Esta semana lo que se vivió es un cambio de situación a raíz de la aprobación del veto a la ley de financiamiento en el Congreso. Eso generó una oleada de asambleas, en las que casi en 100 facultades se definieron tomas. En otros lugares se acordaron movilizaciones, clases públicas, en un estado deliberativo muy grande. Las asambleas son el espacio para discutir y decidir de todos los estudiantes.
Luego del 23 de abril hubo mucho debate en relación a cómo seguir. Debate que coincidió con la aprobación de la Ley Bases, conseguida por el gobierno. Nosotros planteamos que 23 fue muy masivo y eso nos permitió el triunfo parcial del aumento a partidas de funcionamiento, en polémica con otras posiciones que decían que el 23 no había servido para nada y que los pibes “solo quieren estudiar y no se suman a actividades de lucha”. En nuestro Plenario Nacional salimos con la definición de pelear por la Ley de Financiamiento.
La mayoría de las tomas fueron con muchas actividades: durante el día funcionamiento normal de las facultades y clases públicas, y mucha actividad política, cultural y recreativa. Proyección de películas, bandas, música, torneos de truco, etc.
Durante todo el día, los estudiantes discutimos y expresamos el descontento por el veto del gobierno y la decisión del Congreso en complicidad con el gobierno. Apareció más claro y nítido para todos la necesidad de la lucha y de la unidad en defensa de la Universidad pública. Fueron jornadas muy masivas en todo el país.
Es un movimiento muy profundo, desde abajo, que en muchos casos desbordó a las direcciones de los centros de estudiantes y las federaciones, y que fue imponiendo las medidas de lucha.
En las asambleas lo que aparece en primer lugar es con qué medidas enfrentamos la política de este gobierno. Cómo defendemos la Universidad pública. Ahí aparece en las asambleas la definición de las tomas. Y aparece la situación de las y los estudiantes, sus problemas concretos para poder cursar, por ejemplo, el costo del transporte, las becas, los alquileres, etc.
Una polémica grande con el gobierno fue que salió a decir que la Universidad le servía solamente a los ricos. Muchos estudiantes que son primera generación de universitarios o que están bajo la línea de la pobreza plantean que ellos acceden a la Universidad siendo pobres, y que la Universidad pública es la que permite la posibilidad de acceder a un título y ser profesionales.
Aparece la reivindicación de la Universidad pública en la Argentina con una conquista, en discusión contra lo que plantea el Gobierno.
También se discutió que no somos los únicos sectores que estamos en lucha, y la necesidad de la confluencia con otros sectores afectados por la política de este gobierno.
Protagonismo y participación del conjunto de las y los estudiantes
Desde la CEPA trabajamos para masificar las luchas, con protagonismo y participación del conjunto de las y los estudiantes. La medida de toma sin cese de actividades permitió avanzar en ese camino, en este momento. Porque la posibilidad de derrotar al gobierno en este ataque a la universidad pública tiene que ver con ganar a la mayoría para que se vuelque a pelear.
Desde ahí polemizamos con los sectores que planteaban una radicalización de unos pocos.
Nosotros fuimos articulando, no nos enamoramos de la medida de lucha, sino de la necesidad de protagonismo estudiantil para la lucha.
Fuimos buscando la forma y las medidas que más permitían unir al conjunto para la defensa de la Universidad pública, porque el punto es ese, cómo unimos a todos, desde el primero al último y pensamos en cómo el conjunto puede protagonizar medidas de lucha que defiendan la Universidad pública. De la asamblea vamos a los cursos a pelear que se masifique. Nosotros vamos de la asamblea general a los cursos, y de los cursos volvemos a la asamblea general con opiniones, con propuestas y con discusión y peleando ese protagonismo.
La provocación tuvo un efecto contrario al que deseaban
El gobierno tuvo una táctica que fue la de mandar provocadores de La Libertad Avanza para pudrir las asambleas en algunos lugares. En Quilmes fueron militantes de afuera de la Universidad, que gasearon a varios estudiantes. La respuesta fue una asamblea tres veces más grande. La provocación tuvo un efecto contrario al que deseaban.
Hubo provocaciones en algunas asambleas. En otros lugares sí van a discutir y a defender las posiciones del gobierno.
Nosotros frente a eso impulsamos cuidar el espacio de la asamblea y no entrar en ninguna provocación. Incluso en las tomas, la organización de la seguridad por parte de nosotros mismos, los estudiantes, para cuidar los ingresos. Había horarios de entrada y de salida, para que no entre nadie a cualquier hora, en especial por la noche.
Tuvimos situaciones también con algunas policías provinciales, como en Tucumán que intentaron desalojar una clase pública en la calle. Como en Santa Cruz en Caleta Olivia, que ingresó a la sede de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, lo que fue muy repudiado. En Tandil, la Policía Federal de Bullrich le tomaba los datos a los estudiantes que entraban o salían de la toma del rectorado de la Universidad Nacional del Centro. Nosotros presentamos un hábeas corpus colectivo preventivo por esa situación.
Estas situaciones habilitaron debates sobre la necesidad de la autodefensa y la organización de la seguridad, y qué hacíamos en caso de un intento de desalojo por parte de la policía.
Desde La Libertad Avanza, las provocaciones fueron en la línea de lo que fue la Liga Patriótica a comienzos del siglo pasado, cuando iban a romper huelgas y asambleas de obreros.
Confluir con todos los sectores populares
La articulación y la unidad con docentes y no docentes fue muy buena en general. Nosotros impulsamos las asambleas estudiantiles y desde ahí la coordinación con los gremios. En muchos lugares se hicieron asambleas interclaustro. Esa era la forma en la que nos permitía confluir con muchos docentes en el reclamo y en las organizaciones de las marchas y las clases públicas. Las tomas eran sostenidas por los estudiantes en cada lugar.
En lo inmediato, esta semana habrá nuevas asambleas, movilizaciones, marchas de antorchas, y otras actividades. En algunos casos también se volvió a discutir tomar facultades, pero el grueso de las tomas fue por 48 y 72 horas.
Habrá una nueva tanda de asambleas para discutir cómo seguir. Hay paro docente y no docente. La Conadu Histórica impulsa paro toda la semana, y el resto de los gremios por 48 horas. Habrá clases públicas y actividades donde vamos a volver a confluir. Viene la discusión del presupuesto 2025. Y lo que está planteado es la necesidad de que toda esta lucha vaya confluyendo con los otros sectores populares.
El 29 y 30 de octubre están planteados paros de ATE y del transporte, donde el movimiento estudiantil va a confluir en cortes de calles y rutas. Se están discutiendo otras iniciativas, como marchas federales por región para principios de noviembre, y la pelea por un paro nacional activo y multisectorial y una marcha federal por tierra, trabajo, educación, salud y producción hacia fines de noviembre.
Foto: Facultad tomada en Córdoba
Hoy N° 2032 23/10/2024