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21 de septiembre de 2016

El documento acordado por el vicecanciller inglés, Alan Duncan, y la canciller argentina, Susana Malcorra, es inconstitucional, viola numerosas leyes, y es una traición a los héroes de Malvinas y a la patria.

Traición a la patria

El documento sobre Malvinas y la Antártida

 
Es inconstitucional porque el Congreso es quien decide los tratados internacionales.

 
Es inconstitucional porque el Congreso es quien decide los tratados internacionales.
Entre otras leyes, viola la llamada Gaucho Rivero, por aquel obrero rural que en 1833 lideró una rebelión contra los ingleses que habían ocupado Malvinas pocos meses antes. Esa ley prohíbe la permanencia, amarre y abastecimiento de barcos de bandera británica procedentes o en curso a Malvinas. Y viola la Ley 26.915 que pena con hasta 15 años de prisión y sanciones económicas a las petroleras que operan en las aguas de Malvinas.
Es una total entrega de la soberanía en Malvinas al acordar con el imperialismo pirata: “remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos”.
Es traición a los caídos en la Guerra Nacional de Malvinas, acordar con el colonialismo identificar a los soldados argentinos sepultados en el cementerio de Darwin, sin respetar los deseos de los familiares de nuestros héroes.  
Es traición a la patria acordar: “fortalecer las relaciones entre las dos Fuerzas Armadas”, “cooperación en materia antártica”, “cooperación en defensa”, y la continuidad del “paraguas de soberanía” con el que se negocia todo lo que quiere la corona inglesa y jamás la soberanía.