esta gesta, nos llamó la atención que es poco lo que se encuentra investigado, pero que existe un libro marxista de historia que agota el tema.
Este libro, escrito por el historiador marxista C. L. R. James en 1938, analiza el complejo y singular proceso que llevó a la independencia de Haití, la única experiencia de una sublevación victoriosa de esclavos.
Es más, se trata de la única revolución de esclavos triunfante en la historia de la humanidad. La insurrección de esclavos negros, duró años: primero los invadieron los ingleses y fueron expulsados, y luego Napoleón mandó un ejército de 60.000 hombres. Se trató de una insurrección antiesclavista, anticolonial, y antirracista, con un costo heroico de millones de muertos.
Una historia de la Revolución Francesa sería insuficiente sin el episodio de la insurrección haitiana. La burguesía revolucionaria francesa se debatía, dramáticamente, entre los principios de su revolución: la Declaración de los Derechos del Hombre, y la posible derogación de la esclavitud en sus propias colonias.
Así, mientras en Francia se proclamaba la igualdad y la fraternidad, en sus colonias seguía vigente la esclavitud. Para Francia, mantener la relación esclavista en su colonia era fundamental para su economía y no vaciló en hacerlo, a pesar de la contradicción que implicaba con los principios de la triunfante Revolución Francesa. Y lo realizó de la manera más brutal.
Terribles salvajadas sufrieron los esclavos: hierros en las manos, maderos en los pies, máscaras de latón en la cara para que no pudieran chupar ni una pizca de azúcar, mutilación de piernas, genitales, oídos. Les lanzaban cera o azúcar hirviendo hasta matarlos, los enterraban vivos, hasta la cabeza, la que untaban con melaza para que acudieran los insectos. Así las cosas no sorprenden las matanzas de blancos en cada revuelta de esclavos.
T. Louverture fue un esclavo negro haitiano que, ya con más de cuarenta años, se unió a la rebelión de los esclavos de las plantaciones de Santo Domingo, quienes, a finales del Siglo 18 se sublevaron contra la esclavitud y su inmenso sufrimiento; fue su jefe indiscutible. Puso, además, las bases para la independencia de Haití, como primer Estado dirigido por esclavos negros.
Toussaint Louverture fue preso, llevado a Francia, en la noche del 7 al 8 de junio de 1802. Encarcelado en una mazmorra, húmeda y fría, murió, poco después. Fue asesinado, lentamente, por orden de Napoleón, a cuyas tropas había derrotado, utilizando la táctica de guerrillas. Neruda tiene, en su Canto general, un poema dedicado a este libertador.
02 de octubre de 2010