El gobierno kirchnerista tiene una política de desligarse de sus obligaciones con la miseria que provoca su política “tirándole” el fardo a las organizaciones sociales.
Esta política está minuciosamente pensada, ya que a través de ella instrumentan el clientelismo político y una feroz corrupción que le facilita la borocotización de dirigentes sociales.
De ahí que, junto a la lucha para que el Estado se haga cargo de la miseria que provoca el sistema, es necesario una dura y permanente lucha para garantizar la limpieza de las finanzas de masas.
Los comunistas revolucionarios hemos sintetizado esa política en tres principios:
• El PCR no debe apropiarse ni de un alfiler que corresponda a las masas y sus organizaciones de lucha.
• En los distintos movimientos donde participa el Partido, tiene que impulsar la línea de cuentas claras y rendición permanente a las masas.
• Es necesario centralizar y realizar la rendición de cuentas en todas las instancias de los movimientos de masas trabajadoras, campesinas, estudiantiles y populares, dirigidos por comunistas revolucionarios.
Es decir: manos limpias, cuentas claras y rendición de cuentas a las masas.